Copa del Mundo de Rugby 2023™: los fotógrafos de deportes del futuro

Los aprendices, que representaban a las 20 naciones del torneo, tuvieron que completar en primer lugar un proyecto «local» en el que captaran la esencia del rugby y la importancia del torneo en sus respectivos países. Desde el entusiasmo primitivo de los niños neozelandeses hasta la conmovedora representación del deporte como elemento de unión entre los reclusos de una prisión uruguaya, la variedad de fotorreportajes fue tan única y profunda como sus creadores.

En la segunda fase del programa, los fotoperiodistas fueron a la Copa del Mundo de Rugby 2023™ en Francia y fotografiaron a las selecciones de sus países en acción con ayuda de sus mentores de la AFP. En este artículo, cinco aprendices y sus mentores nos cuentan sus experiencias.

Proyecto local: «Japón es famoso por su alta esperanza de vida, pero las personas jóvenes como yo no sabemos realmente cómo disfrutan de la vida los mayores», explica Karen, que decidió documentar un equipo de rugby sénior. «Mi mentor me animó a acercarme a la acción en lugar de fotografiar desde la distancia. Esto me dio la oportunidad de transmitir mucho más».

Día del partido (Japón contra Chile): «Conocí a mucha gente de Japón en el partido y todos estaban muy emocionados, así que me esforcé al máximo para hacer fotos que transmitieran su optimismo y el partido en sí. Utilicé la cámara Canon EOS R3 con los objetivos Canon RF 400mm F2.8L IS USM y Canon RF 70-200mm F2.8L IS USM y me encantó la agilidad del AF y la nitidez de las imágenes. En deportes como el rugby, donde la pelota se lanza o se patea, esta puede pasar de un jugador a otro en un instante, por lo que tener un AF capaz de adaptarse a esa velocidad es una maravilla».

Proyecto local: Siyamazi apostó por el equipo de rugby del Jabulani Tech de Soweto, una rareza en un municipio dominado por el fútbol. Aunque al principio no estaba muy familiarizado con el rugby, el equipo le enseñó las reglas y acabaron estrechando lazos. «Deberías haberme visto corriendo de un lado a otro como pollo sin cabeza hasta que uno de los jugadores me enseñó», se ríe. «Me aseguré de hacer muchas preguntas, lo que fomentó un acercamiento con todo el equipo. La mayoría de los jugadores vienen de entornos muy pobres y son hijos de madres solteras. Es algo con lo que me pude identificar porque mi historia es similar. Hicimos muy buenas migas».

Día del partido (Sudáfrica contra Rumanía): «Había un ambiente electrizante con más de 45 000 aficionados cantando y celebrando. Me quedé boquiabierto mirando el estadio mientras me recorrían todo tipo de emociones y daba las gracias con una pequeña oración. Hice algunas fotografías espontáneas de los aficionados con el objetivo Canon EF 400mm f/2.8L IS III USM mientras caminaba hacia mi asiento. Antes utilizaba la EOS 50D de Canon, así que la transición a la EOS R3 de Canon fue un cambio considerable. Esa cámara es una bestia y facilitó muchísimo la experiencia. La función de AF con detección de ojos fue muy útil para seguir a los jugadores, porque la fotografía deportiva consiste en seguir la acción y no perderse los momentos clave. El diafragma amplio del objetivo EF 400mm f/2.8L IS III USM me ayudó a aislar los jugadores y conseguir ese atractivo fondo desenfocado aterciopelado. El objetivo Canon RF 70-200mm F2.8L IS USM me salvó cuando tenía que captar las reacciones y celebraciones de los aficionados. La experiencia en general es algo que recordaré con cariño toda la vida».

Proyecto local: A pesar de no contar con un entrenador oficial, el Itu-o-Tane College, un colegio mixto en el poblado de Avao, viene pisando fuerte. Su equipo femenino es campeón nacional y el equipo masculino domina tanto en rugby 7 como en rugby 15. «El rugby sigue siendo un deporte en vías de desarrollo en Samoa», explica Manaui. «El director del colegio es el entrenador y él tuvo la idea de incluir un equipo femenino». Desde entonces, dos de los chicos han sido elegidos para formar parte de la selección nacional masculina sub-20.

