Markus Morawetz se toma cada encargo como algo personal. Maestro de la espontaneidad a la hora de captar momentos íntimos, se deja llevar por la emoción de cada boda en la que trabaja, no sin antes haber fraguado una importante conexión con sus sujetos. Su sello en fotografía para bodas, una «conmovedora historia» como él lo llama, busca congelar la emoción del momento en cada imagen para que los que la vean en años venideros entiendan cómo fue el estar ahí ese día.
El fotógrafo austriaco es miembro del colectivo Fearless Photographers y embajador de Canon. Su trabajo se caracteriza por su la autenticidad y por el uso que hace del bokeh en torno al sujeto para resaltar lo que realmente importa. En sus palabras, fotografiar una boda es «hacer un reportaje de los momentos auténticos que van pasando, como en una preciosa película» y opina que es similar a hacer fotografías de aventura, donde no sabes lo que va a pasar pero estás preparado para capturar cada uno de los momentos emocionantes.
Además, Markus realiza su trabajo «invisible» ante sus sujetos en la medida de lo posible. «No quiero distraer a nadie, así que intento ser tan sigiloso como un ninja», nos comenta. En este artículo nos detalla lo que las bodas suponen para él, cómo aborda cada encargo y por qué elegir el kit adecuado es extremadamente importante para plasmar la espontaneidad en cada fotografía.