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Cómo se hizo «Ícaro» de Netflix: las cámaras Canon tras el documental sobre dopaje deportivo ganador de un Óscar

Filmmaker Bryan Fogel lies on a laboratory bed attached to a respirator.
El director Bryan Fogel se propuso demostrar la ineficacia del sistema antidopaje del mundo del ciclismo con «Ícaro», un documental de Netflix grabado por el director de fotografía Jake Swantko utilizando cámaras y objetivos Canon. © Netflix

El sueño de la mayoría de los productores de documentales consiste en crear una película cautivadora y visualmente espectacular que haga abrir los ojos a la gente o que cambie la percepción de un tema que no recibe la atención que merece. Una película que dejara al descubierto una enorme conspiración mundial, que copara titulares en todo el planeta y que fuera el desencadenante de un cambio real sería un sueño hecho realidad. Y si, además, esa película acabara ganando un Óscar… Ese es el tipo de historia que solo pasa en las películas de Hollywood.

Sin embargo, eso es justo lo que les pasó a Bryan Fogel, el director, y Jake Swantko, el director de fotografía, con «Ícaro», su documental de Netflix sobre el dopaje en el mundo del deporte. Su plan consistía en crear una película del estilo de «Super Size Me», de Morgan Spurlock, pero en torno a las sustancias para mejorar el rendimiento en lugar de la comida rápida. Bryan, un apasionado del ciclismo, quería demostrar personalmente la ineficacia del sistema antidopaje del mundo del ciclismo; su plan era doparse, evitar que le pillaran y terminar entre los 10 primeros clasificados de la Haute Route, una durísima prueba cicloturista de siete días de duración que se celebra en los Alpes. En lugar de ello, desveló una conspiración global que condujo a la implicación de las fuerzas policiales y el Comité Olímpico Internacional, y que terminó con la exclusión de Rusia de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2018.

Al empezar a trabajar en el documental en el año 2014, Jake era consciente de que había estado grabando acción ciclista a gran velocidad e imágenes con poca luz. Como cámaras principales se eligieron primero la EOS C300 de Canon y luego la EOS C300 Mark II de Canon, complementándolas con una EOS 5D Mark II de Canon (que ha sido reemplazada por la EOS 5D Mark IV de Canon) por su profundidad de campo reducida y para conseguir un punto de vista más amplio al grabar las entrevistas. Cuando fue necesario, se añadió una videocámara LEGRIA HF G30 de Canon como segunda o tercera cámara.

DOP Jake Swantko pointing a videocamera at Bryan Fogel while both sit at a table.
Jake Swantko, director de fotografía, graba a Bryan Fogel, director de «Ícaro» de Netflix. Jake utilizó primero la EOS C300 de Canon y más adelante la EOS C300 Mark II de Canon para grabarlo todo, desde el metraje de acción hasta las entrevistas, y dice que es la única cámara en la que confiaba para tal variedad de tareas. © Jake Swantko
Bryan Fogel and Grigory Rodchenkov sit opposite each other at a long wooden table.
La EOS 5D Mark II de Canon (que ahora ha sido reemplazada por la EOS 5D Mark IV de Canon) se utilizó para grabar las entrevistas con un punto de vista amplio. © Jake Swantko

Una confesión inesperada

Bryan se hizo con los servicios del médico ruso Grigory Rodchenkov para que le ayudara con la administración de las sustancias dopantes. Hacia la mitad del rodaje, el médico reveló que, como jefe del laboratorio nacional antidopaje de Rusia, ya había hecho lo mismo para deportistas rusos en eventos deportivos internacionales de primera línea. No solo declaró que había trabajado en un programa diseñado para dopar a los deportistas sin que les atraparan, sino que también se ofreció a llevar a Bryan y a Jake al laboratorio de Rusia para que pudieran documentarlo. Esta revelación cambió radicalmente los planes del equipo y llevó el proyecto en una dirección inesperada.

La videocámara compacta LEGRIA HF G30 de Canon, una vez desmontados los accesorios para que fuera lo más pequeña y fácil de esconder posible, se convirtió en una cámara oculta. «La LEGRIA HF G30 de Canon era la mejor de su categoría en términos de portabilidad, y justo la cámara tipo consumo que estábamos buscando», dice Jake. «Tiene la relación de aspecto y definición correctas, además de enfoque y exposición automáticos. Aporta una perspectiva realista e inmersiva, que es lo que buscábamos para determinadas partes de la película».

