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Cómo crear el porfolio fotográfico perfecto

¿Cómo creas un porfolio ganador que impresione a un editor o posible cliente? Cuatro profesionales del sector dan consejos valiosos a los estudiantes de fotografía.
Una fotografía tomada por Travis Hodges desde arriba de una persona con un sombrero ancho haciendo cerámica.

El fotógrafo de retratos y documentales Travis Hodges afirma que es fundamental que los fotógrafos sepan lo que realmente quieren transmitir al elegir las imágenes de sus porfolios. Imagen tomada con una EOS 5D Mark III de Canon (a la que ahora sucede la EOS 5D Mark IV) con un objetivo Canon EF 50mm f/1.4 USM con una configuración de exposición de 1/800 s a f/3,5 e ISO 640. © Travis Hodges

Para un fotógrafo emergente, contar con un porfolio fantástico es fundamental. Podría marcar la diferencia entre conseguir ese importantísimo primer encargo profesional que haga despegar tu carrera o verte atrapado en un trabajo menos creativo, aún a la espera de meter la cabeza en este sector.

El porfolio es el recurso más importante de un fotógrafo para exhibir su trabajo y demostrar de lo que es capaz. No obstante, dispones de muy poco tiempo para impresionar a un editor ocupado, por lo que necesitas una elaboración perfecta y presentarlo con auténtica pasión para poder destacar. Así pues, ¿cómo debería ser un porfolio fotográfico?

A continuación, cuatro expertos compartirán consejos para crear un porfolio: el fotoperiodista ganador del premio Pulitzer Daniel Etter, el fotógrafo de retratos y documentales Travis Hodges y la editora jefe de la revista Huck Magazine, Andrea Kurland, todos ellos mentores del Programa de desarrollo de estudiantes de Canon (CSDP), además de la directora de arte júnior y antigua participante del CSDP Sarah Köster.

Unos bailarines representan la danza del dragón en el Festival del Medio Otoño en una fotografía de Travis Hodges.

Esta imagen de unos bailarines representando la danza del león en el Festival del Medio Otoño forma parte del porfolio de Travis en su sitio web, junto con otras imágenes del evento, como la fotografía de la derecha. Imagen tomada con una cámara Canon EOS 5D Mark III y un objetivo Canon EF 35mm f/1.4L USM (al que ahora sucede el EF 35mm f/1.4L II USM) con una configuración de exposición de 1/60 s a f/1,8 e ISO 2000. © Travis Hodges

Un hombre de pie en la calle sostiene la cabeza de un dragón sobre un palo en una fotografía de Travis Hodges.

Travis aconseja elegir bien lo que se va a incluir en el porfolio y afirma que si te excusas por una imagen, es que no debería estar ahí. «Se dice que da igual el número de fotografías que contenga un porfolio: siempre se acuerdan de las que no les gustaron», añade. Cuando edita su porfolio, se asegura de elegir las imágenes con mucho cuidado y de que cada una le refleje como fotógrafo. Imagen tomada con una cámara Canon EOS 5D Mark III de Canon y un objetivo Canon EF 50mm f/1.4 USM con una configuración de exposición de 1/160 s a f/2,8 e ISO 800. © Travis Hodges

1. Selecciona el trabajo que mejor te represente

Tanto si vas a enviar tu porfolio fotográfico por correo electrónico como si lo vas a mostrar directamente a un revisor, elige solo las imágenes que realmente te gusten, nada de relleno. «Es muy importante que muestres tu estilo único: por qué quieres que te conozcan y qué quieres seguir haciendo», aconseja Sarah.

Una vez hecha una selección inicial, Sarah recomienda pedir una segunda opinión a compañeros estudiantes o mentores. «Como fotógrafo, te dejas llevar mucho por las emociones a la hora de tomar decisiones. Puede que elijas por nostalgia y no por cuál es la mejor fotografía», explica.

