Un enfoque automático que desafía todas las expectativas

Gracias a una IA de aprendizaje profundo preparada y programada con miles de fotografías del mundo real, la EOS R7 está equipada para reconocer y seguir con fiabilidad los motivos en el 100 % del encuadre.¹

En la fotografía de personas, la cámara se centra siempre en los ojos, si están a la vista. Si no lo están (por ejemplo, porque el sujeto lleva gafas de sol o un casco, o mira en otra dirección), los siguientes elementos en la lista de prioridades de la EOS R7 son la cabeza primero y, luego, el cuerpo. Esto permite el seguimiento constante de las personas aunque dejen de mirar la cámara durante unos instantes o tengan la cara tapada. Incluso se reconocen y enfocan con nitidez los sujetos que están cabeza abajo y los deportistas que llevan casco.

La fotografía de aves en pleno vuelo es uno de los mayores desafíos de la fotografía de naturaleza. Sin embargo, la EOS R7 identifica las aves y puede seguir su vuelo a la perfección, permitiéndote capturar la sutileza de sus movimientos a hasta 15 fps con el obturador mecánico, o 30 fps con el obturador electrónico de la cámara.² El algoritmo de la cámara también reconoce los gatos y los perros.

Y para los fotógrafos de deportes de motor, la EOS R7 también sigue los vehículos, como las motos y los coches. La cámara incluso puede diferenciar entre vehículos con cabina abierta y cerrada, centrándose en el casco del conductor cuando está visible.

También es posible ajustar la zona o punto AF inicial para que puedas controlar el lugar donde la cámara debe empezar el seguimiento.

Se puede indicar a la EOS R7 que dé prioridad a un tipo de motivo sobre otro, e incluso la velocidad con la que debe cambiar entre los distintos motivos que entran en el encuadre. Esto resulta especialmente útil, por ejemplo, para fotografiar a un deportista concreto.

Algo que funciona con un motivo puede no funcionar con otro, así que hemos dotado a la EOS R7 de cuatro casos de AF, unos preajustes conductuales de enfoque diseñados para distintos usos de la cámara.

Caso 1:
general. Ideal para la mayoría los motivos en movimiento.

Caso 2:
ignora los obstáculos y continúa siguiendo los motivos. Ideal para los deportes y la naturaleza si existe riesgo de que los motivos queden tapados momentáneamente por algún objeto en primer plano.

Caso 3:
respuesta rápida. Utilízalo cuando estés esperando a que el motivo aparezca en el encuadre; por ejemplo, la aparición repentina de un ciclista de montaña en el encuadre durante un salto.

Caso 4:
para los motivos que aceleran o desaceleran rápidamente, como una moto al entrar o salir de una curva.

Caso A [AUTO]:
deja que la cámara elija automáticamente el caso más adecuado para el motivo.

Hay 651 zonas de enfoque repartidas por todo el encuadre. Úsalas juntas para el seguimiento de motivos que se mueven rápidamente o individualmente o por grupos para ser más específico. La Zona AF flexible de la EOS R7 permite personalizar el tamaño y la posición del área AF para adaptarla con exactitud a tus necesidades.

AF de 1 punto
Asume el control por completo y enfoca con un único punto AF. Ideal para la fotografía macro.

AF puntual
Enfoca con un área incluso más pequeña que el AF de 1 punto y disfruta del mayor nivel de control selectivo.

Ampliación del área AF (hacia arriba, abajo, la derecha o la izquierda)
Se selecciona un único punto AF y la cámara también utiliza, a modo de asistencia, los puntos de enfoque situados por encima, por debajo y a los lados. Es muy útil para ser selectivo cuando el motivo está en movimiento.

Ampliación del área AF (alrededores)
Similar a la opción anterior, pero con más puntos de enfoque de asistencia para aumentar la precisión con los motivos en movimiento.

