Cinco lecciones sobre la fotografía de bodas que se pueden aplicar al fotoperiodismo

Se ha extendido la idea de que el uso de flashes en fotoperiodismo no es del todo aconsejable. Al fin y al cabo, el flash es puede resultar molesto, y la preparación de flashes externos no resulta del todo conveniente para fotoperiodistas que necesitan reaccionar con rapidez ante los eventos a medida que se desarrollan. Es más, muchos consideran que la subjetividad no tiene cabida en los reportajes periodísticos y que el uso de un flash de forma creativa podría alterar la autenticidad de una escena.

Sin embargo, no todo el mundo piensa lo mismo. «Siempre nos han dicho que el flash y los reportajes no hacen buena pareja», comenta el embajador de Canon y fotógrafo de bodas italiano Fabio Mirulla, cuyo trabajo plasma el matrimonio de forma natural y con un enfoque propio del fotoperiodismo. «No obstante, hay momentos en los que disponer de un buen Speedlite en tu equipo puede ayudarte a resolver momentos muy difíciles u obtener resultados creativos sin llegar a interferir en la escena».

A continuación, Fabio enumera cinco técnicas de flash que emplea en sus reportajes de bodas y que pueden resultar útiles en proyectos documentales y de fotoperiodismo.

En situaciones concurridas, un fotoperiodista puede usar el flash para atraer la atención hacia un sujeto concreto y resaltar detalles importantes sin alterar el contexto.

«A menudo, numerosos elementos dominan y perturban una escena, lo que dificulta destacar a un único sujeto», comenta Fabio. «El flash me permite "limpiar" una imagen y acentuar solo lo que me interesa. Es una técnica que resulta muy útil en grandes eventos multitudinarios con un único sujeto, como un concierto, una obra de teatro o una conferencia».

Al disparar el flash directamente a un solo sujeto entre una multitud, generalmente una novia o un novio, Fabio es capaz de aislarlo del caos circundante. En aquellas situaciones llenas de colores vivos, emplea un gel de color para realzar el contraste con los tonos del entorno, lo que aísla aún más al sujeto. Por lo general, Fabio utiliza un flash Speedlite 600EX-RT de Canon de forma remota y colocado casi perpendicular al sujeto, con un zoom estrecho de unos 70 mm para así canalizar la luz con precisión. «De esta forma logro un efecto tridimensional y evito el aplanamiento al disparar el flash frontal», explica.

«La potencia del flash debe ser suficiente para iluminar al sujeto y eliminar otras luces externas», añade. «Utilizo el modo de flash manual, ya que el sistema de medición de flash a través del objetivo podría verse alterado por otras fuentes de luz».

En espacios reducidos, Fabio utiliza un flash para iluminar zonas concretas del encuadre en un contexto más amplio y a menudo subexpuesto de forma deliberada. No todos los fotoperiodistas están constantemente en el centro de la acción, y técnicas creativas como esta permiten que las imágenes cotidianas resulten más interesantes, como ocurre con los retratos para entrevistas, entre otros.

«En el fotoperiodismo, puedes usar esta técnica si tienes poco espacio y no puedes centrarte en nada más, como por ejemplo al fotografiar a un sujeto en una cabina telefónica de noche», comenta Fabio. «También puedes usar esta técnica cuando tienes dos escenas distintas, como un par de habitaciones, y quieres destacar solo una».

El uso del flash en espacios reducidos concentra una gran cantidad de luz en un área muy pequeña, por lo que Fabio emplea un difusor para suavizar la luz y evitar que sobrexponer las zonas luminosas incluso cuando la potencia del flash es baja. «En los espacios reducidos, no es necesario que la potencia del flash sea muy alta», explica. «A mí me gusta utilizar un zoom con flash configurado a unos 35 mm para lograr una iluminación amplia y uniforme».

«Utilizo el modo Visión en directo para determinar el nivel de exposición del fondo y la luz ambiente», añade Fabio. «También hago tres o cuatro disparos de prueba antes para asegurarme de que la exposición es la correcta».

Además de sus muchas aplicaciones creativas, las sombras resultan muy útiles a la hora de destacar elementos que se encuentran fuera de la escena. En aquellas situaciones en las que no se puede ver al público, como una rueda de prensa o una entrevista, esta técnica puede ayudarte a contar una historia mucho más profunda.

Los fotoperiodistas y documentalistas suelen cubrir eventos nocturnos. Al trabajar frente a un cielo oscuro, puede resultar difícil separar los sujetos del fondo y crear una sensación de profundidad. Fabio suele encontrarse con este problema en las bodas. Para evitarlo, utiliza una configuración de flash con iluminación cruzada. «En este tipo de situaciones, coloco un flash detrás de los sujetos y otro justo delante para así poder destacarlos», comenta. «Si la pareja decide agitar la botella de champán para salpicar a todo el mundo, se logra un efecto muy impactante». Aunque esta técnica requiere una configuración algo más compleja que la que suelen emplear los fotoperiodistas, puede resultar útil para obtener imágenes y tomas únicas cuando surge la oportunidad.

A la hora de aplicar esta técnica, Fabio controla cada unidad flash por separado, ya que cada una tiene un propósito diferente. «El flash frontal es la fuente de luz principal, mientras que el flash colocado detrás de la pareja sirve para delinear el contorno de esta en la oscuridad», explica. «Los grupos de flashes suelen estar colocados a diferentes distancias del sujeto, por lo que necesito diferentes configuraciones de potencia».

El flash frontal necesita contar con la suficiente potencia para exponer a los sujetos y superar cualquier factor de iluminación impredecible, como unos fuegos artificiales, pero no tanto como para apagar las zonas luminosas o crear sombras muy acentuadas. «La potencia suele ser de 1/32», señala Fabio. «El flash trasero debe tener un zoom muy amplio, de unos 24 mm, para así cubrir todo el fondo. Y no debe tener mucha potencia, solo la suficiente para llenar el encuadre. Con solo un poco de luz, es posible delinear elementos como gotas de agua».

«Si quiero amplificar la sensación de movimiento de la celebración, combino velocidades de obturación bajas y movimientos intencionados de la cámara para crear estelas de luz con sujetos inmóviles», comenta Fabio.

Para lograr esta técnica, se puede usar el flash acoplado a la cámara o de manera externa, pero en las situaciones más dinámicas, resulta más útil usarlo de la primera forma, ya que proporciona un mayor grado de flexibilidad y más libertad de movimiento. Fabio fotografía sin trípode con una velocidad de obturación lenta cercana a 1/10 s o menos.

«Trabajo con una configuración de exposición larga», explica. «El disparo del flash congela al sujeto y luego, con un gran movimiento de la cámara, busco las fuentes de luz de la escena para crear las estelas».

«Es algo que se puede emplear en cualquier situación caótica en la que es necesario amplificar el movimiento para contar una historia, como por ejemplo una protesta», añade. «Al usar esta técnica, se enfatizan las emociones y se logra una mayor intensidad. Además, permite plasmar un momento caótico de forma tridimensional, como si fuese una película».