Cómo preparar la impresión fotográfica perfecta en blanco y negro
Entonces, ¿cuáles son los pasos para conseguir una impresión en blanco y negro perfecta? El primer paso es calibrar la pantalla, para lo que se puede utilizar un dispositivo de calibración externo o una solución integrada.
El especialista en impresión de Canon Frederic Vaneesbeck explica que la temperatura de color correcta debe ajustarse para coincidir con Adobe RGB (1998), que es de 6500 Kelvin (K). «Adobe RGB (1998) y 6500 K son la norma para evaluar los colores en pantalla con fines de impresión. En ocasiones, esto implica omitir algún ajuste predeterminado de la pantalla».
También es necesario ajustar la luminosidad de la pantalla al nivel adecuado para la impresión, entre 80 y 120, dependiendo del monitor y de la iluminación de la habitación. «Cuanto más iluminada esté tu habitación, mayor deberá ser la luminosidad de tu pantalla», comenta Frederic. «Si tu entorno es más oscuro, entonces puedes reducir la luminosidad».
Estos pasos ayudan a garantizar que las impresiones en blanco y negro se correspondan lo máximo posible con la imagen que se ve en la pantalla.
A continuación, tendrás que seleccionar el perfil ICC de papel adecuado mediante el software gratuito Professional Print & Layout de Canon. Este software funciona como una aplicación independiente o como un complemento en programas de edición de imagen compatibles, como Adobe Photoshop y Digital Photo Professional (DPP) de Canon, por lo que se integra fácilmente en los flujos de trabajo existentes. Todos los papeles fotográficos tienen características individuales de blancura, absorción y reflectividad, por lo que es esencial seleccionar el perfil de papel correcto. Todos los perfiles de papel de Canon, incluidos Pro Luster, Pro Platinum, Premium Matte y Fine Art Smooth se incluyen al descargar el controlador de la impresora Canon.
Si has disparado en color o en RAW, deberás convertir los archivos a blanco y negro durante el procesamiento. Si descartas la información de color para crear una imagen en escala de grises, asegúrate de convertirla de nuevo a RGB antes de imprimir. Así garantizarás que la impresora pueda interpretar correctamente los tonos y reproducir toda la gama de detalles sutiles en la impresión en blanco y negro.
Hacer una prueba de rectificación de la imagen es un paso útil que puede ahorrarte tiempo, papel y tinta. Con un monitor calibrado y un flujo de trabajo gestionado por color, puedes utilizar las opciones de Ajuste de prueba > Personalizar en el menú Ver para ver cómo se verá la imagen al imprimirse en un tipo de papel específico. Si es necesario, puedes realizar ajustes para que la previsualización en pantalla se asemeje al resultado deseado antes de guardarla como un nuevo archivo. Realizar este paso es de vital importancia para así garantizar que la impresión final sea como realmente quieres, sin tener que producir múltiples impresiones de prueba ni ajustar minuciosamente la imagen cada vez que haya que imprimirla.