A Rummage of Flowers de Guia Besana, tomada con la EOS R

Rebuscar: escarbar entre varias cosas. «Me gusta este mundo», confiesa la fotógrafa y embajadora de Canon italiana Guia Besana. «Me imagino a mí misma rebuscando». Busca las imágenes perfectas para contar sus historias.

En el ámbito del fotoperiodismo, puede resultar bastante difícil encontrar tu vocación; tienes que encontrar tu sitio para diferenciarte del resto. Pero después de viajar por todo el mundo informando, Guia halló su razón de ser cerca de su hogar: se encontró a sí misma contando cada vez más historias sobre mujeres.

«Me veo reflejada en aquellos sujetos que puedo entender», explica la exfotoperiodista. «Reconoces en los demás lo que ves en ti mismo».

Sin pretenderlo, su portfolio empezó a llenarse de historias centradas en mujeres, y los editores se dieron cuenta: The New York Times, Marie Claire, Le Monde. «En Le Monde vieron que había trabajado bastante con mujeres, y empezaron a llamarme para realizar trabajos similares.

«Hay demasiados fotógrafos, por lo que si dejas claro tu principal interés, un editor, que tiene en mente cientos de nombres y correos electrónicos, pensará en ti».

Su vida en primer plano

No fue hasta 2006 cuando la carrera de Guia dio un cambio definitivo para convertirse en la persona por la que se la conoce actualmente. «Estaba embarazada y sola en París sin mi familia. Tenía pareja, pero estaba continuamente de viaje... Empecé a pensar que la solución era fotografiar mi estado mental. Y entonces empecé a contar historias sobre mí misma, reales, pero a través de la ficción.

«Puede parecer un poco contradictorio, pero para mí la ficción es más real que los reportajes», afirma Guia. Con la ficción, pudo confeccionar al detalle respuestas visuales a su propia vida, en lugar de conclusiones extraídas de forma apresurada por obligación. «Tomé la decisión de trabajar con mis experiencias personales sobre lo que implica ser madre. Traté de representar el conflicto de la maternidad con la fotografía».

Varios proyectos posteriores, incluidos Baby Blues, Under Pressure y Poison, le permitieron dar el salto a nivel mundial, además de ganar varios premios y el reconocimiento como embajadora de Canon. Todo ello le dio la libertad para explorar y compartir sus experiencias como mujer.

Su trabajo artístico destaca por los colores intensos, el glamour retro y la curiosidad que infunde en su público. «Una imagen puede contar una historia. Puedes imaginarte lo que podría haber pasado antes y después... Es similar al cine en el sentido de que hay una historia detrás», explica. «Pero, moralmente, supone menos esfuerzo para mí. En este momento, en el que todo puede ser tan falso, la ficción es la realidad».

Ahora, Guia transmite este enfoque a través de su trabajo editorial, con escenas ficticias en las que representa historias de la vida real en revistas como Marie Claire, Femme Majuscule y Burn Magazine.

Su portfolio es un placer visual, gracias a colores, texturas, composiciones y detalles, como el maquillaje y la ropa, que elige cuidadosamente. La profundidad y la atracción se originan tanto en sus historias como en la elección del casting: suele elegir a sus modelos de la calle. «No selecciono modelos profesionales porque saben cómo tienen que posar y me parece menos sorprendente. Las modelos profesionales no se cohíben; en cambio, al elegir modelos de la calle, dispongo de sujetos que no están acostumbrados a posar delante de una cámara. Al hacerlo, están incómodos y es más interesante para mi trabajo», nos cuenta.

Este enfoque se refleja en la apariencia agradablemente cercana de sus personajes que, a pesar de contar con una estética de moda, no están sexualizados. Las mujeres son preciosas, pero no están cosificadas; no representan los cánones de belleza actuales, sino que son reales.

