Consejos básicos de fotografía de productos para tu pequeña empresa

Nunca había sido tan sencillo poner en marcha un negocio desde casa. El aumento y la creciente popularidad de las compras online demuestra que se puede llegar a los clientes sin necesidad de una tienda física. Y, aunque esta es una muy buena noticia para las personas que buscan convertir sus aficiones en trayectorias profesionales, cada vez resulta más difícil hacerse notar.

En un mercado abarrotado, debes conseguir que la fotografía de tus productos destaque. «Es uno de los elementos clave», dice Sophie Sellu, que talla objetos de madera sostenible y reciclada a mano para su negocio, Grain and Knot. «Instagram es una de las principales formas de mostrar mi trabajo y, si las fotografías no son buenas, la gente no reaccionará ante ellas».

Después de invertir tiempo y esfuerzo en crear algo especial, lo que quieres es hacerle justicia a tus productos cuando los fotografías.

Sigue estos consejos básicos sobre fotografía de productos y aprende a darle a tu negocio la mejor oportunidad de alcanzar el éxito.

El uso de un trípode te ayudará a mantener un fondo uniforme para las imágenes. «Cuando hago fotos de un solo producto, lo tengo todo preparado antes de empezar», afirma Sophie. «Usar un trípode me permite utilizar el mismo encuadre y el mismo fondo en todas las fotos».

De este modo, puedes centrarte en organizar tus productos y conseguir que la iluminación sea perfecta. También te permite comprobar fácilmente la pantalla LCD de la cámara y ajustarla según sea necesario. Los trípodes ayudan a eliminar el riesgo de que la trepidación arruine tus fotografías, en especial si utilizas la aplicación Canon Camera Connect para activar el obturador de forma remota.

Al presentar los productos en tu sitio web o en tus plataformas sociales, debes pensar en los accesorios que vas a utilizar.

«Intento que todo sea bastante sencillo. Creo que siempre existe el riesgo de complicar las cosas más de la cuenta», afirma Sophie. «Normalmente empiezo con un solo elemento y, a continuación, añado más o retiro en lugar de sobrecargarlo». Mantener una configuración básica ayuda a no restarle protagonismo al producto.

Si estás buscando un fondo limpio, entonces deberías hacerte con una caja de luz o crearla tú cortando agujeros en una caja de cartón y cubriendo el interior con tela de muselina. Una vez que tengas tu caja, lo único que tienes que hacer es colocar el producto en el interior y el lienzo/paño blanco estirado alrededor del marco te proporcionará una foto sin sombras. Comienza con un fondo blanco para hacer que tu producto destaque y considera cambiar el color del fondo con una sencilla tarjeta de color para complementar tus diseños.

Para mostrar de verdad el detalle y la calidad de tus productos, es fundamental contar con una buena iluminación. No es necesario invertir en una iluminación cara: la luz natural de una ventana grande puede producir grandes efectos, ya que suele ser suave y difusa.

Para comenzar, solo tienes que colocar el producto cerca de la ventana y enfocar. Si una cara del producto es demasiado oscura, puedes utilizar un reflector o una cartulina blanca grande para que rebote algo de luz de la ventana sobre el objeto que estás fotografiando.

En algunos casos, es posible que quieras utilizar luz artificial. Aunque pueda resultar tentador utilizar algún elemento como una lámpara de sobremesa para iluminar el producto, es mejor que evites hacerlo. Esto se debe a que la temperatura del color de las dos fuentes de luz será diferente: la luz de la lámpara de escritorio será más amarilla que la luz natural, lo que dificultará obtener el balance de blancos correcto en la imagen final.

Es mucho mejor utilizar un flash Speedlite, como el Speedlite 430EX III-RT de Canon, que proporciona una salida de luz con una temperatura de color similar a la de la luz del día y no afectará al balance de blancos. Montar una caja grande de luz para obtener una iluminación difusa en un Speedlite colocado de forma remota puede ofrecer excelentes resultados.

Si no dispones del espacio suficiente o quieres algo un poco más sencillo, las luces de LED de sobremesa ofrecen una excelente alternativa. Cuando elijas una luz de LED, asegúrate de que puedes ajustar la temperatura del color a unos 5600 K (Kelvin), ya que así la calidez de la luz se adaptará al ambiente de la luz natural del día. También debes tener en cuenta la posibilidad de elegir una luz de LED con un valor alto de índice de reproducción cromática (CRI, por sus siglas en inglés): 95 es el número ideal, ya que cualquier número inferior afecta negativamente a la forma en que aparecen los colores en las imágenes.

Como no quieres que el fondo le quite protagonismo al sujeto, puedes intentar utilizar una abertura rápida para reducir la profundidad de campo y desenfocar más la escena.

Puedes conseguirlo disparando en Prioridad de abertura: selecciona Av y utiliza la abertura más amplia disponible. Si utilizas un objetivo de 18-55 mm en la EOS 850D, es probable que la abertura sea de f/5,6 a 55 mm.

Si disparas con esta abertura, podrás desenfocar el fondo, pero para conseguir que tus productos destaquen, quizá te interese optar por un objetivo de focal fija como el EF 50mm f/1.8 STM, o el RF 50mm f/1.8 STM, en caso de que utilices una cámara del sistema EOS R. Aunque puede que algunos de tus productos se desenfoquen al disparar con una abertura amplia, la capacidad de disparar hasta f/1,8 significa que es posible conseguir un bonito efecto bokeh de fondo que hará que tus productos destaquen.

Lo que no podemos olvidar en cuanto a la fotografía de productos, es que no hay que precipitarse. Al principio, esta tarea le pareció a Sophie muy abrumadora debido a su importancia. «Entonces me di cuenta de que tengo que mostrar a la gente lo que hago y entendí que dedicar un día a fotografiar los productos era tan importante como dedicarlo a crearlos».

Puedes seguir la trayectoria de Sophie en su Instagram @grainandknot.


Escrito por Phil Hall