ARTÍCULO

Procedimientos esenciales para sacar el máximo partido al 4K

The Canon EOS C500 Mark II.
La grabación de vídeos en 4K es ahora más sencilla que nunca gracias a las videocámaras profesionales compactas con capacidades 4K; sin embargo, su resolución superior significa tener que aumentar la potencia de procesamiento para gestionar los datos adicionales.

Debido a la continua demanda de vídeo de alta calidad por parte de los consumidores, la grabación en 4K se está convirtiendo en lo habitual rápidamente. «Hoy en día, los consumidores esperan contenido 4K y eso domina todas las áreas de la cinematografía», afirma el fotógrafo y videógrafo David Newton, que ha trabajado para las principales empresas internacionales. «Una vez que grabas en una resolución mayor no quieres volver atrás. Aunque entregar contenido 4K puede resultar complicado a veces, el dominio del 4K mejora la calidad de la grabación en HD.

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«En Dubái grabé en Cinema RAW Light 4K [el formato de archivo RAW compacto de Canon] con la EOS C200 de Canon a un derviche girador y un 4x4 sobre unas dunas de arena; en posproducción obtuve muchísima flexibilidad de gradación. Cuando trabajé en un hotel con la EOS C500 Mark II de Canon, en realidad estaba rodando en Cinema RAW Light de 5,9 K. Grabar en Cinema RAW Light es siempre toda una experiencia: capta una cantidad fantástica de detalles y datos».

Pero, ¿qué repercusiones tiene la grabación en Ultra HD en los flujos de trabajo y qué necesitamos para sacar el máximo partido de los datos producidos? «El flujo de trabajo en sí es prácticamente el mismo que con una grabación en HD, la diferencia se encuentra en el tamaño de los archivos con los que tenemos que trabajar», explica Paul Atkinson, especialista en productos de vídeo profesionales europeos de Canon. «Necesitarás almacenamiento adicional, pantallas de mayor resolución y un hardware más potente para aprovecharlo al máximo».

Dos cineastas profesionales nos cuentan cómo sacarle el máximo partido a grabar en Cinema RAW Light 4K con la EOS C300 Mark III, la EOS C500 Mark II y la EOS C200 de Canon, desde la captura hasta la edición, incluidos los flujos de trabajo remotos.

4K footage of a classic car being graded on 4K monitors.
Una estación de trabajo 4K requiere un monitor 4K de alta resolución para que la gradación sea precisa. © Joby Sessions

1. Tratar con más datos

Lo primero que hay que tener en cuenta al grabar en 4K son los «datos, datos y más datos», comenta David. «Cuando pases al ordenador, tendrás más datos. Es el siguiente paso del flujo de trabajo, por lo que necesitarás más espacio de almacenamiento y velocidades de escritura más rápidas».

«La EOS C300 Mark III de Canon, la última cámara que cuenta con el formato de archivo Cinema RAW Light, llenará una tarjeta de 512 GB en unos 25 minutos», explica Paul. Sin embargo, este formato de archivo sigue siendo increíblemente eficiente para grabar; una EOS C700 FF de Canon puede llenar una unidad de 2 TB en tan solo 21 minutos. «Cinema RAW Light ofrece todas las ventajas de un archivo RAW en un tamaño de archivo manejable que nos permite explotar de verdad las funciones de la cámara», añade.

Al comparar su flujo de trabajo actual con el de hace unos años, David afirma que la generación de datos 4K (o incluso 5,9 K con la EOS C500 Mark II de Canon) se ha vuelto más fácil de gestionar. «La tecnología se ha puesto al día en áreas como la memoria, el almacenamiento, el procesamiento informático y el procesamiento de gráficos, por lo que ya no resulta tan complicado como antes», explica. «Seguimos teniendo una gran cantidad de datos, pero conexiones como Thunderbolt 3 [con velocidades de hasta 40 Gbps] y tarjetas de memoria como CFexpress lo han simplificado bastante».

The Canon EOS C300 Mark III attached to a drone filming a ballerina on the wing of a 747.

Primera sesión con la EOS C300 Mark III de Canon

El cineasta Steve Holleran pone a prueba el nuevo sensor DGO y los más de 16 pasos de rango dinámico de la cámara filmando a una bailarina en un 747 abandonado.

2. Mayor potencia de procesamiento

«Se trata de archivos mucho más grandes y puede que haya quien no se lo espere, especialmente en cuanto a la potencia de procesamiento necesaria», explica Paul. «Si grabas a hasta 2,1 Gbps con la EOS C500 Mark II de Canon, o 1 Gbps con la EOS C300 Mark III y la EOS C200, se crearán muchos datos que debes ser capaz de procesar».

Se pueden consultar las especificaciones informáticas mínimas para el software Cinema RAW Development en el sitio web de Canon, pero cuanto mayor sea la capacidad de la estación de trabajo, más eficiente será el flujo de trabajo. «Necesitarás mucha más potencia de procesamiento informático y de gráficos», advierte David.

