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The Perimeter, el proyecto personal de Quintin Lake, es sin lugar a duda uno de los más ambiciosos jamás vistos: recorrer los 10 600 km de los que se compone la costa británica. Quintin, que se ha embarcado en esta aventura solo y sin ningún tipo de ayuda, fotografía la belleza de la que es testigo en un recorrido que tardará cinco años en completar.
¿Qué le ha llevado a aceptar un desafío tan exigente y complicado, además de prolongado? Al comienzo de su viaje, Quintin afirmó que esperaba poder descubrir los secretos que esconde esta «misteriosa isla». «No se me ocurre ningún otro lugar en el que cada paso que des te lleve a nuevas sorpresas, lugares sobrecogedores y cosas nunca vistas», comenta.
Quintin cubre una distancia de 26 km al día y ha dividido la ruta en secciones, por lo que solo permanece alejado de su familia uno o dos meses. Mientras tanto, trabaja como fotógrafo de arquitectura y vende impresiones de las fotografías que realiza durante sus viajes por la costa, lo que le permite financiar The Perimeter.
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El enfoque fotográfico de Quintin durante sus viajes es completamente distinto al que emplea en su trabajo. «La fotografía de arquitectura exige ser meticuloso y detallista», comenta. «Se centra en comprender de antemano lo que observas y visualizar lo que pretendes crear. En The Perimeter, en cambio, siempre me levanto sin saber con qué me voy a encontrar o qué me inspirará. Descubrir estos momentos es lo que más gusta».
Quintin comenzó el proyecto de The Perimeter en la catedral de San Pablo de Londres en abril de 2015 y espera poder finalizar su viaje en 2020 volviendo al punto de partida. Además de los objetivos personales que se ha fijado en cuanto al tiempo y la distancia recorrida, Quintin ha establecido una serie de normas, como seguir siempre la ruta más cercana a la costa y no usar ningún tipo de vehículo, incluidos barcos y ferris.
Ha sido un viaje extraordinario en el que ha tenido que hacer frente a condiciones meteorológicas de lo más adversas, desde el calor abrasador del verano a vientos huracanados y lluvias torrenciales en pleno invierno. A lo largo del recorrido, Quintin ha fotografiado tanto zonas densamente pobladas como alejadas regiones silvestres. Sus imágenes no solo reflejan el mundo natural por medio de paisajes, vistas marinas, playas y acantilados, sino que también desvelan un sinfín de elementos artificiales, como casas en la costa, rompeolas, embarcaderos, faros, astilleros, plantas industriales y centrales eléctricas. El proyecto de Quintin capta toda la variedad de la costa británica.
Dada la distancia que debe recorrer cada día, Quintin necesita viajar con el equipo más ligero posible. Su mochila pesa entre 14 y 20 kg, y también lleva una tienda de campaña, un saco de dormir, y comida y equipo para cinco días, lo que incluye un comunicador por satélite para mantenerse en contacto con su familia y baterías externas para el teléfono y las cámaras. «El tema del peso me obsesiona. Soy de esos que corta el bote de pasta de dientes en dos para aligerar el equipo un par de gramos en la medida de lo posible», comenta Quintin entre risas. «Pero si hay un aspecto en el que no podía escatimar era la elección de la cámara».
Las impresiones que vende miden hasta 1,1 metros cuadrados, así que necesita una cámara de alta resolución y objetivos robustos capaces de soportar las condiciones más difíciles. «El mejor equipo con el que podía contar para este proyecto era sin duda la EOS 5DS R y los objetivos herméticos de la serie L de Canon», comenta. Quintin adquirió este modelo nada más ponerse a la venta, ya que tenía especial interés en su resolución de 50,6 megapíxeles.
Dadas las restricciones de peso, utiliza siempre los mismos objetivos en sus viajes: un EF 16-35mm f/4L IS USM y un EF 70-300mm f/4-5.6L IS USM de Canon. «Es increíble poder disponer de una longitud focal de 16-300 mm sin echar de menos la sección intermedia», comenta. «Esto me permite captar cualquier paisaje de un sinfín de formas diferentes e increíbles con solo dos objetivos, desde súper gran angular a teleobjetivo».
