La historia tras la extraordinaria foto de Audun Rikardsen de una ballena bajo el agua

Cuando una orca apareció en el lugar perfecto, justo debajo de la superficie del agua, al mismo tiempo que el sol de noviembre iluminaba las profundidades marinas, Audun Rikardsen supo que aquella era su única oportunidad de conseguir la toma. Al día siguiente, el sol se pondría por última vez ese año en Tromsø y le seguirían dos meses de noche polar, con 24 horas de oscuridad.

Como científico que es, Audun había planeado esta fotografía hasta el último detalle. Quería que el sol estuviese tan bajo en el horizonte como fuese posible, con olas esparciendo los rayos de luz y una ballena justo debajo de la superficie, de modo que pudiese encuadrarla con los rayos de sol como fondo perfecto. No se trataba solo de su propia satisfacción, le interesaba que todos esos elementos se combinasen porque un equipo del principal canal de noticias de Noruega estaba grabando un documental sobre la fotografía de ballenas de Audun y necesitaban las tomas antes de que diesen comienzo los dos meses de oscuridad.

«Las ballenas aparecen con la llegada de los arenques a los fiordos a principios de noviembre», nos cuenta Audun, «lo que me daba un margen de una semana y media para capturar la imagen antes de que el sol se pusiese definitivamente el día 15. Pero, además, necesitaba las condiciones perfectas, con la luz, las olas y, por supuesto, la ballena; algo que solo ocurrió el último día».

Configuración científica

Ese día, las ballenas nadaban en círculos alrededor de un barco pesquero, así que Audun se sumergió con una máscara de buceo para echar un vistazo. Dado que la temperatura exterior estaba por debajo de los cero grados, Audun se colocó un traje seco con varias capas de ropa cálida por debajo. La indumentaria le dificultaba el buceo, así que nadó cerca de la superficie del agua y sumergió la cámara en el interior de la carcasa un par de metros por debajo de él, anclada a un palo. No podía ver lo que capturaba la cámara, pero colocó el enfoque manualmente en el punto exacto donde quería que apareciese la ballena. También había probado varias configuraciones y objetivos para garantizar que lo tenía todo a punto.

Ilusión visual

Además de seleccionar el entorno adecuado, uno de los grandes desafíos de esta toma fue el uso del ángulo de la cámara perfecto para lograr una composición potente. Cuando se lleva una máscara de buceo, es muy fácil que la perspectiva submarina distorsionada te engañe, como cuando introduces un objeto en el agua y la parte que queda sobre la superficie parece que se ha roto. Este efecto también se aplica a la posición de la cámara. «Cuando colocas la cámara en el ángulo que te parece idóneo, por lo general, se encuentra demasiado elevado», explica Audun. «Yo soy consciente de ello, así que siempre sitúo la cámara más abajo de lo que creo que debería estar para obtener el ángulo perfecto».