Se pueden procesar los archivos de Cinema RAW Light en Cinema RAW Development o utilizando soporte nativo en una amplia gama de sistemas de edición no lineal (NLE). «Hoy en día, el flujo de trabajo de Cinema RAW Light ya está muy extendido, y cuenta con el soporte de todos los principales paquetes de edición», continúa David. «En lugar de tener que convertir la grabación con Cinema RAW Development, podemos soltarla directamente en Adobe Premiere Pro o DaVinci Resolve».

Los complementos garantizan la compatibilidad con los programas, incluidos Final Cut Pro X 10.4 de Apple (con Canon RAW Plugin for Final Cut Pro X) y Media Composer de Avid Technology (con Canon RAW Plugin for Avid Media Access). Busca el sistema de edición adecuado en el sitio web de Canon.

David Newton with the Canon EOS C500 Mark II.
David Newton afirma que la generación de datos 4K (o incluso 5,9 K con la EOS C500 Mark II de Canon) ya no supone el desafío que era antes gracias a los avances en capacidades de memoria y almacenamiento.

3. Utilizar archivos proxy

Incluso al grabar en Cinema RAW Light, la captura en alta resolución hace que los archivos sean más grandes. Trabajar con archivos proxy (una copia exacta de la grabación con un tamaño más pequeño) ofrece una clara ventaja en la posproducción.

«Si grabas en RAW en una tarjeta CFexpress, puedes grabar al mismo tiempo una versión en 2K o Full HD en la tarjeta SD», explica Paul. «Con la EOS C300 Mark III de Canon también puedes hacerlo si grabas en XF-AVC. En vez de un archivo RAW de 10 o 12 bits o un archivo XF-AVC 4:2:2 de 10 bits, puedes capturar un archivo en Full HD o 2K a 4:2:0 de 8 bits en la tarjeta SD. De este modo, es mucho más fácil importarlo rápidamente al sistema de edición. También permitiremos la grabación de archivos proxy al grabar XF-AVC con la EOS C500 Mark II de Canon en una próxima actualización de firmware. Puedes realizar la edición utilizando el tamaño del archivo más pequeño y, a continuación, aplicar la lista de decisiones de edición a la grabación que ha pasado por posproducción».

A person stands behind a Canon DP-V2411 showing 4k video footage of cars.
Los monitores 4K de Canon, como el DP-V2411, ofrecen el color y el contraste reales necesarios para determinar con precisión el perfil de los nuevos datos de color que produce la grabación en 4K. © Joby Sessions

4. Invertir en un monitor 4K

Una pantalla de alta resolución, a un mínimo de 4K, es parte esencial de las herramientas del flujo de trabajo con este formato. «Los monitores son parte esencial del flujo de trabajo», comenta Paul. «Si grabas en 4K para obtener resultados 4K, necesitas ver la imagen en 4K. Necesitas asegurarte de que cuando trabajas con la gradación del metraje, estás viendo una representación fiel (necesitas un equipo equilibrado y bien calibrado que ofrezca colores y contrastes realistas). Asegurarte de que el color sea preciso es fundamental en el proceso del flujo de trabajo, y Canon proporciona la solución».

Los monitores como el DP-V3120 de Canon, la pantalla de referencia profesional 4K HDR de 31 pulgadas, ofrecen una calidad de imagen superior para las necesidades de supervisión y posproducción.

Sir Don McCullin stands, camera in hand, in the middle of a crowd in Kolkata.
Tras rodar un documental en India con Sir Don McCullin, el cineasta y fotógrafo Clive Booth volvió a Derbyshire mientras su editor, Tristram Edwards, se quedó en Londres. Ambos pudieron editar las 15 horas de grabación de manera colaborativa desde distintas ubicaciones. © Lance Miller

5. Considerar los flujos de trabajo remotos

Los avances tecnológicos han permitido que en la actualidad se puedan editar archivos 4K de manera colaborativa desde diferentes lugares. El cineasta y fotógrafo Clive Booth lo descubrió cuando grabó en la India McCullin in Kolkata, un documental sobre la leyenda del fotoperiodismo Sir Don McCullin.

Al volver al Reino Unido con más de 15 horas de grabación, Clive tuvo que quedarse en Londres para trabajar en la edición, lo que supuso una larga y cara estancia. «Buscaba una solución que me permitiera trabajar en Derbyshire, a unos 260 km», recuerda. El servicio Team Projects, que está integrado en Adobe Premiere Pro, After Effects y Prelude, permitió a Clive y su editor, Tristram Edwards, trabajar de forma remota y colaborativa en la misma edición.

«Cada uno tenía una unidad y el mismo proyecto descargado en el ordenador», explica Clive. «Con Team Projects pudimos acceder a los mismos recursos del mismo árbol de archivos y compartimos las pantallas». De esta manera, Clive podía observar el trabajo que hacía Tristram en el proyecto y, cuando quería ver la nueva edición, la cargaba en su pantalla secundaria con solo tocar un botón.

«Fue revolucionario», afirma Clive. «Es liberador saber que puedes hacerlo así. Estoy muy a favor de la colaboración y este flujo de trabajo no fue diferente, era como estar allí en persona. Hoy en día es posible que una parte enorme del proyecto cinematográfico se lleve a cabo de forma remota».

Escrito por Lucy Fulford


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