El fotógrafo de Magnum Chris Steele-Perkins, que ha publicado 12 libros de proyectos personales a largo plazo en los últimos 40 años, comparte sus consejos.
Quintin considera que el objetivo EF 70-300mm f/4-5.6L IS USM de Canon es perfecto para su trabajo. «Lo uso en la mayoría de mis proyectos porque me gusta añadir compresión a las escenas de paisajes», afirma. «Mejora la calidad abstracta, un aspecto que me inspira a la hora de captar los paisajes costeros. Además, enfatiza la geometría de la imagen subyacente, mientras que un objetivo gran angular tiende a incluir más elementos, así que debes ser más selectivo si quieres conseguir una composición apropiada».
En un viaje tan largo y exigente, el desgaste y el deterioro pasan factura. Quintin ha utilizado seis pares de botas y su kit de cámara ha tenido que lidiar con la lluvia, la arena, el uso intensivo y los golpes fruto de los resbalones y las caídas.
«Hasta el momento se me ha partido la rosca para el trípode, y he tenido que sustituir un elemento frontal roto y la cubierta», comenta. «Cuando se me rompe algún componente, puedo hacer que lo reparen gracias a Canon Professional Services, lo que me permite volver al trabajo cuanto antes».
Aunque Quintin cuenta con bastante experiencia recorriendo largas distancias, este proyecto le ha llevado al límite. Sus problemas de tendones y espinillas le han tenido apartado durante meses, e incluso ha corrido el riesgo de sufrir hipotermia durante sus acampadas tras varios días caminando en solitario en condiciones de baja temperatura por zonas remotas.
Uno de los mayores retos a los que se ha enfrentado ha sido el temporal. «En Escocia es normal que llueva sin parar durante días», afirma Quintin. «Los vientos fuertes suelen ser muy frecuentes. Cuando encuentras refugio, sientes una especie de silencio en tu cabeza porque el viento ha dejado de golpearte sin cesar. Es un clima implacable».
Además de recorrer una distancia específica cada día, Quintin también se asegura de que cuenta con suficiente energía mental para ser creativo. Cada día, suele dedicar unas tres horas a fotografiar el trayecto que recorre, buscando inspiración en diferentes ubicaciones, edificios y objetos.
«A veces me encuentro con algo que nunca había visto, lo que me produce cierto hormigueo y me hace pensar en lo bonito que es», comenta. «O mejor dicho, en lo bien que representa a la isla de Gran Bretaña. Es entonces cuando intento captar la mejor imagen de ese motivo».
Quintin realiza unas 450 fotos al día, y edita y selecciona las 16 que más le gustan. Hasta la fecha, ha capturado cerca de 140 000 imágenes. Cada pocos días, selecciona una que le parece «profunda y bella». Hasta el momento, el sitio web de The Perimeter cuenta con una colección de 800 imágenes para dar a conocer el proyecto y vender impresiones. Su objetivo es crear un álbum de fotos y una exposición itinerante en los lugares que ha visitado.
«Cada día ha sido único», destaca tras echar la vista atrás y recordar cada paso. «Ese ha sido mi gran descubrimiento. Ver que la geografía y la geología de esta isla son tan variadas como sus acentos. Mi mayor motivación es la búsqueda de la belleza inesperada. Cada paso que doy me permite descubrir algo nuevo y hermoso, y eso es lo que me anima a seguir cada día».
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Una cámara diseñada para lograr la calidad de imagen réflex digital definitiva, con una resolución de 50,6 megapíxeles y un filtro de cancelación de paso bajo que maximiza la nitidez del sensor de la cámara. «La mejor cámara con la que podía contar para este proyecto era la EOS 5DS R de Canon», destaca Quintin.
Capta paisajes e imágenes arquitectónicas impresionantes con este objetivo de alto rendimiento compacto y ligero con abertura fija de f/4. «La combinación de un objetivo gran angular y un estabilizador de la imagen permite obtener imágenes nítidas al fotografiar sin trípode en condiciones de poca luz», comenta Quintin.
Rendimiento excelente con longitudes focales del zoom versátiles y una calidad de imagen superior en un diseño sólido y compacto. Según Quintin: «Este objetivo hermético ofrece nitidez y fiabilidad en todas las longitudes focales hasta 300 mm, con un diseño relativamente ligero».
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