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El negativo digital: grabación en Cinema RAW Light

A scene from Brett Danton's Jaguar ad shot on a Canon EOS C500 Mark II.
El realizador de publicidad Brett Danton, que ha trabajado para grandes marcas como Jaguar, es un gran fan del formato de archivo Cinema RAW Light, ya que le permite capturar la mayor cantidad de información digital posible y le ofrece mejor flexibilidad durante la fase de posproducción. © Brett Danton

Cada vez son más los realizadores que ven la luz. Hablamos de Cinema RAW Light, el formato de archivo RAW compacto desarrollado por Canon que ofrece a los creativos resultados imposibles de conseguir con otros códecs de forma rápida y sencilla.

«Mucha gente le tiene miedo al formato RAW porque dicen que es difícil trabajar con él, pero eso no es verdad», comenta el realizador de publicidad Brett Danton, que descubrió las bondades del formato Cinema RAW Light tras el lanzamiento de la EOS C200 de Canon, aunque también está disponible en la EOS C500 Mark II y la EOS C300 Mark III.

Ollie Kenchington, director de una galardonada agencia de producción cinematográfica corporativa y reconocido experto mundial en técnicas de gradación de color, comparte su misma opinión. «Desde un punto de vista cromático, Cinema RAW Light es un códec fabuloso. La cantidad de datos que contiene es asombrosa. Y no solo eso, sino que también hace poco uso de la CPU, lo que permite reproducir el contenido fácilmente. Son dos detalles con los que sueña cualquier profesional: cientos y cientos de datos lo suficientemente ligeros como para editarlos en un portátil».

¿Cómo se pueden aprovechar al máximo las oportunidades creativas que ofrece este formato de grabación? A continuación, Brett y Ollie explican qué les ha llevado a decantarse por el formato Cinema RAW Light y desvelan lo fácil que resulta incorporar este formato de archivo a un flujo de trabajo de grabación y gradación estándar.

Archivos más pequeños sin sacrificar la calidad

El formato RAW garantiza un control óptimo de la calidad de la imagen, maximiza el rango dinámico y ofrece un mayor control de la gradación durante la fase de posproducción. Pero grabar en formato RAW completo de 16 bits genera archivos de un tamaño exorbitado con los que es complicado trabajar. A veces las cámaras necesitan un dispositivo de grabación independiente y un software específico para transcodificar la grabación a un formato compatible con los programas de edición. Este es un aspecto que, tradicionalmente, siempre ha limitado el uso del formato RAW en grandes producciones.

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Al grabar en formato Cinema RAW Light de Canon, se obtienen archivos más pequeños, de un tercio y un quinto del tamaño de los archivos RAW estándar, sin sacrificar la calidad de imagen o la fidelidad cromática. La EOS C200 de Canon permite la grabación interna en 4K en una tarjeta CFast 2.0. A su vez, la EOS C500 Mark II permite grabar en formato Cinema RAW Light de forma interna en 5,9K con tarjetas Cfexpress. Por su parte, la EOS C300 Mark III admite la grabación continua en 4K a velocidades de hasta 120 fps en formato Cinema RAW Light, también con tarjetas CFexpress.

Cinema RAW Light no graba con la típica estructura de fotograma a fotograma del formato RAW. En vez de eso, la información se compila en un único archivo de vídeo RAW, lo que permite a los realizadores extraer todos los datos posibles de sus cámaras con la más alta calidad.

«Me gusta pensar en el formato RAW como una especie de "negativo digital". Es un formato que te permite obtener la mayor cantidad de información posible y tener control total sobre lo que puedes hacer con la imagen más adelante, por lo que es posible volver atrás y rediseñar el contenido grabado», explica Brett. «Por ejemplo, Netflix exige que el contenido esté en HDR, así que si les interesa un documental que has grabado en RAW, siempre puedes corregirlo. La forma en la que grabes no es un problema. Y en mi caso, logro que los colores sean más intensos y profundos».

«Los datos que obtienes te ofrecen todo tipo de posibilidades creativas», añade Ollie. «Hablamos de 1000 millones de colores a 10 bits y 68 000 millones a 12 bits. Y ya no es solo que contemos con una enorme paleta de colores, sino que estos, a su vez, se encuentran condensados en una gama increíblemente extensa. En términos de respuesta de color, la opción Canon Cinema Gamut es más amplia que la que capta el ojo humano. Por lo tanto, disponemos de una gran cantidad de colores que podemos capturar en una amplia gama, así que las posibilidades son infinitas. En cierta medida, nos permite prepararnos para el futuro según el tipo de productos o resultados disponibles».

Red-tinged clouds and orange skies at sunset reflected in the water below.
El experto en gradación de color Ollie Kenchington graba en Cinema RAW Light porque «cuenta con una información de color muy amplia». © Ollie Kenchington
The Canon EOS C500 Mark II.

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Grabación en Cinema RAW Light

Dado que no es necesario el uso de unidades de grabación externa, el proceso de captura es bastante similar al que se utilizaría con un códec comprimido, aunque Brett graba con una exposición distinta en Cinema RAW Light. «Con el formato RAW, intento recopilar la mayor cantidad de información posible en lugar de buscar una exposición que me aporte un acabado específico. Ese es un detalle que decidimos durante la fase de posproducción», aclara.

«Si tu intención es conseguir un acabado HDR, debes evitar apagar las zonas luminosas. Cuando el sujeto presenta un gran contraste, hay que decidir dónde aplicar el área de sombra. Lo ideal con RAW consiste en eliminar las sombras ligeramente y no aplicarlas en la parte inferior, ya que ahí se puede generar ruido. En mi caso, uso la forma de onda para asegurarme de que no he reducido las luces de las partes más luminosas de la imagen y, a continuación, compruebo si esto oscurece algún elemento importante. Luego puede que reduzca las partes brillantes un poco más».