Al mismo tiempo, cuando prepares un porfolio para un fin particular tienes que adaptarlo para que sea relevante. «Si presentas tu trabajo a un concurso o para obtener una beca, situaciones en las que los editores ven miles de fotos, es muy importante que la primera sea lo suficientemente llamativa como para captar su atención», aconseja Andrea. «No obstante, si presentas tu porfolio a un editor para una publicación específica, tienes que adaptarlo para que resulte relevante. Puedes tener una base con tus imágenes más llamativas y modificarla ligeramente en función de la persona que te ha hecho el encargo y la finalidad».

2. Descubre la esencia de una historia para desarrollar una narrativa

«Crear historias buenas es algo que suele llevar mucho tiempo y paciencia, y tienes que hacer que todos se olviden de que estás ahí. Cuanto más se olvidan de ti, mejor es la imagen», dice Daniel. Como ejemplo, habla sobre fotografiar la soledad: «La soledad puede ser tristeza, aburrimiento y desesperación, pero también puede ser algo que la gente que se siente sola intente paliar apuntándose a una clase de baile. Tienes que intentar encontrar estos momentos que condensan la esencia de la personalidad y la historia de cada uno».

Contar una historia a través de fotografías puede ser más complicado que hacerlo con palabras, pero aun así tienes que intentar abarcar todos los elementos. «Preparas la escena, estableces la ubicación, presentas a los personajes, cuentas la historia y pones la guinda», explica Daniel. «En la fotografía no siempre funciona así, pero tienes que seguir tratando de crear una narrativa coherente con las imágenes.

«A veces, estas historias tratan de lugares, eventos o personas, de modo que tienes que abordar cada escenario de una manera distinta», comenta. «Cuando empiezas, lo más fácil que puedes hacer es centrarte en una persona e intentar fotografiar lo que hace que su vida sea única». Una historia potente en el porfolio captará la atención del revisor.

Dos personas inclinándose para ver la pantalla de una cámara Canon.

¿Estás estudiando fotografía o cinematografía?

Future Focus de Canon conecta a los estudiantes de fotografía y cinematografía con la comunidad profesional.
Una mano sobre una mesa cubierta de impresiones fotográficas.

El Programa de desarrollo para estudiantes de Canon ofrece a los jóvenes participantes la oportunidad de que profesionales del sector revisen sus porfolios. © Paul Hackett

3. ¿Qué hace destacar un porfolio fotográfico?

Entre los cliente de Travis se incluyen Time Out, The Big Issue y Cancer Research, por lo que ha revisado y presentado muchos porfolios a lo largo de los años. «Los porfolios más potentes que he visto son los que tienen un propósito. El fotógrafo sabe lo que quiere decir y tanto sus imágenes como su narrativa verbal son claras y concisas», afirma.

Daniel ha aconsejado a muchos estudiantes como mentor del CSDP y cree que pueden surgir historias potentes de las narrativas más simples. «Tuve un estudiante de Galicia, España, y estuve asesorando su historia sobre un pequeño pueblo», recuerda. «No sucedía gran cosa, pero eso es lo que lo hacía interesante. Es un pueblo pequeño, por lo que tienes una intimidad y una conexión estrecha con el lugar. Solo había unas pocas casas en lo alto de una colina, pero cuando tienes la intimidad y tienes acceso, puedes hacer que prácticamente cualquier lugar sea interesante. Debes tener una historia, pero si pasas tiempo en un lugar y mantienes los ojos abiertos, cualquier cosa puede convertirse en una buena historia».

Una imagen en blanco y negro aparece como si se dibujara la silueta de una figura contra un material blanco en una imagen de Sarah Köster.

En 2022, Sarah creó un fotolibro autopublicado titulado «vague», que contaba con 106 fotos a lo largo de 128 páginas y que ganó el oro en los Talent Awards del Club de Directores de Arte. «Creo que un fotolibro puede ser una manera ideal para exponer tu trabajo», afirma. El jurado comentó que «el ritmo pictórico tan emocionante de retratos, paisajes, objetos, alienaciones de colores, recortes y abstracciones entrelazados crea una experiencia visualmente atractiva que celebra el poder de las imágenes». Imagen tomada con una cámara Canon EOS 6D Mark II con una configuración de exposición de 1/3200 s a f/5,6 e ISO 100. © Sarah Köster

Un primer plano del rostro de una mujer y sus hombros desnudos iluminados por una luz roja en una imagen de Sarah Köster.