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Bryan y Jake se desplazaron hasta el laboratorio antidopaje más tristemente célebre de Moscú, sin saber muy bien en qué se estaban metiendo. En palabras de Jake, «Grigory posee una personalidad encantadora que a veces puede enmascarar el riesgo que corres. En aquel momento, todo sonaba muy trivial. Cuando atravesamos la puerta del laboratorio, se limitó a decirnos que sería mejor que guardáramos la cámara. Sacó una bolsa de basura de su mesa y dejamos la cámara dentro. El detector de metales pitó cuando atravesamos la puerta de seguridad, y fue solo por el cargo de Grigory que no nos pararon. Y entonces empezamos a grabar. No éramos en absoluto conscientes del riesgo que corríamos».

Fue en el laboratorio donde Grigory se sinceró sobre la escala del dopaje. «En ese momento, pensé "¡Vaya! ¿Qué está diciendo?". Creíamos que estaba diciendo la verdad, pero no podíamos estar seguros. No fue hasta más adelante, cuando grabé la primera investigación privada –el informe McLaren de 2016, encargado por la Agencia Mundial Antidopaje–, que corroboró sus declaraciones más allá de cualquier duda razonable, que supe que estábamos ante algo realmente grande».

Los hechos revelados terminaron con una exclusiva en portada de The New York Times, una citación del Gobierno Federal de EE. UU. a Grigory para testificar ante un gran jurado y la implicación de políticos rusos de primer nivel. Grigory reside ahora en EE. UU., bajo la protección del Gobierno norteamericano.

Grigory Rodchenkov next to a machine in a laboratory.
Grigory Rodchenkov invitó a Bryan y a Jake a su laboratorio antidopaje en Moscú. Para poder grabar sin que les detectaran, Jake eligió la LEGRIA HF G30 de Canon por tener la «mejor portabilidad de su categoría» y por su «perspectiva realista e inmersiva, que es lo que estábamos buscando». © Netflix

Creación de un documental cinematográfico

Con tamaña historia entre manos, centrarse en la narrativa habría sido fácil, pero Jake también tenía que conseguir que el aspecto final de la película fuera igual de bueno. Mezcló el metraje tipo acción de la videocámara con las imágenes más cinematográficas de la EOS C300 y la EOS C300 Mark II de Canon, así como las de la cámara B, la EOS 5D Mark II de Canon.

«Queríamos que la gente viera que algunas partes de la película eran muy artesanales, mientras que otras eran muy cinematográficas», explica.

Con ayuda del sensor HD CMOS PRO de Canon de la LEGRIA HF G30 de Canon y su preciso enfoque automático, Jake pudo conseguir las imágenes que necesitaba cuando no tenía más que una sola oportunidad. «La LEGRIA HF G30 pasó por las manos de mucha gente que no sabía cómo usar una cámara profesional, por lo que era muy importante que todo estuviera enfocado», explica.

También quedó muy complacido con el aspecto distintivo del metraje de la LEGRIA HF G30. «La primera escena que grabé, la de Bryan saliendo de su SUV la primera vez que se trasladó a Colorado, fue con la LEGRIA HF G30 de Canon. Al principio, muchos de los editores dijeron que no les gustaba, pero hacia el final de la película buscaban más escenas grabadas con la LEGRIA HF G30, ya que tenía un toque especial».

Un objetivo EF para cada situación

El equipo utilizó varios objetivos EF de Canon: el EF 24-70mm f/2.8L II USM de Canon, el EF 16-35mm f/2.8L II USM de Canon (que ha sido reemplazado por el EF 16-35mm f/2.8L III USM de Canon en la gama de Canon), objetivos zoom EF 70-200mm f/2.8L IS II USM de Canon y un objetivo prime EF 24mm f/2.8 IS USM de Canon. Los objetivos prime del propio Jake, un EF 35mm f/1.4L USM de Canon (que ha sido reemplazado por el EF 35mm f/1.4L II USM de Canon) y un EF 135mm f/2L USM de Canon, también fueron de gran ayuda.

Bryan Fogel wearing an oxygen mask riding a bike.
Jake utilizó varios objetivos EF de Canon para grabar a Bryan en acción. © Netflix
A camera operator with a Canon EOS C700 FF filming in a boxing gym.

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«Lo mejor de los objetivos EF, además de su ligereza y su tamaño compacto, es que las imágenes que crean son increíbles. Me gusta el ligero desajuste que se produce en el EF 24-70mm f/2.8L II USM de Canon al enfocar; es un elemento muy bonito. La verdad es que los objetivos más angulares no dejan ver este desajuste».

