Desde el escondite, Dani y Jonty fueron capaces de capturar esta familia de cernícalos peleándose. Aquí, un joven demanda comida de su madre. Imagen tomada con una EOS R7 de Canon y un objetivo RF-S 18-150mm F3.5-6.3 IS STM a 150 mm, con una configuración de exposición de 1/6400 s a f/6,3 e ISO 2500. © Jonty Clark
La joven fotógrafa británica Dani Connor obtuvo su reconocimiento profesional durante la pandemia de Covid-19, tras quedarse atrapada en la Laponia sueca. Dani era voluntaria en una reserva natural de la provincia cuando gran parte del mundo estaba confinada, y aprovechó el tiempo para crear una conexión cercana con la fauna y flora autóctonas, en especial con un pequeño grupo de ardillas rojas.
«Me pareció una buena oportunidad para iniciar mi carrera», dice. «Me propuse un límite seis meses y, si en ese tiempo no conseguía llegar a ningún sitio, volvería a mi trabajo en el Museo de Historia Natural de Londres». Después de apenas medio año de esfuerzo, Dani había conseguido 60 000 seguidores en Instagram, YouTube y Twitter, y tenía apoyo financiero de los suscriptores de Patreon, que habían invertido en su trabajo.
Le pedimos a Dani que compartiera algunos de sus mejores consejos con el estudiante de fotografía Jonty Clark, que estaba interesado en aprender más sobre la fotografía de animales en la naturaleza. Le facilitamos a Jonty una EOS R7 de Canon, la cual había utilizado Dani en una sesión de naturaleza en España, y los situamos en un escondite fotográfico donde se les garantizó que divisarían aves rapaces rápidas.
Este es el consejo que Dani reveló de aquel día, acompañado de una selección de sus mejores fotos y las de Jonty.