Conectando a la naturaleza y a las personas a través de las impresiones

En 2017, Pie Aerts dejó su trabajo de oficina para convertirse en fotógrafo. Aunque esto supuso todo un salto de fe, Pie estaba convencido de que contaba con la inspiración y la motivación necesarias para triunfar. Dicha inspiración vino de su pasión por la fotografía y el arte en forma física, como libros, cuadros e impresiones. Su motivación nació del deseo de conservar un planeta que sufre debido a la creciente desconexión entre las personas y la naturaleza.

En la actualidad, Pie usa su pasión por la fotografía y el arte impreso para indagar en la desconexión entre los seres humanos y la naturaleza, y para ayudar a sanar dicha división.

En 2020, Pie se embarcó en su proyecto más grande hasta la fecha, «Prints for Wildlife», en el que también participaron fotógrafos de naturaleza de todo el mundo. Este proyecto tenía por objetivo recaudar fondos mediante fotografías impresas para las reservas naturales de África que se han visto afectadas por la pandemia de Covid-19.

A continuación, Pie explica cómo imprimir su trabajo ha sido un aspecto esencial para su carrera como fotógrafo y su misión para volver a conectar a la humanidad con la naturaleza.

«En marzo de 2020, la gente celebró que el mundo natural al fin tuviera un respiro. Sin cosas como el turismo o el transporte aéreo, el planeta pudo recuperarse. No obstante, muy poca gente es realmente consciente del impacto que tendría la reducción del turismo en África. Marian y yo leímos sobre el tema y nos dimos cuenta de que la falta de financiación supondría un retroceso de varias décadas en el desarrollo de los objetivos de conservación.

»La mayor parte de los fondos que se destinan a labores de conservación provienen del turismo, ya sea de las entradas de los parques nacionales o las estancias en hoteles, pero todo se paralizó de la noche a la mañana. Como consecuencia, no se pudo pagar a los guardas forestales encargados de proteger los parques nacionales, por lo que mucha gente de la zona retomó la caza furtiva, la deforestación y otras actividades ilegales».

«Ante esta situación, decidimos recaudar 100 000 $ para la ONG African Parks, una organización que se dedica a la conservación basada en la acción humana. Nos pusimos en contacto con varios fotógrafos de naturaleza y les pedimos que nos enviaran una imagen. Vendimos cada una como impresiones de edición limitada por 100 $. La campaña se hizo viral y miles de fotógrafos de todo el mundo decidieron unirse a la causa. Logramos reunir a unos 125 profesionales, vendimos 6600 impresiones y recaudamos casi 700 000 $».

«Empecé a vender mis impresiones en 2017. El formato impreso siempre me ha interesado; colecciono libros y me gustas las buenas historias en periódicos y revistas. Naturalmente, el siguiente paso consistía en imprimir mi propio trabajo. También estaba cansado de la mentalidad actual, en la que tu trabajo tiene que captar la atención de alguien al instante. Fue algo que me alejó del mundo digital».

«El primer paso para proteger el planeta es hacer ver a todo el mundo lo hermosa que es la naturaleza. De esta forma, la gente estará más dispuesta a luchar por ella o donar dinero».

«Si subes una imagen a tu sitio web, tarde o temprano acabará desapareciendo. El contenido de Instagram se acaba perdiendo en el muro. Pero con las impresiones es totalmente distinto, ya que la gente puede tenerlas en casa y contemplarlas diariamente. Es algo que no se puede replicar de forma digital. Si mis impresiones animan a la gente a descubrir el mundo natural o les recuerda que vale la pena luchar por él, siento que he hecho algo importante».

«Fotografiar pensando en obtener impresiones de éxito no es nada fácil. Cuando trabajo sobre el terreno, suelo esbozar o imaginarme cómo será el acabado final. Pero es un tanto complejo, ya que, si solo tienes en cuenta dichos aspectos, acabarás fotografiando de forma arbitraria. Actualmente, la mitad de mi trabajo se basa en bocetos que realizo o en otras obras o temas que me llaman la atención, mientras que la otra mitad proviene de una completa libertad creativa».

»Para producir imágenes impresas, es importante tener en cuenta el producto final. Si hay algo que he aprendido es que siempre debes pensar en el acabado que tendrán las imágenes tras editarlas en Adobe® Photoshop® o Adobe® Photoshop® Lightroom®. Por ejemplo, yo siempre intento replicar la experiencia que tengo al trabajar sobre el terreno: es mediodía, una jirafa avanza por la sabana, hace calor y hay mucho viento y polvo. La imagen final debe transmitir esa misma sensación».

Creo que la mayoría de la gente, al igual que yo hasta el año pasado, da por hecho que el papel proviene de los árboles y que ese es todo el impacto que tiene en la naturaleza. Pero luego [descubrí] la cantidad de productos químicos y agua que se utilizan para crear papel y los desechos tóxicos que este proceso genera, y fue impactante».

»A raíz de eso, decidí cambiar por completo el enfoque de mi negocio de impresión por uno más sostenible, y el primer paso fue utilizar el papel Natural Line de Hahnemühle. No se fabrica con productos químicos y usa un 80 % menos de agua. Imprimimos toda la campaña de Prints for Wildlife en este tipo de papel y ahora también estoy trabajando en soluciones de envío sostenibles».

«Sí, casi siempre. Sobre todo porque vendo impresiones en tamaños superiores a 200 x 300 cm. Al trabajar con estos tamaños, es necesario contar con los mejores sensores. Cuanto más grande sea el sensor, mejor será la definición de la imagen impresa».

»No todas las imágenes deben tener una nitidez increíble. Captar una imagen distorsionada a propósito o aceptar la belleza de la imperfección también es algo positivo. Pero si buscas nitidez, el tamaño del sensor no debería limitarte. El sensor de la EOS R5 de Canon ofrece la mejor calidad fuera del formato medio, pero esto no implica tener que contar con la cámara más cara del mercado. La EOS 5D Mark IV o la EOS 6D Mark II de Canon ofrecen un gran nivel de definición».

«Durante una situación de pandemia en la que no sabes si perderás o no tu trabajo, ¿donarías 100 $ para conservar los entornos de África? ¿Y si recibes algo a cambio, como una impresión de un fotógrafo profesional que, normalmente, se vendería por 2500 $?».

»La campaña fue un éxito gracias a este nuevo enfoque», añade Pie. «Intentamos persuadir a las personas que normalmente no podrían o no estarían dispuestas a apoyar económicamente esta iniciativa a cambio de un producto físico, y funcionó».