«Cuando sé que voy a hacer impresiones, enfoco la fotografía de forma diferente», comenta el fotógrafo profesional Clive Booth. Y las impresoras fotográficas profesionales de Canon, como la imagePROGRAF PRO-1100, permiten a los fotógrafos ir más allá de la simple reproducción de una imagen para transformar las fotos en obras tangibles que emocionan. © Clive Booth
Un estudio puede decir mucho de su dueño, ¿verdad? Y, si no, fíjate en el del embajador de Canon Clive Booth. El suyo refleja la emoción palpable que siente ante las nuevas tecnologías, pero también, como la casa de campo del siglo XVI en la que se encuentra, la belleza y la profundidad de lo atemporal. Por eso, tiene todo el sentido que su proyecto más reciente, The Silence After Applause, tenga un pie en ambos mundos.
El término «pie», por supuesto, no podría ser más apropiado para este último trabajo con el Birmingham Royal Ballet. Su relación con la compañía se remonta a 2018, cuando realizó la primera sesión en estudio para presentar el sistema EOS R. Con el tiempo, Clive pudo dar rienda suelta a su pasión por la tecnología de la imagen y experimentar nuevas y emocionantes formas de plasmar su arte, como en su película inmersiva A Swan’s Story, grabada en 8K estereoscópico VR con el objetivo Canon RF 5.2mm DUAL FISHEYE y la cámara Cinema EOS R5 C.
Sin embargo, The Silence After Applause fue distinto.
«Una vez vi a alguien sostener un smartphone en una mano y decir: "con esto tomo notas"», recuerda Clive. «Luego levantó la cámara y añadió: "con esto escribo una novela"». Es la analogía perfecta para la carrera y la obra de Clive, que empezaron cuando, siendo estudiante de diseño gráfico, todos los caminos lo conducían a la impresión. Y, en gran medida, hoy no es diferente. Ese entendimiento profundo de su lenguaje, sumado a la sensibilidad de un artista para narrar historias y a la visión de un diseñador gráfico para crear impacto, hacen que no solo sepa cómo «escribir la novela», sino cómo lograr que la gente quiera, e incluso necesite, leerla.