Para lograr esta impresionante imagen, la fotógrafa profesional de belleza y moda Tina Eisen colaboró con una maquilladora conocida por su capacidad de hacer que los productos goteen. Aun así, fueron necesarias varias tomas, y limpiar el maquillaje y volverlo a aplicar entre cada una para que quedara perfecto. Imagen tomada con una EOS 5D Mark IV y un objetivo EF 100mm f/2.8 Macro USM de Canon, con una configuración de exposición de 1/125 s a f/7,1 e ISO 160. © Tina Eisen
Muchas personas pueden considerar la fotografía macro y la de belleza dos actividades independientes. Sin embargo, para la fotógrafa de moda y belleza Tina Eisen, ambos géneros van de la mano. En su opinión, la fotografía macro es una vertiente creativa e interesante de su trabajo que comenzó a explorar hace unos cuatro años.
«Estaba realizando una sesión en la que tenía que colocar unos insectos brillantes en el ojo de una modelo», explica Tina. «Hice la foto y me di cuenta de que el resto de su rostro (los labios, la nariz, el pelo...) no tenía nada que ver con lo que estaba intentando mostrar. Quería reducir el encuadre a un área pequeña porque el resto de su rostro distraía de la historia. Todo lo demás no debía estar ahí; quería utilizar como lienzo únicamente su ojo. Me vuelven loca los detalles y, en cuanto empecé a capturar imágenes de belleza macro, supe que quería seguir haciéndolo. Me encanta el detalle de la fotografía macro».
Al principio, los modelos y los clientes de Tina no tenían interés por la fotografía de belleza macro y tenía que incluirla como podía entre otras sesiones. «Antes de que las redes sociales se hicieran populares, las marcas no habían descubierto completamente el arte de mostrar sus productos en imágenes macro creativas», explica. «A las agencias y los modelos no les entusiasmaban las fotografías macro porque en ellas no se les reconoce y, por tanto, no resultaban útiles en un portfolio, a menos que se tratara de modelos de partes específicas del cuerpo, como sus labios u ojos. Por eso, siempre se trataba un proyecto secundario; capturaba muchas imágenes del rostro completo y después hacía una rápida sesión macro».