Ollie siempre recomienda grabar una tabla de colores y ajustar el balance de blancos en cada toma. «Hay gente que cree que obtener la exposición y los colores correctos no es importante al grabar en RAW, pero son detalles muy útiles», comenta.

Una de las grandes ventajas de grabar en Cinema RAW Light es que el tamaño de este tipo de archivos es lo suficientemente pequeño para editarlo. Aunque Brett aún genera archivos proxy, una copia exacta del contenido de la grabación pero con un tamaño de archivo menor, normalmente solo los usa para que los clientes comprueben el resultado durante los rodajes. «He trabajado con las tres cámaras Canon que permiten grabar en Cinema RAW Light», afirma. «Cuando lanzaron la EOS C200 de Canon, creamos un flujo de trabajo para archivos proxy y editábamos dichos archivos», explica Brett. «Ahora solo utilizo proxies para cargar tomas en una tabla de consulta y que los clientes puedan echar un vistazo».

Computer screens and monitors set up for a video editing workflow.
Tradicionalmente, los realizadores han evitado utilizar el formato RAW porque trabajar con este tipo de archivos resulta complicado dado su tamaño. Sin embargo, el formato Cinema RAW Light ofrece archivos de menor tamaño que se pueden implementar fácilmente en cualquier flujo de trabajo de grabación o gradación. © Ollie Kenchington
A close-up of a woman's face.
A Ollie le encanta la flexibilidad que le ofrece este códec a la hora de ajustar el espacio de color y la curva gamma. © Ollie Kenchington

Capacidades informáticas mejoradas

Para aprovechar al máximo las ventajas de grabar en formato Cinema RAW Light, es necesario contar con almacenamiento adicional, pantallas con una mayor resolución y sistemas de hardware potentes. No obstante, ciertos aspectos tecnológicos como la memoria, el almacenamiento, los gráficos o el procesamiento se encuentran en constante evolución. «Las tarjetas de memoria CFast y CFexpress son increíblemente sólidas y rápidas, lo que agiliza muchísimo las descargas», comenta Brett. «Es mejor mantener el software y los archivos en dos dispositivos de almacenamiento distintos. Por ejemplo, yo guardo las grabaciones en formato RAW en un disco duro externo Thunderbolt 3, mientras que para el contenido de mi portátil utilizo una SSD. Si las grabaciones no se reproducen de forma fluida, normalmente suele ser por la unidad externa».

«Esto te permite verificar el contenido de manera muy simple, algo increíble», añade Ollie. «Tenemos un archivo repleto de información de color y con una gran cantidad de datos y, aun así, pesa tan poco que hasta puedes editarlo o combinarlo con otros archivos incluso en un portátil. Pocos sistemas presentan dificultades a la hora de lidiar con estos archivos. A principios de año hice una demostración con el espectacular monitor DP-V3120 de Canon [el monitor de referencia profesional 4K HDR de 31 pulgadas] mientras lo controlaba todo desde un MacBook Pro de 16 pulgadas. Me resulta increíble que se pueda trabajar con este tipo de archivos en un portátil. Te abre la puerta a un sinfín de posibilidades».

A top-down shot of a Canon EOS C300 Mark III filming a glass bottle ringed by light tubes.
La EOS C300 Mark III de Canon es la cámara más reciente compatible con Cinema RAW Light, capaz de grabar en 4K a hasta 1 GBps. Tanto la EOS C300 Mark III como la EOS C500 Mark II de Canon han sido incluidas en la lista de cámaras autorizadas por Netflix. © Brett Danton

Flujo de trabajo de los procesos de edición

El software Cinema RAW Development de Canon permite convertir archivos Cinema RAW Light a un códec compatible con una amplia variedad de sistemas de edición no lineal (NLE). Asimismo, las grabaciones se pueden insertar directamente en Adobe Premiere Pro y DaVinci Resolve, mientras que los plugins ofrecen compatibilidad con Final Cut Pro X 10.4 de Apple (mediante el plugin Canon RAW para Final Cut Pro X) y Media Composer de Avid Technology (a través del plugin Canon RAW para Avid Media Access).

«En lo que se refiere a procesos de recorte y edición, además de herramientas de gradación para tratar el color, Cinema RAW Light no es tan diferente de otros tipos de archivos», comenta Ollie. «No hay un flujo de trabajo específico. Cada software cuenta con ligeras diferencias a la hora de presentar las herramientas RAW. Como las imágenes RAW no tienen aplicadas una curva gamma, puedes utilizar Rec.709, Canon Log 3, Log 2 o Log».

«También te permite configurar la ISO, la gama de colores, la curva gamma, el balance de blancos, el matiz, las luces y sombras, y la nitidez. Es un archivo 4:4:4 que cuenta con la información del patrón Bayer al completo gracias al sensor de la cámara. Te proporciona un control total y la posibilidad de revertir cualquier cambio. En definitiva, se trata de un códec al que podemos sacarle mucho partido si es necesario, lo que ofrece un sinfín de oportunidades creativas».

Todas estas opciones podrían resultar un tanto confusas para los realizadores menos experimentados, sobre todo al combinar grabaciones de diferentes cámaras, pero es en ese tipo de situaciones donde realmente se aprecian las ventajas de un flujo de trabajo Cinema RAW Light de Canon íntegro. «Cuentas con las mismas características del formato RAW en las tres cámaras de Canon, lo que te permite mantener la consistencia o combinar los archivos», explica Brett. «Al grabar en Cinema RAW Light, la EOS C200, la EOS C300 Mark III y la EOS C500 Mark II de Canon se complementan a la perfección», añade Ollie.

Escrito por Adam Duckworth


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