Jake también alaba la consistencia de color de las ópticas, además de adorar el aspecto del velo óptico de los objetivos. «Contábamos con un colorista extraordinario que trabajó conmigo durante un mes, más o menos, y que fue capaz de encajar a la perfección en la secuencia todas y cada una de las imágenes que grabamos para la película. Todas las imágenes y grabaciones capturadas con las cámaras EOS se pudieron encajar fácilmente.

»El único momento en que observamos mucho velo óptico fue con el objetivo EF 16-35mm f/2.8L II USM de Canon, pero pudimos controlarlo», explica. «En las tomas de acción, más en concreto las competiciones ciclistas, si se producía velo óptico en el objetivo como consecuencia de la posición de la cámara, quedaba muy bien. Nunca dio la sensación de que el objetivo estuviera empañado; siempre lo dotaba de un color tipo arcoíris que desaparece al moverse hacia un lado».

La cámara de cine que puede ser tanto grande como pequeña

La EOS C300 de Canon se utilizó en todo tipo de actividades, dese entrevistas hasta grabaciones de acción, y Jake afirma que es la única cámara en la que confiaba para tal variedad de tareas. «Literalmente, pasó de una competición en los Alpes franceses al interior de una bolsa de basura para atravesar una puerta de seguridad en Moscú», relata. «Era lo suficientemente ligera para todo ello. Dependiendo de cómo se configure, puede ser tanto grande como pequeña, pero principalmente está diseñada para manipularse con las manos, lo que es genial. Es una de esas cámaras que saben estar a la altura».

La EOS C300 de Canon resultó especialmente útil para filmar a Bryan sobre la bicicleta, escenas que Jake grabó desde la parte trasera de una moto. «Realmente era la única cámara [de cine] que podía usarse en una moto. La instalé en un estabilizador Glidecam 2000, que en teoría no está hecho para aguantar tanto peso, pero fue bien».

Jake eligió un sistema totalmente mecánico como el Glidecam en lugar de una unidad electrónica para prevenir posibles fallos en el sistema electrónico en caso de lluvia. Pese a que la humedad ambiental era mucho menos problemática para las cámaras Canon, en ocasiones Jake cubrió la cámara con una bolsa mientras estaba instalada en el Glidecam. En esta parte de la grabación no se utilizaron monitores externos ni tampoco fue necesario ningún dispositivo de grabación, puesto que la cámara graba en alta calidad en las tarjetas internas.

Grigory Rodchenkov and Bryan Fogel sit at a table in front of a row of specimen jars.
Mientras Grigory ayudaba a Bryan a pasar las pruebas de dopaje, confesó que había hecho lo mismo para algunos deportistas rusos. La película mezcló metraje tipo acción de videocámara con las imágenes más cinematográficas de las cámaras de cine EOS, utilizando C-Log para maximizar el rango dinámico. © Netflix

La primera vez que grabó la acción ciclista, Jake utilizó un objetivo de cine con enfoque manual. «Grababa a f/16 o f/22, giraba la pantalla LCD hacia mí y entonces grababa desde el lado derecho o izquierdo de la bicicleta, dependiendo de dónde fuera la acción. No había manera de realizar un reenfoque rápido, así que lo hacía a ojo. El principio fue puro ensayo y error, pero luego le cogí el tranquillo».

A medida que avanzó la grabación, Jake se pasó a la EOS C300 Mark II de Canon con enfoque automático Dual Pixel (DPAF). Utilizó objetivos de enfoque automático para conseguir una abertura más amplia y un efecto más estilizado. «Apuntaba la cámara en la dirección correcta, grababa a f/5.6 y obtenía una imagen mucho mejor. Mucha gente recela del enfoque automático en los momentos importantes, pero se puede seleccionar y deseleccionar sin sacar la mano del objetivo, y responde muy bien. En lo que a enfoque automático se refiere, Canon lleva la voz cantante».

La entrada a la era del 4K

El personal de apoyo utilizó la tercera cámara, la EOS 5D Mark II de Canon, para grabar imágenes panorámicas en los Alpes. Gracias a la relativa coherencia entre los menús de las tres cámaras Canon y a que comparten muchas opciones, el paso de una cámara a otra fue bastante fluido.

