Coral en la mesa de la cocina: La extraordinaria vida ordinaria de Kate y Jamie Craggs

En la cocina de Jamie y Kate Craggs, hay un acuario que podría considerarse el centro de atención de la casa, ya que atrae la mirada de todos los que la visitan, especialmente de los amigos de sus hijos adolescentes, que nunca dejan de fijarse en las nuevas incorporaciones a la pecera. Y es el objeto perfecto para quien quiera contar la historia de una familia en pleno cambio y crecimiento, que lleva en la sangre la misma pasión por el mar.

Pero no nos dejemos engañar.

Aunque parezca un acuario y esté lleno de peces, en realidad es un laboratorio de reproducción de corales. «De hecho, hemos logrado que se reproduzcan dieciséis especies allí, tres de las cuales no estaban en los registros científicos», sonríe Jamie. Los experimentos sobre la reproducción sexual del coral, junto al frigorífico, podrían parecer... poco convencionales , pero en el mundo del científico marino Jamie, su mujer Kate y sus hijos, replicar las condiciones del océano dentro de su hogar parece lo más normal del mundo.

Desde el momento en que se conocieron, el mar ocupó un lugar importante en las vidas de Kate y Jamie, aunque de maneras muy diferentes. Kate se crió en el norte de Londres, al menos a 60 kilómetros de la costa, mientras que Jamie creció en Brightlingsea, en Essex. Pasó su infancia nadando, navegando y practicando windsurf en las gélidas aguas del Atlántico. «Así que todo el mundo da por hecho que Jamie me introdujo en el mundo del mar», explica Kate. «Pero aprendí a bucear en Australia antes de conocernos y me encantó. Es decir, me enamoré literalmente del mar». Después de ese viaje de cinco días por al arrecife exterior viviendo a bordo de un barco, el océano la había conquistado. «Aunque aprendí a bucear en el Reino Unido, en frías y turbias pozas de ladrillos», dice Jamie entre risas. «Todavía no he estado en Australia, y eso que parte de mi doctorado se centraba en los corales de la Gran Barrera de Coral. Así que, Kate tiene mucha más experiencia que yo».

Se conocieron a través de una amiga común, que estaba decidida a que Kate la acompañara un fin de semana a Brightlingsea y, según recuerda él, «fue amor a primera vista». Después de salir unos meses, se fueron a vivir juntos, pero el camino del amor rara vez es fácil, y no pasó mucho tiempo antes de que a Jamie le ofrecieran una oportunidad increíble para trabajar como operador de cámaras submarinas. En Borneo. «Fue totalmente asombroso», recuerda Kate. «Yo no quería impedirle que se fuera, pero él tampoco quería irse sin mí. Así que renuncié a mi trabajo».

Dicen que los planetas tienen la costumbre de alinearse cuando algo está destinado a ocurrir, pero mientras se colocan en su posición, puede ser difícil ver lo que está por venir. Sin duda, este fue el caso de Jamie y Kate cuando regresaron de sus viajes y se reincorporaron a su vida normal en el Reino Unido. Justo cuando nació su primer hijo, Jamie asumió el cargo de conservador principal del acuario en el Horniman Museum & Gardens de Londres, donde comenzó su trabajo con la regeneración de corales. Su segundo hijo nació dos años después y Kate, que había trabajado en el estresante mundo de la organización de eventos y la gestión de proyectos, empezó a reflexionar seriamente sobre su futuro.

«Mi cabeza y mi corazón me decían dos cosas diferentes. Quería estar cerca de nuestros hijos, pero necesitaba ganar dinero y también quería hacer algo por mí misma». A menudo se encontraba corrigiendo y editando los textos de un compañero disléxico, así que mandó imprimir unas tarjetas de visita, respiró hondo y se dirigió a las ferias de editoriales para ofrecer sus servicios como correctora autónoma. Al mismo tiempo, Jamie, que también es disléxico, estaba trabajando en su doctorado «Inducing broadcast coral spawning ex situ: Closed system mesocosm design and husbandry protocol» (Inducción del desove de corales ex situ: diseño de un mesocosmos de sistema cerrado y protocolo de cría), así que Kate revisó absolutamente todo lo que él ha escrito a lo largo de su carrera. «Leí su tesis, de principio a fin, más de una vez», dice ella. «De esa manera conocí su mundo y su trabajo, mucho más sobre su trabajo».

Cuando Jamie logró su gran avance —conseguir que los corales desovaran a voluntad—, la pareja no tiene reparos en admitir que fue una época difícil para su joven familia. Con dos niños pequeños y Jamie trabajando habitualmente en el «horario de los corales» —es decir, trabajando todo el día y viviendo al ritmo de los ciclos de desove de los corales por la noche— Kate se ocupaba de la casa mientras él hacía turnos de 18 horas. «Básicamente, estaba replicando el desove en el arrecife, es decir, a las nueve o diez de la noche», explica Kate. «No creo que nadie se diera cuenta de lo mucho que eso le alejaba de casa. Fue un sacrificio». El punto de inflexión se produjo cuando finalmente consiguió que los corales desovaran durante el día.

Hay muchos tipos de momentos transformadores, pero este es poco habitual. Y fue toda una revolución para la familia Craggs. No solo recuperaron a Jamie durante el día, sino que su increíble reputación en el campo los llevó por todo el mundo para investigar arrecifes. Y sus hijos, aventureros natos a los que también les encanta bucear, se fueron con ellos. Al igual que los corales se alinearon perfectamente, también lo hicieron finalmente los planetas: la experiencia profesional de Kate, además de su experiencia como maestra de buceo y editora de la tesis doctoral de Jamie, encajaban perfectamente con las necesidades de Coral Spawning International. Hoy en día, incluso se está formando para trabajar profesionalmente en la restauración de corales.

Es evidente que el tiempo ha pasado volando para ellos, como suele ocurrir cuando se tienen hijos, y la vida no da señales de ralentizarse. Además de la colaboración entre Canon, Nature Seychelles y Coral Spawning International, Jamie sigue trabajando con Horniman. «A veces duermo poco», se ríe. «Es un poco complicado». Y la vida sigue: cuidar de los padres mayores, pasear a los perros, cocinar... Pero el futuro parece emocionante. «El trabajo de restauración con Nature Seychelles va a ser increíble», añade Kate. «Y nos encantaría que nuestros hijos también participaran en eso».

Así que, tal vez, después de todo, aquí haya una metáfora visual. Porque, al igual que su acuario, a primera vista la familia Craggs parece ser como cualquier otra. Pero basta pasar un rato con ellos para darse cuenta de que también son extraordinarios.

Más información sobre nuestra colaboración con Coral Spawning International y Nature Seychelles .