5. Vender impresiones y exponer
Ganar el prestigioso premio Wildlife Photographer of the Year permitió a Vladimir lanzarse por completo a la venta de impresiones creativas, además del reconocimiento personal que supone. «Me di cuenta de que podía ser un ganador, de que mis fotos habían sido juzgadas de forma profesional por los reconocidos miembros del jurado y esto me permitió avanzar. En términos financieros, es difícil reconocer lo que supuso la victoria. Puede que alguien haya comprado mis fotografías gracias a esta victoria, pero en general mi sentidos me dicen que solo supuso pagos directos de premios».
Vladimir dejó de participar en concursos de fotografía hace ocho años, cuando descubrió que el mercado estaba saturado. Ahora tampoco busca ganar dinero de las revistas, donde realizó sus primeras ventas con solo 16 años, ya que piensa que no suelen adaptarse a su estilo de imágenes creativas y sirven más como herramienta promocional para sus exposiciones, impresiones y otros flujos de ingresos.
Sin embargo, la exposición de su trabajo supone una satisfacción profesional y una recompensa financiera. «La gente solo puede apreciar totalmente la calidad de las fotografías en las exposiciones», afirma. «El tamaño de impresión habitual en una de mis exposiciones es de 1 m x 1,5 m, lo que ofrece una inmersión total. Realizar una buena exposición es caro, pero es el único lugar en el que los clientes pueden ver la versión final de la fotografía como producto, recordar esas impresiones durante años y, con suerte, comprar algo para llevárselo a casa».
«Existen muchas fuentes de generación de ingresos diferentes», añade Marina. «Vendo impresiones de bellas artes y he producido incluso cojines con fotografías. La gente encuentra muchas dificultades en el camino hasta convertirse en fotógrafo de la naturaleza. Aunque no es fácil, no es imposible. Si pones mucha pasión, mucho amor y mucho trabajo, puedes ser fotógrafo de naturaleza a tiempo completo, como en mi caso».