El universo futurista de la serie ciberpunk de Netflix Altered Carbon resulta tan sorprendente visualmente como colorido debido a la visión y las habilidades de sus directores de fotografía, Neville Kidd y Martin Ahlgren. En este artículo, Neville explica cómo crearon el voluble y vibrante estilo de la serie grabando con una resolución 5K con los objetivos prime de cine de Canon.
Imagina el aspecto del mundo dentro de 350 años. Si se parece en algo a la ambientación de la serie de ciencia ficción Altered Carbon, los ricos habitarán en las nubes y sus palacios estarán iluminados con una bonita luz natural. Vivirán durante cientos de años y, a pesar de ello, tendrán un aspecto joven y bello, ya que podrán transferir regularmente sus conciencias digitalizadas a los mejores cuerpos nuevos que estén disponibles en el mercado. Por el contrario, el 99 % restante de la población estará en la superficie terrestre, sumido en espacios oscuros y lóbregos iluminados por hologramas, carteles de neón y tráfico, desprovistos de luz solar.
Este es el universo que se le encargó visualizar a Neville y Martin basándose en la interpretación de la guionista Laeta Kalogridis de la novela Carbono modificado de Richard K. Morgan, publicada en 2002. Los dos mundos, uno en las nubes y otro sobre la tierra, requirieron enfoques completamente distintos, tanto en cuanto a la grabación como a la iluminación. Para las escenas en las nubes, emplearon grúas para cámaras telescópicas con control remoto y una iluminación natural suave para retratar el mundo de los privilegiados. Mientras que para las de la tierra, donde los «Grounders» viven en calles lúgubres, utilizaron cámaras sin trípode y una luz cruda para enfatizar las sombras y crear una sensación de tensión.