Los fotógrafos gastronómicos suelen preferir un objetivo de 35 mm para las perspectivas cenitales, ya que su amplitud permite incluir complementos, como cubiertos e ingredientes de la receta. Imagen tomada con una EOS RP y un objetivo RF 35mm F1.8 MACRO IS STM de Canon, con una configuración de exposición de 1/125 s a f/2,5 e ISO 800. © Natasha Alipour-Faridani
La fotografía gastronómica es una forma gratificante de experimentar con tu cámara Canon, y no solo porque puedas comerte el motivo al final de la sesión. Si te tomas tu tiempo para colocar los ingredientes, jugar con la iluminación y afinar los ajustes, descubrirás que eres capaz de crear fotos de alimentos que hacen la boca agua.
Sin embargo, con ayuda de algunos componentes y equipo adicionales, también serás capaz de exprimir la máxima calidad a la cámara. Un trípode es de gran utilidad para fotografiar alimentos desde arriba en un plano cenital, con poca luz o al capturar primeros planos extremos, aunque la gama de objetivos con tecnología de estabilización de imagen (IS) de Canon también puede ser de gran ayuda en ese sentido. Al añadir un flash Speedlite de Canon u otra fuente de luz artificial a tu equipo, dispondrás de más opciones creativas cuando quieras dar a tu fotografía gastronómica un toque profesional.
Lo que más puede influir en la fotografía gastronómica es un objetivo de mayor calidad. Son muchos los objetivos con una longitud focal lo suficientemente cercana como para captar los pequeños detalles, pero solo un verdadero objetivo macro es capaz de conseguir un aumento de 1x o más. Esto significa que, cuando el objetivo se ajusta en el enfoque mínimo, el motivo se registra en el sensor a 1:1, es decir, a tamaño real.
Un objetivo macro es perfecto para revelar las texturas ocultas, los patrones complejos y las estructuras más sutiles de los alimentos que de otro modo podrían pasar desapercibidos, pero la fotografía gastronómica no se limita a eso. En este artículo, veremos las mejores opciones de objetivos para las cámaras EOS de Canon.