Canon EOS-1D X Mark III
La EOS-1D X Mark III es la sucesora de la EOS-1D X Mark II, la réflex pro insignia respetada por fotógrafos de deportes y naturaleza de todo el mundo. «Creo que es la mejor cámara del planeta», afirma Marina.
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«Cuando empecé a fotografiar la naturaleza, solo me centraba en conseguir imágenes bonitas», dice la embajadora de Canon Marina Cano. «Pero al ir pasando tiempo con los animales, poco a poco me enamoré de ellos». De forma gradual, todo su enfoque de la naturaleza cambió: en lugar de hacer fotos puramente artísticas que homenajeaban a distintas especies, la conservación se convirtió en una parte más central de su trabajo.
«Empecé a comprender lo que supone para la naturaleza este loco mundo en el que vivimos», continúa. «Me di cuenta de que, como fotógrafos, generamos concienciación sobre los problemas. Nos adentramos en las vidas de los animales, capturamos momentos únicos y tenemos que contarle a la gente lo que ocurre. Quiero mostrar imágenes que digan: 'Este animal es bonito pero hay que mirar más allá de lo que ves; le ocurren unas cosas terribles'. Mi pensamiento se decanta cada vez más hacia la conservación y cómo puedo ayudar a la naturaleza».
A Marina, que ha sido fotógrafa profesional durante más de 10 años, siempre le ha fascinado especialmente la naturaleza de África. Ha fotografiado mucho por todo el continente. Para la primera sesión de la naturaleza con la EOS-1D X Mark III de Canon, viajó a una región en la que nunca había estado: el desierto del Kalahari.
El Kalahari abarca más de 900 kilómetros cuadrados del sur de África e incluye grandes áreas de Botsuana, además de partes de Namibia y Sudáfrica. Durante la sesión, se estableció en la reserva natural de Tswalu, en la provincia de Cabo del Norte en Sudáfrica. Su objetivo era utilizar la avanzada gama de funciones de la EOS-1D X Mark III de Canon para fotografiar animales más conocidos como los suricatos, los guepardos y las jirafas, además de especies más raras y a menudo en peligro de extinción como el pangolín y el perro pintado salvaje.
La sesión en el Kalahari de Marina se desarrolló durante cinco días de noviembre, cuando las temperaturas pueden elevarse hasta los 38 °C. «Hacía mucho calor durante el día, pero también era el lugar más seco en el que he estado», afirma. «Me encantó y estoy muy contenta en este tipo de clima. Tswalu tiene una tierra roja y un paisaje espectacular. Además, los guardas y rastreadores fueron muy profesionales y realmente buenos en su trabajo. Todo en él hace que sea un lugar muy especial».
Para fotografiar a una variedad de sujetos de la naturaleza a diferentes distancias, Marina llevó objetivos desde gran angular hasta teleobjetivo. Su equipo incluía un EF 11-24mm f/4L USM, un EF 16-35mm f/2.8L III USM, un EF 200-400mm f/4L IS USM Extender 1.4x, un EF 400mm f/2.8L IS III USM y un EF 600mm f/4L IS III USM de Canon.
Marina solo tuvo unos días para acostumbrarse a usar la EOS-1D X Mark III de Canon antes de ir a Tswalu, pero le resultó muy fácil de utilizar. «Llevo utilizando la EOS-1D X Mark II de Canon unos años y, cuando sujetas la Mark III en las manos, es casi exactamente como sujetar la Mark II», dice. «Físicamente, parece igual salvo por el nuevo botón controlador inteligente de puntos AF, además de la iluminación en los otros botones de la parte posterior de la cámara».
Sin embargo, aunque la cámara es físicamente similar a la Mark II, las numerosas innovaciones de vanguardia que incluye supusieron una gran mejora en el rendimiento. «Los segundos son oro en la fotografía de naturaleza, y el enfoque automático de la EOS-1D X Mark III de Canon es fantástico por su velocidad», afirma. «Para mí, es probablemente lo más destacado de la cámara».
Los puntos AF se pueden seleccionar con el nuevo controlador inteligente de puntos AF, integrado en el botón AF-ON. El botón hace que seleccionar el punto AF correcto sea más rápido y fácil que nunca. Además, está el nuevo sistema avanzado de seguimiento de AF iTR X, que bloquea el enfoque en un sujeto y lo sigue aunque se esconda detrás de otro objeto, como un árbol o arbusto.