Zona AF flexible
Agrupa varios puntos AF para crear una zona y muévela por el encuadre. La cámara elegirá únicamente los puntos AF de esa zona, siguiendo al motivo en movimiento mientras la atraviesa. Esta táctica va muy bien para centrarse en los motivos en una parte determinada del encuadre.

AF de área completa
Utiliza los 651 puntos de enfoque de la EOS R7 al mismo tiempo, buscando y siguiendo los objetos en cualquier lugar del encuadre.

Cuando oscurece, la EOS R7 sigue enfocando sin problemas, fijando el enfoque con precisión en condiciones de baja iluminación de hasta -5 EV³. Gracias a este nivel de sensibilidad, el enfoque automático puede usarse también con una abertura máxima muy estrecha, de hasta tan solo f/22. Así, el enfoque automático se puede usar incluso con superteleobjetivos con teleconvertidores.

Cuando tengas la EOS R7 en las manos, notarás que el pulgar reposa con naturalidad sobre un controlador AF de cuatro direcciones que permite mover el área o punto de enfoque activo por el encuadre. A su alrededor tiene una rueda de control que se puede personalizar para que no tengas que perder el tiempo buscando otras funciones.

Cuando tienes el ojo puesto en la cámara, puedes tocar y arrastrar el punto de enfoque activo en la pantalla táctil para moverlo, de forma parecida al panel táctil de un portátil.

Si te gusta enfocar con el botón trasero, el AF también se puede iniciar utilizando el botón AF-ON que hay en la parte trasera de la cámara, en lugar de pulsando hasta la mitad el disparador del obturador. El botón AF-ON también se puede usar para iniciar y detener el seguimiento y cambiar el modo de orientación AF.

Puesto que la profundidad de campo disminuye al fotografiar primeros planos, el horquillado de enfoque de la EOS R7 es un gran recurso para la fotografía macro. Con solo pulsar el botón de disparo del obturador, se activan los disparos en serie y el enfoque se ajusta automáticamente desde la posición inicial hasta el infinito.

Para conseguir una profundidad de campo perfecta desde delante hacia atrás, las imágenes de la serie resultante (todas con puntos de enfoque ligeramente distintos) se pueden fusionar en una única imagen compuesta con nuestro software Digital Photo Professional. Además, la función Apilado de enfoque de la EOS R7 ahora permite que este proceso tenga lugar dentro de la cámara, y el recorte de la profundidad de campo permite al fotógrafo especificar dónde debe empezar el desenfoque.

Dual Pixel RAW
Cada píxel del sensor de 32,5 megapíxeles de la EOS R7 está dividido en dos fotodiodos, cada uno de los cuales ve el mundo de una manera ligeramente distinta, igual que los ojos. Esta pequeña diferencia, que se conoce como «paralaje», es lo que permite a la cámara realizar el enfoque automático con tanta rapidez y precisión.

Normalmente, cuando se captura una foto las señales de ambos fotodiodos se fusionan para generar la imagen final. Pero cuando la cámara está ajustada en el modo Dual Pixel RAW, las señales de cada uno de los fotodiodos se guardan por separado como dos imágenes dentro del mismo archivo RAW.

Esto permite ajustar determinados parámetros para afinar el resultado final al editar los archivos Dual Pixel RAW en el software DPP de Canon.

Microajuste de imagen
Cuando un área concreta de la imagen no es suficientemente nítida, se puede ajustar para conseguir una nitidez absoluta gracias a la información de profundidad que contiene el archivo de imagen.

Desplazamiento de bokeh
Con Dual Pixel RAW, es posible ajustar la posición de las áreas desenfocadas o «bokeh» para mejorar la composición, por ejemplo, moviendo un objeto desenfocado en primer plano que tapa el motivo.

Reducción de luces parásitas
La incisión directa de la luz sobre el objetivo puede ocasionar reflejos internos, también conocidos como «luces parásitas». Esto se puede controlar con Dual Pixel RAW y minimizar con un ajuste cuidadoso.