«Ícaro» se grabó en 2K, con la EOS C300 de Canon y la EOS C300 Mark II de Canon utilizando C-Log para maximizar el rango dinámico, y el metraje resultante se transmitía a un monitor externo para facilitar el ajuste de la exposición. C-Log también está disponible en la EOS 5D Mark IV de Canon por medio de una actualización de firmware, gracias a lo cual el metraje de esta cámara se puede combinar fácilmente con el de las cámaras de cine EOS. Para mantener el ruido a raya, se utilizó un ISO base de 800 en todas las cámaras.

La capacidad de la EOS C300 Mark II de Canon para grabar a 60 fps en HDS resultó ideal para las grabaciones a cámara lenta de la acción ciclista. «En términos de calidad de imagen y ausencia de artefactos, la grabación a cámara lenta con la EOS C300 Mark II es infinitamente mejor. Se ha convertido en una herramienta de cámara lenta mucho más viable», dice Jake.

«La cámara tiene muchas cosas fantásticas, como la reproducción del color y la posibilidad de grabar a cámara lenta y en 4K, especialmente ahora que son tantas las plataformas que piden ese nivel de definición», explica. «La cámara continúa siendo muy asequible, y se puede instalar o sostener en la mano, lo que la convierte en un recurso fantástico. En gran parte de la grabación de un documental, cuanto menos se deje ver la cámara, más factible es utilizarla».

Gracias a la elección de las cámaras y los objetivos Canon, Jake y Bryan pudieron crear una película que, además de transmitir un mensaje enormemente potente, también tiene un aspecto magnífico. Llamó la atención del mundo, y el resto es historia.

Escrito por Adam Duckworth and Kathrine Anker


El equipo de Jake Swantko

El equipo clave que utilizan los profesionales para grabar sus documentales

A Canon EOS C300 Mark II cine camera with a Canon EF 24-105mm f/4L IS II USM lens.

Cámaras

Canon EOS C300 Mark II

La EOS C300 Mark II, una auténtica revolución para la grabación creativa de vídeos, graba sorprendentes vídeos 4K/Full HD con unos increíbles 15 pasos de rango dinámico, salida RAW externa y Canon Log2 para ayudar a materializar tu visión creativa. «La cámara tiene muchas cosas fantásticas, como la reproducción del color y la posibilidad de grabar a cámara lenta y en 4K», explica Jake.

Canon LEGRIA HF G30

En su cuerpo compacto, la emblemática videocámara LEGRIA HF G30 esconde un estabilizador, un sensor y ópticas de altas especificaciones, además de conectividad Wi-Fi. «Es la mejor de su categoría en términos de portabilidad, y justo la cámara tipo consumo que buscábamos», dice Jake.

Canon EOS 5D Mark IV

Diseñada para rendir en cualquier situación, la EOS 5D Mark IV es una cámara atractiva y muy completa con capacidad para grabar vídeo en 4K.

Objetivos

Canon EF 24-70mm f/2.8L II USM

Un zoom estándar de calidad profesional que ofrece una calidad de imagen excepcional y una gran abertura de f/2,8 en todo el rango de zoom. «Me gusta el ligero desajuste que se produce al enfocar», dice Jake. «Es un elemento muy bonito».

Canon 16-35mm f/2.8L III USM

Un objetivo zoom ultra gran angular de calidad superior, con una abertura máxima de f/2.8 constante, para obtener la máxima calidad de imagen posible incluso en condiciones de poca luz.

Canon EF 70-200mm f/2.8L IS II USM

Este teleobjetivo zoom de abertura rápida es uno de los favoritos entre los fotógrafos de prácticamente cualquier género. «Lo mejor de los objetivos EF, además de su ligereza y su tamaño compacto, es que las imágenes que crean son increíbles», dice Jake.

Objetivos

Canon EF 24 mm f/2,8 IS USM

Un objetivo de gran rapidez de 24 mm con una rápida abertura máxima de f/2,8 que resulta perfecto para la fotografía de paisajes, viajes y documentales. La estabilización de la imagen ayuda cuando hay poca luz y el AF USM enfoca de forma rápida y silenciosa.

Canon EF 35mm f/1.4L II USM

Todo un clásico moderno: un objetivo gran angular estándar que los fotógrafos de reportajes adoran por su perspectiva natural, sus resultados con poca luz y excelente rendimiento óptico.

Canon EF 135mm f/2L USM

Un teleobjetivo rápido, ligero y de alta calidad. Es la herramienta perfecta para captar deportes de interior en condiciones de poca luz y para la fotografía de retrato.

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