«La música es el amor y la fotografía es la herramienta», afirma el fotógrafo de músicos neerlandés Bart Heemskerk. Fotografía grandes festivales y conciertos por toda Europa, capturando a grandes estrellas como Nick Cave, Lana Del Rey o Dua Lipa, un trabajo que le llevó a recibir la envidiable invitación de fotografiar a los Rolling Stones.
Este verano recorrerá unos 40 festivales para fotografiarles, motivado por su melomanía. A continuación, nos narra su inspiradora historia, repleta de sugerencias sobre cómo puedes utilizar una cámara compacta en los eventos al aire libre de este verano.
«De pequeño, siempre escuchaba la radio y grababa los programas de grandes éxitos. Ya cuando era más mayor fui a conciertos con mi padre y me enamoré del ambiente de los festivales cuando fui al Pinkpop Festival en los Países Bajos a los 15 años», afirma el fotógrafo de 33 años.
Unos años después de su primera experiencia en un festival, Bart tuvo la oportunidad de pedir prestada una EOS 400D de Canon (una versión anterior de la EOS 800D). Rápidamente se dio cuenta de que tener una cámara te permite disfrutar aún más en los festivales, capturando la diversión lejos del escenario y obteniendo fotografías creativas de las mejores actuaciones en directo del mundo.
Tras dedicar tiempo a crear su porfolio de trabajo fotografiando eventos musicales de forma voluntaria, dejó su trabajo de profesor para adentrarse en la carrera de la fotografía: «diez años después de asistir a mi primer festival, volví al Pinkpop con el encargo de fotografiar al grupo neerlandés Kensington, a quienes había llegado a conocer ofreciéndome a fotografiarles gratis a cambio de que me llevaran a más conciertos», cuenta Bart. Al año siguiente, recibió una llamada que jamás hubiera esperado: eran los Rolling Stones, las leyendas del rock, pidiéndole que les fotografiara.
«Los Rolling Stones iban hacer una gira en 2014 y me vieron en Internet, habían estado buscando fotógrafos en los Países Bajos. Así que se pusieron en contacto con el festival Pinkpop y preguntaron. Fue un momento surrealista».
La banda le invitó a fotografiar su gira por Europa y le ofrecieron acceder al backstage para estar con uno de los grupos más famosos del mundo. «Ir de gira con los Stones fue como estar en familia», dice Bart. «No parábamos de reír. Keith [Richards] era el que más juego daba al trabajar. Tenía mucha gracia. Tuve que fotografiar los encuentros con fans y promotores, y tenía un pase para entrar a todas las zonas, ya fuera detrás o delante del escenario. Formaba parte del equipo y cenaba con todos, iba a las pruebas de sonido, etc.».
Bart mantuvo el contacto con los Rolling Stones, e incluso se volvió a ir de gira con ellos en 2017.