Fuerza exterior, fragilidad interior: las historias secretas del ballet en impresión

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Grupo de bailarines de ballet con tocados ornamentados y maquillaje, que posan juntos sobre un fondo oscuro.

El mundo de la danza puede parecer un enigma. Por un lado, está lleno de romanticismo e historias de bailarines que alcanzan la cima de su arte contra todo pronóstico. Por otro lado, hay historias de disciplina y trabajo incesantes para lograr una ilusión perfecta que lo convierte todo en algo sencillo. Es normal que el público se quede fascinado y encantado.

Pero nadie sabe realmente lo que significa bailar, excepto los propios bailarines. En el Ballet Real de Birmingham (BRB), el Dr. Nick Allen ha dedicado su carrera a la fisiología y el bienestar de los bailarines, y el objetivo del proyecto de investigación que tiene actualmente entre manos se centra en ayudarles tanto durante su carrera como tras la jubilación. Descubre el fenómeno de la «Deficiencia energética relativa» (RED), que se presentará en la Expo Mundial de Osaka como parte de una exposición fotográfica impresa a gran escala titulada The Silence After Applause. Combina los datos médicos del Dr. Allen con las historias personales de los bailarines e instantáneas de momentos emotivos de sus vidas que no suelen verse, a través del objetivo del embajador de Canon, Clive Booth.

Los horarios de los bailarines son más exigentes que los de muchos otros deportes porque a veces actúan y entrenan más de 30 horas a la semana. Por lo tanto, nos quedaríamos cortos si dijéramos que encontrar el equilibrio nutricional ideal para un bailarín es un asunto complicado. Deben ser fuertes e incansables, y esto requiere una gran cantidad de energía, pero en comparación con otros atletas de resistencia, no pueden comer demasiados carbohidratos y arriesgarse a sentirse pesados o a perder «agilidad» durante sus actuaciones.

Persona con un traje para teatro con cuello de volantes y mangas transparentes con estampados, que sostiene una máscara plateada sobre su cara y mira directamente a la cámara.
Primer plano en ángulo bajo de la cara de un bailarín con mucho maquillaje, que se asoma por la boca abierta de un gran traje de rana con lentejuelas.

Este sutil equilibrio puede tener consecuencias peligrosas. La falta de energía puede afectar negativamente a la salud ósea y provocar osteoporosis en el futuro. «La osteoporosis suele llamarse “la asesina silenciosa” porque alrededor del 20 % de las fracturas osteoporóticas son mortales», indica el Dr. Allen. «Esto significa cuidar de la salud y el bienestar de los bailarines a corto plazo, pero también asegurar la calidad de vida de cara al futuro». Las bailarinas están más expuestas a este riesgo, ya que los cambios hormonales que se han observado durante la menopausia desempeñan un papel importante a la hora de mantener la densidad ósea. Sin embargo, cualquiera puede verse afectado, el impacto de la deficiencia energética relativa va más allá de la salud ósea y puede afectar a muchos de nuestros sistemas fisiológicos, así como a la salud mental.

Este es el elemento en el que se ha centrado Clive Booth, cuya pasión por la impresión le ha permitido visualizar con facilidad la forma en la que este mundo invisible podría transformarse en una experiencia física. Después de trabajar durante muchos años con las impresoras de gran formato de la serie imagePROGRAF PRO, entendió la capacidad que tenían para reflejar la verdad del momento. Captar detalles llenos de matices emotivos es fundamental para un proyecto de esta complejidad. «El uso de la impresión es la forma ideal de contar esta historia», comenta. «Y estoy trabajando con la última tecnología de Canon, desde el disparo hasta la impresión, por lo que la calidad es increíble. Hay integridad, autenticidad y poder en estas imágenes y en las impresiones, que son enormes, casi parecen tridimensionales cuando las miras».

Foto en blanco y negro de una chica joven sudando y sonriente con lazos en el pelo, mirando directamente a la cámara. En el fondo se ve parcialmente a otras tres mujeres jóvenes.
Retrato en blanco y negro de un hombre con el maquillaje corrido en la cara por el sudor. Lleva una camisa sobre los hombros.

El objetivo de estas sesiones ha sido combinar la investigación del Dr. Allen con la realidad cotidiana de un bailarín, explica Tom Rogers, antiguo bailarín y ahora productor de contenido creativo. «Es evidente que acaban de bajar del escenario. Las venas les palpitan, están sudando y transmiten mucha emoción. Pero ese trabajo tiene otro impacto durante un periodo de tiempo prolongado. Hay una tensión invisible». Las imágenes se tomaron durante varios meses, en momentos de ajetreado de la empresa: estrenos, noches de inauguración y agotadoras sesiones de cuatro semanas. Impregnadas de una narrativa con la visión del Dr. Allen del mundo fisiológico de los bailarines, las imágenes crean una historia convincente y poderosa.

«Los bailarines se someten a unos 28 análisis de sangre diferentes, tres veces al año», comenta el Dr. Allen. «Al principio de la temporada, cuando se podría decir que están en su mejor momento metabólico, hacen otro después de El cascanueces, probablemente uno de nuestros periodos más duros desde el punto de vista de la carga de trabajo, y luego otro después de un periodo de ensayos. Intentamos establecer las tendencias que pueden producirse, casi como si se tratara de medicina predictiva». Estos análisis de sangre van acompañados de otras mediciones, como la prueba de tasa metabólica en reposo y de densidad ósea con composición corporal completa. Estas pruebas le ofrecen una imagen clara al Dr. Allen, que las utiliza para comprender las necesidades nutricionales de los bailarines. «Fuera del foco de atención del público, esta es la realidad de lo que sucede después. Tenemos que ir más allá de lo superficial».

Este recorrido narrativo singular de datos médicos, investigaciones clínicas, testimonios de los bailarines y las impresionantes imágenes de Clive nos permite adentrarnos en la esencia del ballet. Al contemplar los enormes retratos, te das cuenta de inmediato de lo importante que es utilizar la impresión como medio de difusión. Es imponente, pero también invita a la reflexión, y está diseñada para guiar al público en busca de respuestas, como cualquier campaña informativa de éxito. Podría haber sido totalmente digital, pero las pantallas simplemente no encajarían con un trabajo de esta forma, color y textura.

Mathew Faulkner, nuestro director de marketing e innovación para EMEA en el grupo de impresión de gran formato, está muy acostumbrado a ver cómo la impresión logra cosas extraordinarias, pero incluso él se quedó impresionado cuando vioThe Silence After Applause por primera vez. «Este proyecto es uno de los mejores ejemplos del poder narrativo y emotivo de la impresión de gran formato en los que he participado, y eso que llevo 30 años en este sector», afirma. «La calidad, la riqueza y la profundidad hacen justicia al trabajo, al impacto que tendrá y al bien que hará en el futuro».

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