Grabar en entornos complejos: el rodaje de En sus manos: Una alcaldesa en Afganistán

La amplia experiencia en entornos hostiles del cineasta Marcel Mettelsiefen, ganador de un BAFTA, le ha convertido en un «storyteller» experimentado. En este artículo, nos cuenta su experiencia en el rodaje de En sus manos: Una alcaldesa en Afganistán, una historia conmovedora sobre la alcaldesa más joven de Afganistán.
Una toma de En sus manos: Una alcaldesa en Afganistán en la que se ve a Zarifa Ghafari sentada en una embarcación azul con los brazos abiertos y los ojos cerrados; tomada por Marcel Mettelsiefen.

Marcel Mettelsiefen pasó muchos años con Zarifa Ghafari por el documental de Netflix En sus manos: Una alcaldesa en Afganistán y cree que confiar en los protagonistas de tus obras es el factor más importante en la grabación de documentales. «Son personas a las que tienes que ganarte», señala. «Quería estar en una situación en la que se olvidasen de mí para así poder entenderlos de verdad». © Marcel Mettelsiefen

El realizador de documentales y embajador de Canon Marcel Mettelsiefen sabe bien lo que es grabar en terreno peligroso. Este cineasta alemán que graba su propio material empezó como fotoperiodista autónomo hace casi 20 años y ha estado en zonas en conflicto de todo el mundo. Desde que dio el paso a la cinematografía, ha grabado documentales galardonados en algunos de los entornos más hostiles del planeta.

Para el documental de Netflix En sus manos: Una alcaldesa en Afganistán, Marcel y la codirectora Tamana Ayazi pasaron más de dos años documentando el viaje de Zarifa Ghafari, la alcaldesa más joven de Afganistán. «Cada documental supone un desafío porque formas un vínculo muy fuerte con los personajes», explica. «La grabación de documentales consiste en colarse en la vida de alguien y ganarte su confianza entregándote por completo a la historia. Grabar es el 5 % del trabajo; el resto es ser un amigo, un psicólogo».

En este artículo, nos explica cómo enfoca los proyectos, los desafíos a los que se enfrentó en el rodaje de En sus manos: Una alcaldesa en Afganistán y la manera en que se convirtió en algo mucho más grande de lo que Zarifa y él imaginaron al principio.

Una toma de En sus manos: Una alcaldesa en Afganistán, grabada por Marcel Mettelsiefen, en la que se ve un primer plano de la cara de Zarifa Ghafari mientras la abraza un hombre.

El interés de Marcel por las personas lo lleva a seguir volviendo a entornos hostiles. «Son personas en situaciones extremas: lo mejor y lo peor del ser humano. Para mí es un privilegio ser testigo de esto, conocer a esas personas y poder narrar sus historias». © Marcel Mettelsiefen

Una toma de En sus manos: Una alcaldesa en Afganistán en la que se ve a un hombre y a Zarifa Ghafari en un balcón con vistas a la ciudad, mientras Zarifa sostiene un peluche; tomada por Marcel Mettelsiefen.

Todo aquel que quiera seguir los pasos de Marcel debe entender que una gran parte de la grabación de documentales consiste en esperar a que pasen cosas. «Hay muchos momentos en los que no se trabaja porque no pasa nada, y en un país como Afganistán, todo es complicado», explica. «El idioma es un obstáculo y tienes que ser muy eficiente». © Marcel Mettelsiefen

Encuentra tu historia

En la grabación de documentales, encontrar a tu protagonista es algo fundamental. La inmensa labor que realizó Marcel en Afganistán le permitió crear una red de contactos. «Siempre empiezas con una idea, en este caso, se trataba de una mujer fuerte en un país dominado por los hombres, que intenta hacer carrera política en medio de todo el barullo», explica. «La grabación de documentales te permite descomponer el contexto político en líneas argumentales emotivas al encontrar personajes que te llevan con ellos».

Cuando conoció a Zarifa, Marcel se quedó inmediatamente impresionado con su imponente presencia. «Cuando la conocí, era la única mujer que encabezaba una manifestación de 400 personas en favor de la paz, la educación y la igualdad en la calle más peligrosa de Afganistán, donde ya había sido atacada en el pasado», afirma.

Un técnico con guantes limpia el sensor de una cámara de Canon.

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Una toma de En sus manos: Una alcaldesa en Afganistán en la que se ve un primer plano del perfil de un hombre sentado en un coche mirando al frente; tomada por Marcel Mettelsiefen.

La primera vez que ve a sus sujetos, Marcel no suele llevarse la cámara. «Las personas tienen que entender quién eres y tú tienes que convencerles de que los sigues con un propósito», explica. «Tienes que hablar mucho de ti. También es importante que ellos me conozcan». © Marcel Mettelsiefen

Una toma de En sus manos: Una alcaldesa en Afganistán en la que se ve un hombre sentado en una alfombra sosteniendo a un niño en sus brazos; grabada por Marcel Mettelsiefen a través de una cortinas finas.

La compacta y ligera cámara Canon EOS C300 Mark III se ajustó a la perfección al estilo de grabación de Marcel. «Si grabas tu propio material, te tienen que percibir como un ser humano, no como una cámara», señala. «Si la cámara es muy grande, desapareces. Tienes que hacerte ver». © Marcel Mettelsiefen

Evaluar el riesgo y la recompensa

Marcel tiene décadas de experiencia en entornos hostiles y aprovechó esos conocimientos adquiridos en proyectos anteriores para mantenerse a salvo. «Llevar 20 años cubriendo conflictos me ha dado cierta intuición», señala. «No me gusta ponerme en peligro, y no puedes controlar lo que pasa sobre el terreno».

