Tim Flach no es un fotógrafo de la naturaleza convencional. Es conocido por sus retratos de estudio de animales con una inmaculada iluminación, desde perros a caballos, monos y leones, en los que enfatiza sus cualidades expresivas casi humanas. Pero aunque en Endangered, el quinto libro de Tim, emplea un enfoque similar, lo que le mueve es un mensaje subyacente: nuestra relación con la naturaleza está al borde del precipicio.
«Nos encontramos en un momento único de nuestra historia. Siento la urgencia de que necesitamos cambiar culturalmente», dice Tim. «Por primera vez, no son las fuerzas de la naturaleza las que ponen en peligro a las especies y marcan el planeta, somos nosotros. En el pasado, la naturaleza era considerada fuerte y nosotros éramos vulnerables. Ahora la naturaleza es la vulnerable».
Otra diferencia con Endangered es que, en lugar de llevar los animales a su estudio para fotografiarlos, lo hace en una variedad de distintos entornos. Durante dos años y medio, Tim viajó por el mundo haciendo fotos de rinocerontes blancos en Kenia, mariposas monarca en México y águilas en Filipinas. Estaba entusiasmado con mostrar no solo a las especies obviamente carismáticas, como los elefantes, los pandas o los tigres, sino otras formas de vida en ocasiones menos glamurosas, como los insectos o el liquen, por ejemplo.