Mejora de las habilidades de vídeo: 5 mitos desmontados

Con el aumento de la popularidad del vídeo, cada vez más se pide a los fotógrafos que entreguen metraje de vídeo junto con las fotos. Puede parecer abrumador: ¿cuántos nuevos equipos necesitarás? ¿Qué nuevas habilidades tendrás que aprender? Sin embargo, el fotógrafo de moda profesional y embajador de Canon Javier Cortés, que ya ha dado el paso, afirma que es más fácil de lo que piensas.

«Pensaba que necesitarías un montón de cosas para empezar a hacer vídeos», comenta. «Después de todos estos años, entiendo que todo lo que necesitas es una cámara e ideas».

«He aprendido tres cosas que me gustaría haber sabido cuando empecé», añade. «La primera es que nunca debes dejar de aprender. Ya se trate de la iluminación, la narración o el uso de un cardán, si perseveras en esta visión, desarrollarás un montón de habilidades».

«La segunda es centrarse en lo esencial. La tercera es confiar en ti mismo. Estas son las bases de mi trabajo y de mi vida».

En este artículo, Javier desmonta cinco mitos comunes sobre el paso de la fotografía a la grabación de vídeos para ayudarte a dar el paso sin miedo.

Aunque en algunos proyectos Javier utiliza cámaras EOS Cinema, como la EOS C200 o la EOS C300 Mark II de Canon, nos recalca que puedes empezar a grabar vídeos con la misma cámara réflex o mirrorless que usas para hacer fotos. «Grabo con la EOS R5 de Canon, y se pueden crear vídeos increíbles que nadie imaginaría que se pueden hacer con una cámara tan pequeña», nos explica.

La EOS R5 admite 8K RAW de 12 bits y 4K de 10 bits a hasta 120p para capturar incluso los sujetos más rápidos u obtener efectos creativos. «Puedes ser creativo con tus velocidades de grabación», comenta Javier, que graba principalmente a 50 fps en Full HD, con opción de reproducción a cámara lenta pero también con 25 fps en 4K y, ocasionalmente, 8K (para tomas que requieren un zoom digital más atrevido o estabilización en la fase de posproducción).

Las cámaras réflex y mirrorless modernas incluyen características para facilitar la transición al vídeo, como el enfoque automático integrado. «Cuando empiezas a realizar vídeos, tienes que pensar en muchas cosas», afirma Javier. «Con el enfoque automático, hay menos en lo que pensar, ya que sigue el movimiento del sujeto y funciona muy bien».

Gracias a Dual Pixel CMOS AF II, la EOS R5 de Canon está equipada con IA de aprendizaje profundo para seguir sujetos a través de 4500 puntos en vídeo y 5940 en fotos, lo que, por primera vez, supone una cobertura del sensor de prácticamente el 100 %. Esta tecnología garantiza que se conserva la nitidez en los sujetos y que se pueden seguir y seleccionar fácilmente con la pantalla trasera, incluso con niveles de luz de hasta -6 EV.

«Utilizo los mismos objetivos para capturar fotos y vídeo» explica Javier, que prefiere los objetivos de focal fija a los zoom y a los gran angular, ya que le obligan a pensar en el movimiento y acercarse a la acción. «Para mí, los objetivos son siempre lo más importante tanto en foto como en vídeo: un buen objetivo lo cambia todo».

Javier lleva mucho tiempo siendo partidario del EF 50mm f/1.2L USM de Canon, que ha descrito anteriormente como el «Santo Grial» de los objetivos en los que los videógrafos deberían invertir, pero los avances en los RF lo han conquistado. «El RF 50mm F1.2L USM de Canon me sorprendió mucho. Para mí el EF 50mm f/1.2L USM lo era todo, pero este ha supuesto un avance gigante», explica. «Sus capacidades de enfoque son increíbles. Además es genial, y el nuevo anillo de control con el que puedo ajustar el diafragma y el valor ISO es fantástico».

«Aun así, utilizo diferentes objetivos para los distintos vídeos», continúa Javier. «Puedes apreciar las características de cada objetivo, o los colores».

«Uno de los grandes problemas que tuve al principio fue pensar que necesitaba aprender un montón de técnicas de vídeo o aprender a utilizar un cardán antes de empezar», admite Javier.

«No necesitas muchas cosas para contar una historia, lo único que tienes que hacer es empezar a hacer algo. Para empezar a grabar vídeo, lo único que necesitas es una cámara, algo delante de ella e iluminación, y la iluminación más barata y bonita del mundo es la natural».

