«En la mayoría de las familias hay una persona que siempre está detrás de la cámara. Cuando era pequeña, era mi padre. Asegúrate de turnarte para que todos los miembros de la familia aparezcan en las fotografías, ya que estas imágenes serán importantes para tus hijos cuando crezcan. Para realizar un retrato de toda la familia, pon la cámara en un trípode (o colócala en algún lugar estable como una mesa o un banco del parque) y utiliza el ajuste de autodisparador. También podrías dejarle la cámara a tus hijos y que sean ellos los que hagan las fotos. Los niños son creativos por naturaleza y podemos aprender mucho de sus composiciones, por lo general, poco convencionales. Involucrar a los niños en el proceso creativo convertirá este momento en una actividad en familia muy divertida, además de que ellos pueden tener fantásticas ideas que a ti no se te habrían ocurrido nunca. También puede despertar en ellos el interés por la fotografía, y convertirla en una afición que podéis compartir durante su infancia y adolescencia o que, incluso, podría llegar ser su futura profesión».