Hace una década, la serie de galardonados y reflexivos retratos de Jasper Doest de los monos de nieve japoneses lo encumbraron entre el público como estrella en alza en la fotografía de la naturaleza. Lejos de dormirse en los laureles y emplear sus energías a un tema del que ahora es sinónimo, el fotógrafo profesional residente en los Países Bajos busca un estilo más cercano al fotoperiodismo, inspirado por sus respuestas emocionales a la interacción del hombre con el medio ambiente.
Como admite libremente, es un nuevo enfoque que requiere mucha conversación, normalmente consigo mismo. «Me pregunto a mí mismo: '¿qué está provocando esta reacción emocional?'. Al hacerme esa pregunta suelo obtener respuestas y sé los ingredientes que necesito reunir para una composición», comenta Jasper.