Para el fotógrafo profesional austriaco Christian Anderl, documentar los preciados momentos de la vida familiar se ha convertido en algo muy importante tanto en casa como en el trabajo. El exembajador de Canon es conocido por sus retratos espontáneos e íntimos en su fotografía profesional. Además, también comparte momentos entrañables de su vida familiar en su cuenta de Instagram, mostrando el mundo al tiempo que su hijo lo explora.
Tal y como afirma él mismo, la paternidad le cambió la vida. Convertirse en padre también inspiró su proyecto Fatherhood (Paternidad), una serie de retratos donde los padres hablan de sus experiencias, comparten sus altibajos y ofrecen consejos a otros. Desde hace mucho tiempo, el núcleo de la obra de Christian lo forman las personas, pero capturar momentos en familia es especialmente importante para él.
«Cuando sea mayor y mi hijo se haya ido de casa, estaré triste porque ya no está conmigo», dice. «Podré sentarme en el sofá y mirar todas estas fotos de cuando era un bebé. Este verano cumple seis años; he encontrado algunas fotos que le hice cuando tenía un año y está creciendo tan rápido que ya me siento viejo. El tiempo pasa muy rápido... Creo que debemos recordarnos a nosotros mismos, haciendo fotos, lo rápido que se van. Mirar estas fotos y recordarlo nos hace tener un poco más de paciencia con nuestros hijos».
A continuación, Christian comparte sus cinco consejos y técnicas más importantes para ayudar a capturar momentos auténticos de diversión en familia. Sigue sus consejos para realizar retratos familiares naturales y espontáneos.
1. Deja el teléfono en el bolsillo
«Si coges la cámara, eres más consciente de que estás haciendo fotos», explica Christian, que aboga por dejar de lado el teléfono y tomar imágenes más calculadas con una cámara fotográfica. «No se trata únicamente de capturar lo que pasa con una mano, como se hace con un smartphone; hay que ir más allá. Creo que así se hacen mejores fotos».
Además, coger una cámara reduce el tiempo dedicado a mirar pantallas, algo en lo que Christian ha estado trabajando recientemente mediante la desintoxicación digital. «No quiero estar mirando una pantalla todo el día; si hago fotos solo con smartphones, es más tiempo observando pantallas. Quiero poner el ojo en un visor y ser consciente de ese momento».
Usar una cámara en lugar de un teléfono también ofrece ventajas técnicas, opina Christian, como controles físicos para cambiar los ajustes, como la velocidad de obturación y la abertura. Además, suele preferir un visor para componer la imagen. «Hay un montón de programas de software que intentan simular el aspecto de un objetivo real, pero no es lo mismo... No hay nada como un buen sensor y un buen objetivo, en mi opinión». Aunque las cámaras básicas, como la EOS M50 de Canon, cuentan con estos controles físicos, actualmente un smartphone medio de una categoría equivalente no los tiene.
2. Prepárate para el momento perfecto
Cuando se hacen fotos de niños, hay que estar preparado para cualquier cosa. Con una cámara con capacidad de enfoque automático y seguimiento de enfoque rápidos, como la EOS R, la EOS 80D o la EOS M50 de Canon, puedes anticipar el momento y capturar acciones rápidas sin preocuparte de que el sujeto principal salga borroso.
"Quiero poner el ojo en un visor y ser consciente de ese momento."
«Para hacer fotos de niños, se necesita un enfoque automático rápido», afirma Christian. «Esa sería una de las principales características a la hora de comprar una cámara. Todo lo demás depende de tu presupuesto. Todo el mundo me pregunta qué cámara debe comprar, pero siempre digo que lo primero es el objetivo. Puede que necesites un objetivo nuevo, no una cámara nueva, porque la velocidad y la calidad óptica del objetivo son aún más importantes que las de la cámara».
La fotografía familiar también requiere cierto grado de pragmatismo. «Siempre que noto que alguien no quiere que se le hagan más fotos, dejo la cámara», dice Christian. «Si alguien no quiere que le hagas fotos, no hay forma de conseguir una buena foto del sujeto. Esto sucede especialmente con los niños; no puedes obligar a un niño a que se deje hacer fotos. Hay que aceptarlo y volver a intentarlo en otro momento».
3. Experimenta con diferentes longitudes focales
«Para las imágenes familiares, creo que se necesitan al menos dos longitudes focales diferentes», explica Christian. «En mi opinión, el objetivo EF 85mm f/1.8 USM de Canon es el ideal para retratos. Ofrece una profundidad de campo reducida con 85 mm, de modo que puedes separar la cara del fondo. Es lo suficientemente larga como para ser «correcta»; si utilizas un 35 mm o un 50 mm, se distorsiona la imagen y la nariz parece más grande. Como fotógrafo de retratos, tengo que hablar con las personas mientras les hago fotos, así que 85 mm es una buena opción de gama media; se trata de una apuesta segura».
Aunque Christian aboga por el objetivo EF 85mm f/1.8 USM para hacer retratos, también cree que se pueden capturar imágenes fantásticas con un 35 mm. «Creo que un objetivo EF 35mm f/1.4L II USM de Canon es bueno para casi todo. Si no estás seguro, escoge un 35 mm y no tendrás problema, incluso para capturar retratos. Hay que tener en cuenta que distorsiona ligeramente la cara, pero, por otro lado, se consigue un aspecto íntimo, ya que te permite acercarte al rostro».