Escenas familiares en la intimidad: reportajes naturales con la EOS R de Canon

Cuando Ilvy Njiokiktjien y otras cinco fotógrafas se unieron a VII Photo Agency en 2017, este grupo ahora compuesto por siete mujeres se propuso cambiar las tornas con respecto a la masculinidad. «En nuestra primera reunión, nos dijimos «las mujeres siempre han sido fotografiadas por hombres, cambiemos ahora nosotras las tornas y hagamos proyectos sobre los hombres y la masculinidad», comenta Ilvy. «Queríamos reflejar nuestra idea de la masculinidad en estos proyectos, pero también cuestionarla e incluso redefinirla un poco».

Ilvy, fotógrafa holandesa y periodista multimedia, estaba bien equipada para la tarea. A lo largo de sus 12 años de carrera, la embajadora de Canon ha abordado diversos temas, desde la organización ultraderechista sudafricana Kommandokorps (sobre la que hizo un documental que le valió un premio World Press Photo) hasta el vacío dejado por los que murieron cuando el vuelo 17 de Malaysian Airlines fue derribado en Ucrania en 2014.

Un enfoque natural

Ilvy encontró a las personas que necesitaba para su proyecto publicando un mensaje en Facebook, en el que pedía la colaboración de hombres viudos. Solo recibió cuatro respuestas, así que decidió trabajar con esas cuatro familias.

Cómo la EOS R ha mejorado el estilo natural de los documentales de Ilvy

Utilizó el nuevo objetivo RF 35mm f/1.8 Macro IS STM que ella misma define como «pequeño y supernítido», además de su propio objetivo EF 50mm f/1.2L USM y otros objetivos EF, conectados fácilmente a la EOS R con un adaptador de montura EF-EOS R de Canon.

El obturador completamente silencioso de la cámara fue otra gran ventaja para poder pasar totalmente desapercibida. «En el pasado, al tomar fotografías en teatros o conferencias, me han dicho muchas veces que pusiera la cámara en modo silencioso», reconoce Ilvy. «Y yo contestaba que era imposible porque el cuerpo tenía espejo. Ahora estoy encantada de poder poner la EOS R en modo silencioso».

Ilvy encontró especialmente útiles las funciones para baja iluminación de la EOS R al trabajar en el interior de las casas. «La última casa en la que fotografié era bastante oscura y encima tuve que ir por la noche, porque es cuando les venía mejor», comenta. «Las fotos salieron más claras de lo que yo apreciaba con mis ojos. Y, sin embargo, estaban superenfocadas y nítidas. Quedé realmente impresionada. Después de las sesiones, al comprobar los distintos archivos, vi que podía usar cualquiera de ellos.

«Me encanta la EOS R: es compacta, especialmente con un objetivo de 35 mm; a partir de ahora la voy a usar en más proyectos. Veo que complementa muy bien al resto de mis cámaras».

Superar retos

Aunque la EOS R supuso un gran avance, el proyecto de Ilvy conllevaba unos cuantos retos. Algunas de las familias tenían hijos con edades entre los 15 y los 16 años, que estaban menos dispuestos que sus padres a ser fotografiados. «Algunos chicos se aburrían y preguntaban todo el rato "¿Cuándo nos vamos?, ¿cuántas fotos me tengo que hacer?"», recuerda Ilvy.

Sin embargo, cuando algunas de las fotografías fueron expuestas en el festival Photoville de Nueva York en septiembre de 2018, en una exposición conjunta con otras fotógrafas de VII llamada Her Take: (Re)Thinking Masculinity, las notas discordantes pasaron a un segundo plano. «A las familias les encantaron», dice Ilvy. «Les encantó la idea de ver sus fotos expuestas. Así que al final, mereció la pena».

Estas fotos naturales de Ilvy muestran el duelo de estas familias que han perdido a sus madres, pero también muestran cómo han continuado con sus vidas de la mejor forma posible: comprando, jugando, cocinando y llevando una vida normal. Ilvy tiene pensado volver a fotografiar a cada una de las familias cuando pase un tiempo, quizás más de una vez, para mostrar cómo han cambiado a medida que han crecido los niños.

¿Pero qué ha aprendido Ilvy con este proyecto? «De todos ellos aprendí mucho sobre cómo sobrellevar el duelo», admite. «Estos hombres me contaban lo que más les había ayudado; cosas sencillas como que sus vecinos les hicieran la comida.

También me di cuenta al hacer el reportaje que muchos de estos niños mantienen con sus padres un vínculo totalmente distinto al que tenían con sus madres. Esto es algo que ningún padre puede reemplazar. Una madre es algo totalmente distinto a un padre, y los niños lo saben».