Fotografía digital o analógica: cómo una artista visual crea impresiones digitales con una estética analógica en casa

Los fotógrafos profesionales siempre han adoptado las herramientas del futuro a la vez que han encontrado inspiración en el pasado y sentido nostalgia por él. La fotógrafa y directora londinense Wanda Martin se dedica a la fotografía editorial y de moda con un estilo vintage y tonos sutiles que recuerdan al arte romántico.

«Empecé con la fotografía a los 15 años, y optar en un primer momento por el formato digitaI me dio la libertad de experimentar sin los costes relacionados con el revelado», explica Wanda. «Me atraía un estilo antiguo que guarda relación con mis dos principales inspiraciones: la mezcla de una belleza pictórica y la subcultura del rock and roll».

El estilo de Wanda es único y reconocible. Para la mayoría de sus trabajos comerciales usa las cámaras Canon EOS-1D X Mark II (a la que ahora sustituye la Canon EOS-1D X Mark III) y Canon EOS R5, que le ofrecen la calidad y precisión del color excelentes que necesita para clientes de lujo, como Dios y Louis Vuitton. «Estas cámaras también son increíbles en condiciones de baja iluminación: puedo disparar a ISO 6400 y apenas aparece ruido», añade.

A Wanda, que creció cerca del estudio fotográfico de su padre, también le encanta revelar fotografías de 35 mm y formato medio cuando tiene tiempo. «El proceso es algo muy mágico», comenta. «Nunca se sabe cómo va a ser el resultado exactamente».

En este artículo, Wanda nos cuenta cómo su pasión por el estilo analógico sigue inspirando su método y cómo las impresoras profesionales de Canon le han ofrecido la misma experiencia táctil que un cuarto oscuro para conseguir impresiones dignas de museo.

Existen bastantes similitudes entre las técnicas tradicionales del cuarto oscuro y el procesamiento moderno de fotos, incluidas herramientas de edición como la sobreexposición y la subexposición, y el ajuste de las exposiciones en el software de posprocesamiento. Wanda tiene mucha experiencia con el formato analógico, y su padre fue quien le enseñó el proceso del cuarto oscuro.

«Me enseñó a revelar películas en blanco y negro y creábamos impresiones», explica. «Fui a estudiar fotografía de bellas artes a Budapest, donde revelábamos negativos y hacíamos fotogramas». Durante su máster en el London College of Fashion, Wanda creó un documental analógico denominado «Nights Out». «Todas las fotografías se hicieron en formato analógico, y revelé y escaneé la mayoría de ellas en el laboratorio de la universidad», recuerda.

Aunque disfruta de las cualidades experimentales del formato analógico, a Wanda le resulta más fácil, rápido y práctico usar las cámaras digitales EOS en sus trabajos comerciales. «Es importante para el cliente y para mí asegurarnos de que logramos el resultado que buscamos», dice. «Con el formato digital, podemos revisarlo y recibir una respuesta al instante. Normalmente, hay que entregar rápido: tengo que enviar las vistas preliminares de una selección para su edición, a veces el mismo día de la sesión».

Durante la era analógica, lo común era que los fotógrafos comerciales optaran por una película fotográfica en concreto por el aspecto que aportaba. Con el formato digital, el ajuste de los niveles de exposición, ruido y equilibrio de color en los archivos RAW con software como Adobe Photoshop Lightroom* puede conseguir unos sorprendentes resultados similares.

En general, Wanda edita poco las fotos. «Después de la sesión, uso Adobe Camera Raw* y Photoshop, pero intento editar lo mínimo posible», explica. «No me gusta retocar la piel ni eliminar ciertos elementos a menos que el cliente lo pida específicamente».

Wanda lleva trabajando como fotógrafa profesional durante casi dos décadas, aunque su primera exposición en solitario tuvo lugar en 2021. Incluía impresiones a gran escala de sus trabajos profesionales, así como un proyecto conceptual más personal que creó durante el confinamiento de la pandemia de la Covid-19 de 2020.

«Creé autorretratos que hacían referencia a pinturas y heroínas emblemáticas de la historia del arte, y también empecé a montar collages con imágenes, pintura y fragmentos de texto», explica Wanda. Imprimió estos elementos por su cuenta con las impresoras imagePROGRAF PRO-300 y PIXMA serie TS5350 de Canon.

Aunque aún no ha probado las impresoras instantáneas de bolsillo de Canon como la Canon Zoemini 2, Wanda cree que serían una herramienta interesante para sus proyectos de autorretratos por la posibilidad de añadir notas y garabatos, y las herramientas de collage.

En las impresiones de mayor tamaño, Wanda usa la impresora imagePROGRAF PRO-300. Cuenta con una impresionante variedad de diez tintas, nueve de color y una transparente Chroma Optimizer, y ha descubierto que producen unos resultados vivos y realistas. «La impresora me proporciona una calidad de imagen espectacular con una amplia gama tonal y de colores», afirma. «Me encanta la precisión de la reproducción de los tonos que edito con tanto cuidado». A pesar de poder imprimir en formato A3+, es lo suficientemente compacta para usarla en un escritorio.

La impresora fotográfica PIXMA serie TS5350 con escáner ha permitido a Wanda crear sus obras de varias capas con una combinación de soportes. «Experimentar fue primordial, probando distintos ajustes, jugando con las imágenes de diversos tamaños para los collages y los diferentes papeles», dice. Le gustaron especialmente los papeles Canon Pro Luster LU-101 y Pro Premium Matte PM-101.

Crear impresiones en un cuarto oscuro es una experiencia táctil increíble, y eso era lo que Wanda quería con este proyecto. «Me interesaba mezclar diferentes soportes, y el aspecto analógico de las imágenes guarda relación con mi inspiración pictórica y experiencia con el revelado», comenta. «Quería que el público sintiera que podía asomarse a mis pensamientos más íntimos».

Los autorretratos de Wanda ya contaban con una claridad excelente desde sus cámaras Canon, pero descubrió la forma de que tuvieran un aspecto más crudo y de película. «La PIXMA TS5350 de Canon puede producir impresionas de 10 x 15 cm de gran calidad a hasta 4800 x 1200 ppp. Sin embargo, algunas veces usaba un ajuste de calidad inferior a propósito para reducir la nitidez perfecta de los archivos». De este modo, pudo lograr un aspecto fundido con más ruido que recuerda a las impresiones analógicas hechas un cuarto oscuro.

Las impresoras profesionales de Canon son compatibles con distintos papeles de los principales fabricantes, como los papeles Canson® Infinity y Hahnemühle, lo que ofrece aún más opciones de soportes a los fotógrafos como Wanda. «A través del software gratuito Professional Print & Layout de Canon, podía rectificar las imágenes en diferentes papeles y seleccionar los perfiles adecuados para conseguir los resultados exactos que buscaba», afirma.

En un mundo cada vez más digital, emerge la tendencia hacia la estética analógica y el deseo de impresiones físicas. «Este proyecto se ha convertido en una forma potente de autorreflexión y terapia artística», asegura Wanda. «Como parte de la terapia artística, para mí era muy importante trabajar con las manos, con mis impresoras en casa». Canon cuenta con un importante legado en la impresión fotográfica, y su gama seguirá permitiendo a los fotógrafos dar rienda suelta a la creatividad en el futuro.

Adobe, Photoshop, Lightroom y Camera Raw son marcas comerciales registradas o marcas comerciales de Adobe en Estados Unidos y otros países.