Trabajar y grabar con Tamana, la codirectora, le sirvió para evaluar los niveles de peligrosidad cada día. «Evaluábamos el riesgo y tratábamos de comprender hasta dónde podíamos llegar, y en más de una ocasión dijimos que no», afirma. «Hacíamos un buen equipo porque yo era extranjero y Tamana de Afganistán, y debatíamos lo que era inteligente y lo que no era una buena idea».

Una toma de En sus manos: Una alcaldesa en Afganistán en la que se ve un paisaje desértico de Afganistán, con jinetes a la izquierda y personas sentadas a la sombra a la derecha del encuadre; grabada por Marcel Mettelsiefen.

A la hora de editar, Marcel señala que es fundamental combinar secuencias enérgicas con momentos más lentos. «Hacen falta secuencias con acción en las que pasen cosas y otras más tranquilas», afirma. «Necesitas el ascenso y la caída». © Marcel Mettelsiefen

Grabación cinematográfica en una zona de guerra

La ambición de Marcel con En sus manos: Una alcaldesa en Afganistán era producir un documental cinematográfico, pero era fundamental que su equipo fuese fácil de transportar, razón por la cual optó por la EOS C300 Mark III de Canon. «Como soy un cineasta sin equipo, tengo que ser capaz de olvidarme de la cámara para centrarme en todo lo demás», comenta. «Siempre intento llevar poco peso y seguir haciendo grabaciones cinematográficas, y esta cámara combina justo esos dos elementos».

Para que el equipo fuese lo más ligero posible, Marcel grababa principalmente con objetivos EF y EF-S, como el EF-S 17-55mm f/2.8 IS USM de Canon, que prefiere por su estabilización de imagen integrada de 3 pasos y su nitidez. Cuando tenía tiempo de parar y hacer tomas cinematográficas épicas, usaba objetivos de focal fija, como el EF 85mm f/1.8 USM de Canon. «También trabajo mucho con el objetivo Canon EF 70-200mm f/2.8L IS III USM, que es una herramienta muy importante para poder observar el fondo», señala.

«Afganistán es uno de los pocos países del mundo en los que no ha cambiado nada en los últimos 2000 años», indica Marcel. «Quería mostrar la belleza del país. Quería hacerlo épico, crear emoción y hacer que la gente se enamorara más fácilmente del país y las experiencias de sus habitantes».

Marcel también usó la EOS C300 Mark III de Canon para grabar Children of the Taliban, su documental ganador de un BAFTA surgido de una idea que tuvo mientras grababa En sus manos: Una alcaldesa en Afganistán. «Había visto algunas historias impactantes por el camino y se me ocurrió la idea de mostrarlas a través de los ojos de los niños», comenta. «Es un documental más corto y mucho más seguro, pero grabar niños es agotador porque tienes que ir de un lado para otro y entretenerlos. Pero lo que me encantaba era que la protagonista no estaba dispuesta a rendirse, y eso me recordaba a Zarifa».

Daniel Bateman sobre la grabación de documentales para televisión

El galardonado director de fotografía nos habla de su equipo y sus técnicas, y de cómo su formación en edición de vídeo le ha convertido en un «storyteller» más preparado.

Grabar siempre en secuencias

Marcel destaca que una vez ganada la confianza de los personajes, grabar en secuencias es el siguiente elemento fundamental. «Tienes que entender la estructura: la introducción, el nudo y el desenlace», comenta. «Al ser autodidacta, sé que me facilito las cosas si pienso en secuencias para poder entender los bloques».

Con más de 400 horas de grabación para En sus manos: Una alcaldesa en Afganistán, Marcel tuvo que tener en cuenta las secuencias durante todo el proceso. «Lo que he aprendido a lo largo de mi carrera es que si grabas en secuencias, el puzle al final será más fácil de resolver», explica. «Aunque no siempre sepas cómo encaja todo, si tienes secuencias, tendrás opciones a la hora de hacer ese puzle tan complicado en la sala de edición».

Una toma de En sus manos: Una alcaldesa en Afganistán en la que se ve a Zarifa Ghafari con un grupo grande de personas; grabada por Marcel Mettelsiefen.

El documental acaba con el regreso de Zarifa a Afganistán tras la caída de Kabul, cuando huyó a Alemania con su familia. «No quería que el documental acabase con el éxodo y mostrándola como una víctima», comenta Marcel. «Me alegré cuando me dijo que iba a volver, porque su lugar está en ese país. Es una mujer inspiradora. Es un modelo a seguir». © Marcel Mettelsiefen

Confianza en el proceso de rodaje

Con la cantidad de tiempo que lleva grabando con cámaras EOS Cinema y los años de experiencia en la grabación de documentales, Marcel es ahora experto en confiar en el proceso. «En los documentales no hay guion; das el primer paso y no sabes dónde acabarás», señala. «Lo único que necesitas para tener un documental es un personaje fuerte. Solo tienes que creer en el proyecto. Al final, todo saldrá bien».

Tras dedicar dos años y medio de su vida profesional al documental, enseñárselo a Zarifa fue un momento significativo para Marcel. «Con una persona como Zarifa, la confianza implica mucho trabajo por ambas partes, tanto del cineasta como del personaje», explica. «Quieres tratarlo todo con respeto». Cuando vio el documental, se sintió increíblemente empoderada.

«Tienes una responsabilidad muy grande. Son personas vulnerables. Tienes que decidir cuánto vas a enseñar, tener mucha sensibilidad cultural y hacer que sea emocionalmente cautivador. Me sentí aliviado cuando todos estuvimos de acuerdo en que habíamos conseguido hacer un documental muy bueno».

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