La exposición es una medida de la cantidad de luz que recibe el sensor de la cámara y determina la claridad u oscuridad de las imágenes tomadas con ella. Se controla mediante la velocidad de obturación, la abertura y la ISO. Los cambios en cualquiera de estos valores afecta, además de a la exposición, al aspecto de la fotografía.
Por lo general, la cámara es capaz de seleccionar la exposición más adecuada utilizando los modos automáticos. Sin embargo, aprender cómo los diferentes elementos afectan a tus fotografías te dará la confianza suficiente como para tomar el control manual. Cuando lo domines, tus imágenes destacarán de entre el resto.
Este vídeo explica cómo utilizar la abertura, la velocidad de obturación y la ISO para conseguir la exposición y el efecto idóneos para cada foto.
Abertura: el tamaño del orificio del objetivo por el que pasa la luz. Cada objetivo tiene su propio un rango de ajustes de abertura, de más grande a más pequeño. Utiliza el modo de prioridad a la abertura (Av) para controlar la abertura mientras la cámara se encarga de la exposición general.
La abertura se mide como un número f. Las aberturas grandes se expresan con números pequeños, como f/2,8, que permiten que entre más luz y producen una profundidad de campo reducida (mayor desenfoque fuera del punto de enfoque). Las aberturas pequeñas se describen con valores mayores, como f/16, que permiten que entre menos luz y producen grandes zonas enfocadas del fondo y el primer plano.