Día del partido (Samoa contra Chile): «Surrealista se queda corto para describir lo que sentí. Vengo de la pequeña isla de Samoa y nunca me habría imaginado en Francia rodeada por la flor y nata. Pero ahí estaba, viviendo un sueño. Soy una aficionada del rugby, por lo que entendía un poco las reglas, pero presenciar un partido del más alto nivel profesional fue increíble. Aunque solo tenía una cámara, aprendí rápido a identificar el mejor momento para cambiar de objetivo. Utilicé el objetivo Canon EF 400mm f/2.8L IS III USM durante casi todo el partido, pero cuando había un tiro en la línea de 10 metros, cambiaba al objetivo Canon RF 70-200mm F2.8L IS USM. La lección más valiosa que aprendí de mi mentor fue que tenía que ser paciente y tomarme mi tiempo al hacer fotos, pero la experiencia en general me ayudó a crecer tanto personal como profesionalmente».

Proyecto local: Valentine tenía muchas ideas, pero finalmente se decantó por fotografiar el Saint-Sulpice, un pequeño equipo de rugby amateur que hizo una buena clasificación en la liga a pesar de contar con un presupuesto limitado. «Quería compartir la emoción del equipo. Había mucho que contar sobre los jugadores, voluntarios, aficionados, amigos y familiares», comenta. «Mi mentor me hizo comprender que se puede utilizar el flash en exteriores para hacer retratos, algo que no había probado nunca».

Día del partido (Francia contra Uruguay): «¿Una Copa del Mundo de Rugby en Francia en la que juega la selección francesa? El ambiente iba a ser increíble en todo momento. Las gradas estaban llenas y el público estaba muy emocionado. Me sentí muy afortunada de tener la oportunidad de cubrir al país anfitrión. Me lo pasé muy bien haciendo fotos con mis dos cámaras Canon EOS R3. Una tenía acoplado un objetivo Canon RF 400mm F2.8L IS USM y la otra un objetivo Canon RF 70-200mm F2.8L IS USM. Mi mentor me animó a dejar de lado las fotos "fáciles" y a darles un toque original. La experiencia en general me ayudó a ganar confianza y me inspiró a dar lo mejor de mí. El progreso es mi objetivo principal».

Proyecto local: Tomás puso frente a la cámara el Pumpas XV, un equipo inclusivo de rugby de Buenos Aires. «Antes de estar en el equipo, se decía que los jugadores eran personas totalmente diferentes», afirma Tomás, que dice haber sentido ese efecto transformador que experimentaban los jugadores al entrar en el equipo. «Sus familias me dijeron que tener ese espacio les había dado un propósito completamente nuevo».

Día del partido (Argentina contra Inglaterra): «Para ser bueno de verdad en la fotografía de deportes tienes que conocer el deporte que fotografías, pero mi mentor Juan Mabromata era tan experto que básicamente sabía lo que iba a pasar de antemano, lo que supone una gran ventaja. Aprendí mucho de él. La velocidad de la EOS R3 de Canon para enfocar y disparar es algo que no había experimentado nunca y que resulta muy útil en la fotografía deportiva. La combiné con el objetivo Canon RF 400mm F2.8L IS USM, que es muy ligero en comparación con los modelos antiguos y resulta útil al fotografiar durante largos periodos de tiempo. Juan me sugirió utilizar el objetivo de 400 mm para llenar el encuadre con la parte superior del cuerpo de los jugadores, y luego cambiar a mi segunda cámara, la EOS R6 de Canon, acoplada con un objetivo Canon RF 70-200mm F2.8L IS USM, para crear variedad. También me enseñó a hacer siempre muchas fotos después de la que tenía en mente, por si acaso».