El objetivo utilizado para las premiadas fotos de pumas de Ingo Arndt

Al observar la impactante foto que había capturado de un puma mientras cazaba en las montañas de la Patagonia chilena, Ingo Arndt comentó a sus rastreadores que una fotografía como esa le haría ganar algún premio. Y no se equivocaba. Un año más tarde, dicha imagen le hizo ganar el premio al fotógrafo de naturaleza del año.

Tras siete meses soportando condiciones de frío extremo y vientos huracanados mientras seguía a los pumas salvajes del Parque Nacional Torres del Paine, el fotógrafo de naturaleza alemán recibió no solo uno, sino dos premios en el certamen de 2019: coganador de la categoría Behaviour: Mammals por la imagen del puma cazando, y ganador del Reconocimiento Especial en la categoría de retratos de animales por sus imágenes de los pumas en familia. También ganó el premio del público por una tercera imagen de un puma. Todas estas imágenes fueron captadas con una EOS-1D X Mark II de Canon (a la que ahora sucede la EOS-1D X Mark III) junto a un objetivo EF 600mm f/4L IS II USM (al que ahora sucede el EF 600mm f/4L IS III USM).

Aunque estos animales tan elusivos ya habían sido fotografiados en su entorno natural previamente, muchas de estas imágenes se han captado con cámaras trampa. «Mi idea era fotografiar la primera historia de estos felinos al completo, tras la cámara», explica Ingo. «Y por completo me refiero a captar cualquier situación posible, lo que incluye criar a los cachorros y cazar».

Ingo, que ha trabajado como fotógrafo de naturaleza por todo el mundo para publicaciones como GEO y National Geograohic, tuvo que escoger su equipo con mucho cuidado para este reto. Necesitaba un objetivo ligero y versátil capaz de ofrecer resultados excelentes en las condiciones más difíciles. A continuación, Ingo explica por qué el objetivo ligero y de alto rendimiento EF 600mm f/4L IS II USM de Canon fue la elección perfecta a la hora de fotografiar a estos esquivos felinos en la otra punta del mundo.

Al disponer de un hábitat de más de 25 km², los pumas son capaces de recorrer mucho terreno, por lo que Ingo tuvo que hacer lo mismo. «Fue algo muy duro. Hubo días en los que tuvimos que recorrer 20 km por las colinas, fuera de los senderos», comenta. «En esas ocasiones solo llevaba un objetivo EF 600mm f/4L IS II USM de Canon y una EOS-1D X Mark II, y a veces también un EF 100-400mm f/4.5-5.6L IS II USM. El resto del equipo lo dejaba en el coche para ir más ligero». Algunos objetivos pesaban demasiado como para llevarlos encima todo el día, pero el diseño ligero del EF 600mm f/4L IS II USM de Canon y su resistencia frente a las inclemencias meteorológicas permitió a Ingo desplazarse con este objetivo durante horas por esos terrenos tan escabrosos.

Aunque al principio Ingo utilizaba trípode, pudo apoyarse sobre troncos y vallas para conseguir imágenes sin trepidación gracias a la tecnología de estabilización de imagen de 4 pasos del objetivo EF 600mm f/4L IS II USM de Canon. Este aspecto, unido a su rápida abertura, también le proporcionó cierta flexibilidad a la hora de fotografiar en condiciones de baja iluminación. «El objetivo EF 600mm f/4L IS II USM de Canon es perfecto para la fotografía de acción, ya que permite capturar imágenes de forma rápida y con una gran nitidez», comenta. «La calidad es increíble, incluso al disparar con la máxima abertura, un detalle muy importante al fotografiar a los pumas durante las primeras horas de la mañana o al anochecer, cuando hay poca luz».

Escenas de caza a toda velocidad

Para lograr un perfil completo del comportamiento de los pumas en su entorno natural, Ingo necesitaba fotografiarlos mientras cazaban. La presa favorita de estos grandes felinos es el guanaco, un gran mamífero propio de América del Sur similar a una llama. Sin embargo, fotografiar a un puma en esta situación no fue nada fácil. «Pasé cinco meses intentando fotografiar a un puma mientras abatía a un guanaco», comenta entre risas. «Era la imagen más importante de mi proyecto. Había veces en las que, cuando estaba a punto de conseguirlo, algo salía mal. En otras ocasiones, tras una espera de horas y con el puma solo a 20 m de su presa, llegaba otro guanaco a alertarlo de mi presencia... Fueron días muy frustrantes».

Capturar el comportamiento familiar a través de un teleobjetivo

A lo largo de siete meses, Ingo fotografió a 18 pumas distintos. Sin embargo, decidió centrar sus esfuerzos en documentar a dos hembras, Sarmiento y Colmillo, y a sus cachorros. Al final, los felinos se acabaron acostumbrando a la presencia de Ingo, lo que le permitió captar escenas muy íntimas, aunque siempre fotografiando a cierta distancia con ayuda de su teleobjetivo.

«La mayoría de las veces utilizo un multiplicador EF 1.4x III de Canon y un objetivo EF 600mm f/4L IS II USM, ya que para poder captar un comportamiento más natural, es necesario fotografiar manteniendo cierta distancia», comenta Ingo. «A veces te puedes acercar un poco, pero entonces la madre no te deja ver a los cachorros o los animales se ponen nerviosos. Mi intención era mostrarlos comportándose de una forma natural, no asustados. Sin el multiplicador EF 1.4x III de Canon, jamás hubiese podido capturar tan bien a los cachorros en las rocas. Aunque te conozcan, siempre se esconden entre la maleza cuando te acercas. Poder verlos al aire libre es como ganar la lotería».

Para Ingo, la conexión que sintió con los pumas salvajes y las imágenes únicas que logró capturar son sin duda los mejores momentos de su carrera hasta la fecha. «Para mí, el puma es el más elegante de los grandes felinos», comenta. «Es un animal precioso. Fue algo muy emocionante. Estaba justo delante de ellos y entonces me fijé en el espectacular paisaje que ofrece el sur de Chile. Nunca había visto nada parecido. Fotografiar a un animal tan magnífico como un puma en un paisaje como ese es insuperable».