Esta foto pertenece a uno de los últimos proyectos personales de Sarah, titulado «in/verse re/verse». «Creo que es importante dedicarle tiempo a los proyectos personales aparte de los profesionales para seguir desarrollando tu propio estilo y evolucionando aún más», afirma. «Los proyectos personales te permiten experimentar y trabajar sin directrices externas». Así pues, pueden decir más sobre ti como fotógrafo que los encargos y, por tanto, siempre se debería reservar un hueco para ellos en el porfolio. Imagen tomada con una cámara Canon EOS 6D Mark II con una configuración de exposición de 1/125 s a f/1,8 e ISO 125. © Sarah Köster

4. ¿Cuántos fotos debe incluir un porfolio fotográfico?

El sector de la imagen se ha ido especializando, así que no pienses que tienes que entrar en todos los temas. Cuando revisa los porfolios, Daniel espera ver al detalle una o dos historias o proyectos importantes. Si hay más, sobran. «No abrumes a la gente con demasiadas imágenes. Mejor centrarse en pocas y entender bien lo que quieres transmitir», aconseja.

Para una historia grande, hablamos de unas 15 imágenes, mientras que algo más pequeño puede contar con entre 7 y 12 imágenes, sugiere. «Por supuesto, si pasas años y años trabajando en algo, puedes hacer algo más amplio y grande, pero yo no lo haría. Incluso si apuntas más alto y cuentas con más variedad, lo que podría dar lugar, en teoría, a una edición más larga, lo mejor es hacer algo breve y preciso y usar únicamente las mejores imágenes».

También puedes tener varias versiones del porfolio, como Sarah. «Tengo una versión más corta que solo muestra mis mejores obras y una versión más larga que elaboré durante el CSDP, en la que me centro en dos o tres proyectos al principio y luego muestro otra selección de mis mejores obras», explica. «Debe ser algo equilibrado, de modo que la gente quiera ver más trabajos tuyos, pero al mismo tiempo puedan ver quién eres y a lo que te dedicas».

Una toma cenital de varias personas, la mayoría jóvenes, sentadas alrededor de una mesa circular que observan y comentan una serie de fotografías dispuestas sobre la superficie de la mesa.

Los mentores del Programa de desarrollo para estudiantes de Canon evalúan los trabajos de los jóvenes participantes en una sesión de revisión de porfolios en grupo. © Paul Hackett

5. Da el salto a lo digital y dale rienda suelta a la creatividad

En la era digital, enviar los porfolios por correo electrónico es algo cada vez más frecuente. Sarah tiene porfolios en PDF que puede presentar a distancia o enviar a posibles clientes, y que le permiten disponer de una mayor adaptabilidad y control. Un porfolio digital presenta una ventaja única: la capacidad de ajustar el diseño cuando y como quieras. «Es importante jugar con las imágenes para presentarlas de la mejor manera posible», afirma Sarah.

Pero recuerda mantener la sencillez: es fácil dejarse llevar al experimentar con el diseño. «Puede que al principio quieras juntar muchas cosas, como tipografía o añadir muchas fotos a una sola página», explica. «Pero tienes que intentar mantenerlo simple y minimalista. El diseño y las fotos tienen que complementarse para hacer que el porfolio sea más potente y no lo acaben empeorando».

Como parte de su proyecto final cuando estudiaba fotografía en la universidad, Sarah creó un fotolibro y lo autopublicó. «Un fotolibro es algo que también puede servir como porfolio o suponer una gran incorporación para tu propio archivo», afirma. «Gané el oro en los Talent Awards del Club de Directores de Arte de Alemania, lo que me permitió que el jurado, del que formaba parte el director creativo, viera mi trabajo».

