Como parte de la narrativa natural y moderna del rodaje y para desafiar los límites del rango dinámico de la EOS C500 Mark II con el CN-E20-50mm T2.4 L F / FP de Canon, Ian quiso utilizar el destello del sol en una escena. Pero el sol ya se había puesto, por lo que tenían que improvisar. Dispusieron haces de luz paralelos dirigidos hacia reflectores propios para lograr sombras paralelas que replicaban el destello natural del sol, con un reflector directamente en el plano para simular la luz del sol atravesando una nube.
«La modelo caminaba y atravesaba el plano», cuenta Ian. «Mirabas la imagen pensando que no había velo óptico, pero cuando empezaba a cruzar por el plano podías ver cómo el contraste a izquierda y derecha se volvía más profundo de repente. Por lo que podías ver cómo desaparecía el velo óptico. Esto demuestra que el objetivo produce un velo óptico muy sutil y es capaz de mantener bien el contraste incluso con luz solar directa».
Dentro de la casa modernista con enormes ventanales, la modelo posaba bajo luces directas con el tenue crepúsculo en el cielo de fondo, lo que creaba una estética pictórica y con varias capas. «La piel de la modelo se veía preciosa, incluso sin maquillaje ni difusión de las luces, lo que demuestra que el CN-E20-50mm T2.4 L F / FP cuenta con cierta elegancia», menciona Ian. «Con la EOS C500 Mark II, tiene una resolución y una dimensionalidad excelentes, un bokeh y una reducción del enfoque suaves, y unos tonos de piel aterciopelados. No es el típico objetivo Full Frame moderno muy aséptico y sin personalidad. Tiene una sofisticación y una calidad innatas. Esto sí que es un objetivo de cine».