Picasso y Monet o Stephen Shore y Richard Avedon tienen algo en común: cada uno tiene un estilo distintivo. Sin embargo, ¿cómo se desarrolla un estilo único? ¿Llega un momento en el que se convierte en una limitación?
La cartera de la artista visual y embajadora de Canon Eliška Sky rebosa de color y conceptos creativos. A lo largo de sus 13 años de trayectoria profesional, ha creado varias obras personales y comerciales que son atrevidas y divertidas y que ofrecen representaciones visuales sobre temas importantes como el cambio climático y la diversidad.
En este artículo, habla con su compañero Hassan Hajjaj, que es fotógrafo de arte y embajador de Canon. Hassan ha vivido y trabajado entre Marruecos y Londres desde su infancia. A lo largo de sus 30 años de trayectoria profesional, ha creado imágenes alegres que mezclan la fotografía documental con los retratos y la moda con la escenografía, además de presentar a personajes de la calle caracterizados. Sus obras se han expuesto en el Museo Británico, el V&A de Londres, el Museo Brooklyn y Los Angeles County Museum of Art (LACMA). De hecho, no solo ha tenido éxito en el mundo comercial y del arte, sino que también se ha convertido en alguien fácilmente identificable.
Ambos fotógrafos se reunieron virtualmente para hablar sobre la inspiración, el desarrollo de un estilo y el equilibrio entre el trabajo comercial y el puramente artístico.
Conversaciones francas: Hassan Hajjaj y Eliška Sky
Eliška: Es un placer hablar contigo. Me encanta tu trabajo, la forma en la que usas los colores y como combinas los patrones. El color también es muy importante en mi trabajo. Has crecido a caballo entre Marrakech y Londres. ¿Ha influido esto en tu trabajo?
Hassan: Si hubiese vivido solamente en uno de estos lugares, no me dedicaría a lo que hago ahora. Crecer en Marruecos me ha permitido tener mis herramientas, conocer mis costumbres y entender mi país y mi cultura. Londres ha sido todo un descubrimiento: he aprendido cosas nuevas, he conocido gente, he adquirido influencias del mundo de la música, el arte, la moda y el cine.
Eliška: He leído que había muchos fotógrafos de estudio en Marrakech cuando eras pequeño, donde ibas y te «disfrazabas». ¿Puede ser?
Hassan: Sí, había estudios fotográficos con la playa para el verano, un coche de carreras de plástico, otro en el que te vestías de vaquero... Mi fotografía de estudio surgió realmente de esa idea.
Eliška: Siempre añades marcos a tus fotos o utilizas patrones a modo de marco. Al principio, pensaba que se trataba de una imagen multiplicada, pero luego me di cuenta de que creabas marcos con diferentes objetos y productos. ¿Qué significado tienen estos objetos de tus marcos?
Hassan: Mi primer trabajo, realizado entre 1991 y mitad de los años 90, se llama Graffix from the Souk. El concepto era recopilar todos los productos árabes con los que crecí en Marruecos y fotografiarlos. Empecé a imprimirlos sobre lienzo para que tuvieran un aspecto intermedio entre una fotografía y una pintura. Después, organicé una exposición llamada The Salon, en la que mostré objetos de mi cultura que podrían considerarse «guais» porque, en los años 80, si decías «soy de Marruecos», la gente pensaba en camellos, tayín y cosas de ese estilo.
Eliška: ¿Era como una visión occidentalizada?
Hassan: Sí, un poco anticuada. Por otra parte, también he visto algunos cuadros antiguos de siglos pasados con marcos decorativos de la época. Quería que los marcos de mis fotografías formasen parte de ella. Era una cuestión de repetir ese patrón, como los mosaicos marroquíes. A veces, también jugaba con las marcas en función de la imagen: si aparecía una mujer, utilizaba spam de pollo («chicken») porque en inglés se utiliza el término sexista «chick» para referirse a una mujer.
Hassan: ¿De dónde eres tú, Eliška?
Eliška: De República Checa. Llevo viviendo en Londres siete años.
Hassan: ¿Has estado haciendo más trabajos de fotografía artística? He visto tu trabajo en Instagram, pero ¿vas a organizar más exposiciones o vas a trabajar con otras empresas?
Eliška: Por ahora, hago ambas cosas, aunque me gustaría dedicarme más a la fotografía artística. Lo que es muy importante para mí es mi proyecto Womaneroes. Busco mujeres diferentes y, con la ayuda de un pintor de cuerpos y un artista especializado en tocados, las convertimos en estatuas coloridas. Me gustaría hacer más cosas de este tipo. Para mí, lo importante es el mensaje que hay detrás, tanto en los proyectos comerciales como en mi fotografía artística.
¿Tienes un equipo de Canon?
Hassan: Básicamente, algo que tenga un trasfondo en la obra.
Eliška: Exacto. De eso debería tratarse, ¿no? De presentarte a ti mismo a través de tu trabajo.
Hassan: Sí. Ya me han encargado varias sesiones fotográficas de moda y he tenido que defender mi trabajo. Siempre he dicho: «Si realmente quieres una sesión de moda, busca a un fotógrafo de moda», porque me he negado a hacer fotos con modelos. Intento que fotografiar a gente normal. No trabajo con un maquillador, un peluquero ni nada parecido. Si quieres una sesión de moda, no soy la persona adecuada. Un fotógrafo de moda entenderá lo que hace y todo su mundo. Sin embargo, puede que consigas que algunas personas, revistas o marcas lo entiendan y será el momento en el que te sentirás aliviado.