«Una vez, estaba fotografiando una bandada de pájaros, pulsé el botón y la cámara siguió el enfoque de uno de ellos», recuerda Marina. «Sin importar lo que hicieran o lo imprevisiblemente que volaran, pude seguir manteniendo el enfoque en el encuadre. Es increíble. Antes, era mucho más difícil para una cámara hacer eso».
La EOS-1D X Mark III de Canon ofrece frecuencias de fotogramas más rápidas (16 fps con seguimiento AF/AE completo, en comparación con 14 fps en la Mark II, y 20 fps con seguimiento AF/AE en Visión en directo, en comparación con 16 fps en la Mark II sin AF), lo que aumentó enormemente la capacidad de Marina de fotografiar motivos en movimiento rápido, como perros salvajes a la caza.
En otra ocasión, estaba fotografiando a los perros a la sombra de un árbol con el sol de fondo, una situación que resultaría complicada con la mayoría de las cámaras, pero el rango dinámico mejorado de la EOS-1D X Mark III de Canon permitió a Marina conseguir imágenes con una exposición correcta.
«Pude comprobar de verdad que la cámara gestiona estas situaciones mucho mejor que el modelo anterior», dice. «Hay mucho más detalle en las sombras y en las altas luces que antes».
El rendimiento con poca luz también fue notable cuando Marina estaba fotografiando a una madre guepardo con cinco cachorros con la puesta de sol. «Cuando el sol se fue, la luz era crítica», comenta. «A veces, con otras cámaras simplemente no puedes enfocar porque no hay contraste. La EOS-1D X Mark III de Canon enfocaba muy bien con poca luz, incluso al fotografiar a ISO 52000».
«La cámara me ofreció un rendimiento ISO alto muy bueno. Evidentemente, a un ISO muy alto las imágenes no tienen la misma calidad que a ISO 1000, pero no hay ruido en el color y eso marca la diferencia».
Para Marina, el momento más emocionante de su viaje al Kalahari llegó de noche, fotografiando a un pangolín, también conocido como «oso hormiguero escamoso». Este solitario animal nocturno está en peligro de extinción debido a la extendida caza por su carne, sus escamas y otras partes de su cuerpo.
Durante tres noches seguidas, Marina se levantó a las dos de la madrugada para salir a buscar pangolines con un rastreador. La tercera noche, por fin vio a uno y lo fotografió.
«Son unos animales muy vulnerables y difíciles de encontrar», comenta. «Las dos primeras noches, encontramos uno en unos arbustos y esperamos durante horas, pero no salió a campo abierto. Pero la tercera noche, uno lo hizo. Estaba totalmente oscuro y, aunque normalmente no me gusta trabajar con luz artificial, con el pangolín tuvimos que hacerlo, así que utilicé luz continua. Me emocionó mucho fotografiar a este bello animal».
Marina dice que el modo silencioso de la cámara fue también una ventaja añadida al fotografiar animales a los que no quería asustar, como una familia de suricatos a la que fotografió a corta distancia.
«Si estás cerca de un animal y no quieres molestarlo, este modo es fantástico», comenta. «Estoy acostumbrada a oír el sonido del obturador de la cámara, así que al principio, al pulsar el botón y no oír nada, no me podía creer que estuviera fotografiando. Mantenía el dedo sobre el botón y de repente tenía cientos de imágenes».
Marina tomó todas las imágenes del Kalahari con la cámara a mano, que es como prefiere trabajar, y no necesitó un trípode ni un monopié para conseguir fotos perfectamente nítidas. «Estuve tumbada en el suelo la mayoría del tiempo y había arena roja y polvo en todos lados, por toda la cámara», recuerda. «Sin embargo, con el sellado contra las inclemencias meteorológicas de la EOS-1D X Mark III de Canon no supuso ningún problema. Es un cuerpo muy sólido y robusto. Lo probamos en condiciones muy extremas y funcionó a la perfección».
Recordando la sesión, Marina dice que la única forma de mejorar el viaje es que hubiera sido más largo. «La experiencia fue totalmente impresionante», afirma. «Me encantaría pasar un mes en ese lugar, porque lo que consigues cuando estás allí es muy diferente a cualquier otra cosa en la vida».
¿Y será la EOS-1D X Mark III de Canon la cámara de elección de Marina en el futuro? «Por supuesto, sin duda», dice con seguridad. «Creo que es la mejor cámara del planeta».
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El mejor equipo para filmar la naturaleza
La EOS-1D X Mark III es la sucesora de la EOS-1D X Mark II, la réflex pro insignia respetada por fotógrafos de deportes y naturaleza de todo el mundo. «Creo que es la mejor cámara del planeta», afirma Marina.
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