Sarah también ha comenzado a imprimir postales con distintos motivos en las que ofrece una imagen atractiva con todos los detalles fundamentales. «Si conozco a alguien, como un editor, añado una pequeña nota manuscrita en la parte posterior», afirma. «Sé que a algunos editores les gusta exhibirlas en la oficina». Puede ser útil para difundir tu trabajo y hacer las veces de minianuncio.

Una mujer caminando, pasando por el lado pintado en blanco de un edificio. Está sujetando su abrigo para cerrarlo con ambas manos.

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7. Exhibe tus habilidades creativas mediante vídeos

Si bien el objetivo principal de Sarah es la fotografía, tiene una pequeña selección de vídeos en su sitio web. «Demostrar que también te dedicas a la videografía y que puedes hacer ambas puede ponerte por encima de los demás», afirma. «De este modo, los clientes pueden ver y entender cómo veo el mundo y encuadro los momentos. Además, también puedes mostrarle al cliente que si te contratan no tendrán que contratar a un videógrafo aparte. Puede ser una ventaja, pero recuerda que no necesariamente tienes que hacerlo para triunfar como fotógrafo».

Daniel está de acuerdo, pero recalca que solo debes incluir vídeos si confías en tus habilidades.

La página de inicio del sitio web de la fotógrafa Sarah Köster con un montaje de retratos.

Hoy en día, muchos fotógrafos muestran sus porfolios en una pantalla: ya sea en un PDF, en un sitio web como el de Sarah que podemos ver aquí o incluso simplemente en una galería de imágenes JPEG. © Sarah Köster

8. No tengas miedo de pedir ayuda

Puedes aprender mucho de los demás. Ya sean compañeros o mentores, todo el mundo tiene una perspectiva única. Participar en un programa como el CSDP, tal y como hizo Sarah, puede ser útil en tu carrera como fotógrafo. «Hablar con fotógrafos expertos me ayudó mucho», comenta. «Me enseñó a cómo juntarlo todo en un porfolio y a cómo mostrar la finalidad de tu trabajo, aquello por lo que quieres que te conozcan e incluso los encargos que te gustaría recibir».

Travis añade: «Pídele consejo a aquellos en cuya opinión confíes. Haz revisiones de porfolio de prueba y mejora tanto tu edición como tu historia personal a partir de ellas. Pero recuerda que todo el mundo tiene opiniones distintas, así que consulta a mucha gente que sepas que te van a dar opiniones válidas y honestas».

9. Haz contactos y mantén el contacto con ellos

Un porfolio es una herramienta de marketing que puede ayudarte a crear tu red de contactos. Déjale al revisor una postal o una tarjeta de visita para que pueda localizarte en el futuro y mantén el contacto con un correo electrónico. «La reunión es el principio de vuestra relación», comenta Andrea. «Sé agradable y mantén el contacto periódicamente».

También es importante no sentirse derrotado si te rechazan. Que tal vez un editor no esté buscando justo la historia que acabas de elaborar no significa que no valgas para esto. «No dejes que te invada la frustración si las reuniones no dan frutos de forma inmediata», afirma Andrea. «Puede que el revisor se ponga en contacto contigo años más tarde para decirte que les acaba de llegar la historia perfecta para ti».

Pero no adoptes un enfoque disperso al presentar tu trabajo, aconseja Daniel. «Intenta conocer a la persona, lo que necesita, lo que quiere y lo que puedes ofrecerle. Y cuando lo tengas todo listo, ponte en contacto con ellos. Espera hasta que tengas algo que ofrecer».

Con estos consejos en mente, puedes llevar tu porfolio fotográfico al siguiente nivel. Confía en ti, muestra entusiasmo y compromiso y, en palabras de Travis, «prepárate para la pregunta "¿En qué estás trabajando ahora mismo?"».

Rachel Segal Hamilton, David Clark and Nikita Achanta

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