Eliška: Tal y como dices, se trata de amar lo que haces, de ser auténtico y de crear un trabajo que tenga un significado para ti.
Hassan: Sí, pero tenemos dos partes. Está el lado creativo, aunque, si quieres ganarte la vida con ello, tienes que tener en cuenta el lado comercial. No obstante, hay que diferenciar uno del otro cuando creas y vas a exponer tus obras. Debes presentarte a ti mismo y tu trabajo de forma diferente.
Eliška: ¿Haces encargos más bien por el dinero y luego no los expones?
Hassan: Sí. Soy humano y un artista que intenta sobrevivir. Empecé a hacer encargos por primera vez hace unos tres o cuatro años. Por suerte, hasta el momento, me he encontrado con gente muy amable. Se trata de encontrar ese equilibrio.
Conversaciones francas: fotografía lejos de la acción
Eliška: He visto en tus entrevistas que te gusta que la gente interactúe con tu trabajo y lo toque. Por lo que veo, no se trata únicamente de una fotografía, sino también de una experiencia.
Hassan: Sí, porque es el momento en el que te puedes adentrar en la obra. Una vez estés dentro, formarás parte de ella. Si miras, por ejemplo, la mesa, te darás cuenta de que es una señal de tráfico porque estarás dentro de la obra.
Eliška: Me encanta. Si no me equivoco, has mencionado que tu trabajo está relacionado con el empoderamiento. Utilizas objetos cotidianos y telas muy baratas, haces algo realmente único con ellos y empoderas a las personas, que son las «estrellas del rock» de tus fotografías.
Hassan: Exacto. La serie My Rock Stars. En los años 70 y 80, cuando decías «estrella del rock», pensabas en un tipo blanco con pelo largo, gafas de sol, chaqueta de cuero, pantalones negros ajustados y una guitarra. Así nos vendían a una estrella del rock. Se trata de elegir un nombre y apropiarse de él. Esta es la forma de conseguir que un boxeador o una bailarina de danza del vientre sean una estrella del rock. De nuevo, se trata de jugar con estas palabras: cosas icónicas que tenían un significado diferente para mí.
Hace cuatro años, empecé un proyecto aquí en Marruecos. Me sentía egoísta haciendo mi propio trabajo, así que preparé una exposición para apoyar a los fotógrafos marroquíes. En aquel momento, tenía muchos amigos fotógrafos, antes incluso de que me dedicara a la fotografía, que me ayudaron a lo largo de mi trayectoria. Estoy en una etapa y edad en la que quiero corresponder y ayudar de la misma manera.
Eliška: Yo imparto cursos con Canon. De hecho, formo parte del Programa de desarrollo para estudiantes de Canon, en el que no falta la retroalimentación. Me encanta ver el trabajo de otras personas, cuál es su misión y qué visión ofrecen. Me parece incluso bastante fascinante para mi creatividad.
Hassan: Ya sabes que a algunas personas les gusta trabajar de manera independiente, mientras que otras prefieren hablar. Depende de la personalidad de cada uno y del tiempo del que disponga. Yo soy bastante dinámico con los fotógrafos.
Eliška: Tu estilo es muy característico. ¿Siempre has utilizado ese estilo para crear o lo has ido desarrollando?
Hassan: Desde el principio, me dediqué a las sesiones de estudio, a documentar a las personas. Me influyó el hecho de que solo tengo tres fotografías de mí desde que tenía 1 año hasta los 13. [Hassan tenía 12 años cuando su familia se mudó de Marruecos a Londres].
Por mi propia experiencia, tienes que creer en lo que estás haciendo. Tienes que trabajar duro, tener entusiasmo, levantarte cuando te caes y no rendirte. Se necesita bastante tiempo.
Eliška: Me parece increíble que, cuando veo tu trabajo, sé que es tuyo porque mantienes esa estética. Creo que desarrollar un único estilo es bastante complicado porque existen diferentes tipos de clientes y de trabajos.
Hassan: También es algo que se desarrolla con el tiempo. Si hablamos de Keith Haring, por ejemplo, sueles pensar en el estilo específico de trabajo por el que es conocido: los dibujos coloridos. Si hace algo un poco diferente (cosa que hará porque es un artista), no lo reconocerás como un trabajo suyo. Sin embargo, los coleccionistas solo van a querer comprar el trabajo por el que es conocido. Eso puede suponer el fin de tu arte. Tienes que tener cuidado de no desarrollar un estilo rígido que te perjudique a largo plazo. Como fotógrafo, me gusta mucho la fotografía en blanco y negro, aunque la mayoría conoce mis obras coloridas.
Muchos jóvenes me preguntan: «¿Cómo has triunfado?». Yo les pregunto qué significa «triunfar» desde su punto de vista. Ellos dicen que se trata de hacerse famoso, de ganar dinero y de participar en programas y demás. No tiene nada que ver con eso. Se trata de si te gusta lo que haces y dejas que te vaya guiando por el camino.