La fotografía de jardines es un género especializado que requiere saber apreciar la belleza de la naturaleza y contar con amplios conocimientos de horticultura. Para triunfar en el sector de la fotografía de jardines, es necesario tener diversas fuentes de ingresos, desde encargos editoriales y privados a talleres y libros, además de contar con una fuerte presencia en redes sociales.
Clive Nichols lleva más de más de 30 años dedicado a la fotografía de jardines y tiene una colección con más de 90 000 imágenes. Cuenta con una serie de clientes habituales en el Reino Unido, desde editoriales como Country Life y The Sunday Times hasta organizaciones como The National Trust y la Real Sociedad de Horticultura.
«El principal desafío es estar en el lugar adecuado y en el momento oportuno», comenta Clive. «La fotografía de jardines es única porque los jardines y las flores, a diferencia de los paisajes que pueden ser bastante estáticos, cambian cada día, o puede que incluso en un mismo día. En un jardín hay cientos o miles de plantas diferentes, así que se trata de un organismo mucho más complejo y dinámico. Estás a merced de las condiciones meteorológicas y solo puedes trabajar dentro de los límites del jardín. El resultado son unas imágenes impactantes y creativas de algo que puede llegar a ser muy complejo».
Así que, ¿cómo es un día normal en la vida de un fotógrafo de jardines? A continuación, Clive nos habla sobre el tipo de imágenes que capta, el equipo que utiliza y cómo logra mantener su negocio mientras le acompañamos durante un día de primavera por el sudeste de Inglaterra.