A Rummage of Flowers

En su reciente proyecto, A Rummage of Flowers, Guia trata los temas de la fragilidad, el poder y la indecisión. «Cuando una mujer supera la fragilidad pasa a ser poderosa», explica. «Cuantas más flores veo, más aprecio lo que la naturaleza me ofrece».

Guia también asocia la indecisión a la mujer. «Las mujeres pueden ser fuertes y a la vez no estar seguras de lo que quieren. Realmente quería intentar capturar eso», explica refiriéndose a las fuertes expresiones, en ocasiones intencionadas, de sus cuatro modelos.

El resultado son imágenes dinámicas que juegan con la luz, el color y las emociones. Para Guia, al fotografiar en un estudio, era muy importante poder moverse, pararse y desarrollar su concepto mientras trabajaba. «Me gusta que mi cámara sea ligera», comenta Guia, que tomó las fotografías con la cámara mirrorless EOS R de fotograma completo de Canon. «No siento que haya algo que me distancie del sujeto».

Su inmersión en las sesiones fotográficas es uno de los motivos por los que le encanta trabajar con la cámara profesional más compacta de la gama de Canon. «Los fotógrafos pueden llegar a ser grandes apasionados de la tecnología; yo no lo soy, pero esta cámara me encanta», confiesa Guia. «Creo que es porque no me distrae para nada, me deja centrarme en el trabajo. Gracias a su diseño y sus dimensiones, no siento que me distancie de lo que intento hacer: conectar con el sujeto. Al verte [el sujeto] con un dispositivo demasiado grande delante de ti, hasta una modelo puede sentirse intimidada».

Guia busca flujos de trabajo más rápidos que le permitan plasmar su visión sin interrumpir el flujo creativo de sus sesiones. «Rasgué los papeles, las flores estaban sin arreglar... Me gusta jugar», asegura mientras explica cómo utiliza una iluminación continua que le permite analizar la escena tal y como aparecerá en las fotografías. «La simulación del visor electrónico de la exposición [en la EOS R de Canon] te permite no perder el tiempo mientras pruebas exposiciones. Utilizo la barra multifunción para modificar la ISO; no uso la pantalla de ángulo variable, pero sí la pantalla táctil para enfocar mientras miro a través del visor.

«Al utilizar el modo silencioso, aparece un marco blanco [para indicar que se ha realizado la fotografía]: es completamente silencioso. Me gusta el hecho de que no haya sonido al enfocar, pero prefiero que el clic del obturador sí suene en el estudio: así me aseguro de que se ha hecho la fotografía».

El nuevo sistema EOS R

Guia suele utilizar una EOS 5DS R de Canon y considera que la resolución es fundamental, al igual que los detalles en las texturas y la representación precisa del color, elementos esenciales para el resultado de sus impresiones. «En esta fotografía utilicé varios objetivos. El Canon RF 50mm f/1.2L USM es un objetivo increíblemente nítido. Pero también me gusta contar con los detalles que me ofrece el Canon EF 100mm f/2.8L Macro IS USM, que descubrí hace unos meses y me encanta. La EOS R dispone de este adaptador, que es increíble y no muy grande. Puedes montar todos tus objetivos EF, un aspecto muy importante para un fotógrafo, al no tener que sustituir todo el equipo por un nuevo sistema».

En sus proyectos personales, Guia imprime su trabajo con una altura de 120 cm de media. Al realizar fotografías con Dual Pixel Raw mediante la EOS R, esta se anticipa al resultado final. «Nunca había trabajado con archivos RAW como estos», afirma. «Los colores ya son preciosos. Todo tiene que ser nítido, como en la vida real. Los ojos tienen que salir nítidos».

El enfoque automático que detecta el ojo y la combinación del sensor de fotograma completo de 30 MP del sistema EOS R y los objetivos más luminosos dieron bastante trabajo a Guia con los archivos de posproducción, pero la edición fue mínima. «Es realmente impresionante».

Al reflexionar sobre la nueva incorporación a su equipo, Guia afirma con entusiasmo: «por fuera es pequeño y sencillo, pero en su interior es muy complejo».