«Al principio no debes complicarte», aconseja Javier. «No olvides centrarte en lo que quieres mostrar». Hay muchas cosas para darle vueltas a la cabeza, como elegir un perfil de color y la gradación del color, sin embargo Javier recomienda aprender sobre la marcha.

«Hay una forma segura y tradicional de exponer que los profesores te dirán que sigas. Pero puede que tengas un gusto particular en iluminación y gradación del color, así que no sigas las reglas. Normalmente subexpongo casi todas mis tomas, porque no me gustan las altas luces. Sé fiel a tu gusto y encontrarás tu color y tu iluminación. No importa si es una cámara de cine o una réflex; si expones bien, conseguirás la imagen perfecta».

«Elegir un perfil de color depende del gusto personal», comenta Javier, que solía ceñirse a Canon Log, pero ahora prefiere C-Log 3, disponible en la EOS R3, la EOS R5 y la EOS R6 de Canon. «Recomiendo empezar por una gradación básica y, conforme vayas haciendo grabaciones, ir evolucionando. Puedes probar algo nuevo en cada vídeo, tal vez añadir algunas capas, probar algunos colores en las altas luces o probar diferentes filtros y granulados».

«Hace algunos años, se solía pensar que eras fotógrafo o cineasta», dice Javier. «Pero ahora, creo que podemos empezar a pensar en un nuevo trabajo: cineasta-fotógrafo. Es lo que buscan las marcas. A veces, los clientes te dicen que no puedes ser ambos al mismo tiempo, y puede ser una locura dirigir a los modelos del vídeo y hacer fotos al mismo tiempo con la cámara. Pero ahora la gente respeta el hecho de que los fotógrafos también pueden realizar vídeos».

«Para mí, el vídeo y la fotografía están cerca, y pueden convivir. Los combino en cada sesión. Es fácil hacerlo».

La gama de cámaras híbridas del sistema EOS R de Canon, como la EOS R5 C, la EOS R5 y la EOS R6, facilita más que nunca alternar sin problemas entre la captura de fotos y la de vídeo. Trabajar en ambos medios también puede presentar posibilidades creativas para los proyectos. «Si haces ambas cosas, podrás seguir teniendo libertad para desarrollar la idea sin concesiones», comenta Javier. «Puedes contar muchas historias en una foto. Pero a veces quieres desarrollar el concepto completo, que requiere secuenciación, edición, sonido e iluminación. A veces, con la fotografía me he sentido encerrado en una caja. Con el vídeo, puedes contar una historia de principio a fin».

Por otro lado, Javier señala que trabajar de forma colaborativa al grabar vídeo también puede aportar beneficios. «Los fotógrafos están acostumbrados a trabajar solos. A menudo también se encargan de los retoques y la iluminación, y puede que tengan un asistente para que mueva los equipos. En el vídeo, puedes empezar a trabajar solo, pero también puedes tener un equipo. Si tienes un amigo que puede ayudar con la iluminación o el reenfoque, las cosas pueden mejorar. En cada trabajo busco al equipo perfecto y de esta forma encuentro mi estilo».

«En fotografía, a veces solo tienes una gran toma. En vídeo, también puedes tener una gran toma, pero tienes que seguir contando algo. Y para hacerlo, debes utilizar la secuenciación», explica Javier.

«Un profesor me dijo: 'Eres responsable de cada fotograma que tomas'. Por eso, es como si fueras un fotógrafo en cada fotograma. Pero a veces los fotógrafos realizan vídeos como si fueran una imagen, sin narrativa ni conexión entre las tomas. Cuando grabas vídeo, tienes que pensar en la narrativa, es algo más que solo simples tomas. Tienes que guiar a los espectadores a través de diferentes escenas para contar toda la historia».

Hay muchas similitudes entre la narrativa de las imágenes fijas y la de las imágenes en movimiento. Tienes que conseguir igualmente tomas impresionantes, pero además tienes que grabar tomas adicionales para que fluya la historia».

«Siempre tengo una lista de tomas que me ayuda a contar una historia y seguir la narrativa, a la vez que dejo algo de tiempo para la improvisación. Es importante tener una toma maestra, con la cual puedas contar toda la historia. Después, debes cubrir otros ángulos».

La estética de las imágenes fijas se traslada contigo al vídeo y solo se añaden elementos adicionales. «Se trata de cómo mover la cámara y si la iluminación es buena para las tomas que quieras hacer. Es parecido a las fotografías, pero hay que trabajar desde ángulos diferentes a la vez. Hay que tener en cuenta la frecuencia de fotogramas, si quieres que se vea a cámara lenta o a velocidad normal y cómo se mueve la gente, no solo una pose. También puedes empezar a pensar en cómo pasar de una toma a otra de forma atractiva».