La grabación de un paisaje en cambio constante con la EOS R5

Evgenia Arbugaeva ha tenido un gran éxito con la fotografía. Sus documentales, que a menudo se centran en personas aisladas en lugares remotos, le han hecho ganar galardones como «National Geographic Storytelling Fellowship» y «Infinity Award» del Centro Internacional de Fotografía (International Center of Photography) de Nueva York.

Sin embargo, para un proyecto concreto, Evgenia decidió que las fotografías no bastaban para contar toda la historia. En su lugar, en colaboración con su hermano, el director de fotografía Maxim Arbugaev, rodó su primera película: un documental de 25 minutos titulado Haulout. El documental, naturalista y meditativo, se centra en el creciente impacto del cambio climático en la población de morsas del Océano Ártico.

Haulout fue nominado al Oscar en la categoría de mejor cortometraje documental de 2023 y recibió elogios tanto del Instituto de Cine Americano (American Film Institute) como de la Asociación de Documentales Internacional (International Documentary Association [IDA]): un extraordinario comienzo para la carrera cinematográfica de Evgenia.

La idea inicial de la película surgió cuando Evgenia estaba trabajando en otro proyecto en el que documentaba la comunidad indígena Chukchi en las orillas del mar Chukchi, en el círculo polar ártico. Estaba viajando con ellos en una cacería y llegó a una playa desolada donde había una pequeña cabaña de madera.

«La arena era oscura, como si la hubiesen quemado, y había un montón de huesos alrededor», explica Evgenia. «Los cazadores dijeron que cada año, miles de morsas atracan en esta playa y un científico viene a estudiarlas. Sonaba muy interesante».

Al año siguiente, en 2019, volvió con su hermano, conoció al biólogo marino Maxim Chakilev, y fotografió a las morsas.

Evgenia decidió grabar la película con su cámara Canon EOS R5. «Como era completamente novata en el proceso de rodaje cinematográfico, no quería tener que familiarizarme con una cámara diferente», afirma. «Me gustó mucho la ligereza y el cuerpo compacto de la EOS R5, que me permitió tener más confianza con mis movimientos».

«Normalmente utilizo el enfoque automático para tomar fotografías, por lo que trabajar con el anillo de enfoque mientras grababa era algo nuevo para mí. Descubrí que la función Focus Peaking de la cámara (que perfila las partes enfocadas de la escena en un color de tu elección) era una gran herramienta».

Haulout incluye una amplia variedad de tomas y, para captarlas todas, Evgenia y su hermano Maxim utilizaron varios objetivos Canon, entre ellos el RF 50mm F1.2L USM de Canon y el RF 70-200mm F2.8L IS USM de Canon. Sin embargo, para Evgenia, su objetivo habitual para hacer fotografías es el RF 24-70mm F2.8L IS USM de Canon, y con el vídeo fue igual.

«En un lugar pequeño y estrecho como la cabaña, necesitaba un objetivo gran angular, y 24 mm es a lo máximo que llego», comenta. «El extremo de 70 mm del objetivo es estupendo para retratos y para grabar a las morsas, porque estábamos muy cerca de ellas: simplemente abríamos la puerta y allí estaban».

Aparte de los retos obvios de vivir en una cabaña pequeña y remota durante tres meses, contaban con la dificultad práctica de mantener las baterías cargadas. «Tuvimos que usar un generador que producía bastante ruido y mal olor, así que estábamos limitados a la hora de recargar las baterías», cuenta Evgenia. «Tuvimos que ser muy precavidos a la hora de seleccionar qué grabar, cuándo grabábamos y cuándo parábamos».

Las morsas en sí también supusieron un reto durante el rodaje, ya que pueden llegar a medir 3,6 metros y pesar hasta 1.700 kg. «Aunque puedan parecer agresivas, son muy vulnerables porque no están en su entorno natural», explica. «Están muy alerta y se asustan con olores o sonidos extraños, como el ruido del generador. Cuando se asustan, entran en pánico, lo que puede provocar una estampida enorme. Así que tuvimos que tener cuidado de no inquietarlas».

Por eso Evgenia y Max a veces no podían ponerse de pie, ya que las morsas se asustan con los objetos verticales desconocidos debido a su escasa visión. «Tuvimos que tener mucho cuidado al grabar desde el tejado, y llegábamos a la zona de grabación arrastrándonos muy despacio y sin ponernos de pie», prosigue. «En la playa, cuando estábamos cerca de las morsas, teníamos que permanecer muy agachados».

Una vez finalizado el rodaje, Evgenia y Maxim volvieron a casa con unas 60 horas de grabación, la mayor parte de la cual se grabó como archivos de vídeo 4K DCI RAW y en Canon Log. Decidieron rodar en 4K y no en una resolución superior, en parte para reducir el espacio de almacenamiento necesario, pero también para evitar utilizar el generador con demasiada frecuencia para alimentar el equipo al cargar los archivos.

Aunque trabajar con vídeo fue todo un reto, Evgenia disfrutó del proceso de aprendizaje. «Para mí fue emocionante explorar un lenguaje diferente para contar historias», afirma. «Me di cuenta de que mi mente funcionaba de forma completamente diferente cuando dirigía y utilizaba el movimiento y el sonido. Pensaba más en la estructura de la historia y en lo que necesitábamos grabar».

Pero, ¿qué echaba de menos Evgenia del rodaje fotográfico? «Echaba de menos la naturaleza fragmentada de la fotografía; en una película, tienes que captar la atención del público durante todo el tiempo que dure y trabajar con cuidado con el tiempo que te den los espectadores», dice. «La mayor diferencia es que el rodaje cinematográfico te ofrece más capas a la hora de contar historias, como añadir sonido. Pero, dicho esto, esta experiencia me ha hecho apreciar aún más la fotografía».

«Ahora que he hecho esta película, no significa que vaya a ser directora de cine. Ambos medios son tan bonitos y especiales por sí mismos que creo que seguiré alternando entre los dos».


No te pierdas la película nominada al Oscar Haulout, de Evgenia Arbugaeva y Maxim Arbugaev.