Da el siguiente paso
«As It May Be» forma parte de una evolución más amplia de Bieke, que se niega a verse limitada por las convenciones del entorno de la fotografía. En 2017 dirigió su primer cortometraje, «Dvalemodus», junto con el músico Mattias De Craene. El rodaje tuvo lugar en la localidad noruega de Skaland con una Canon C100 Mark II, de modo que tuvo ocasión de seguir utilizando sus objetivos de Canon. «El cambio fue muy sencillo», asegura.
La película surgió durante una estancia en Noruega en invierno. «Skaland era un lugar muy interesante. La naturaleza hostil y la oscuridad constante fueron realmente inspiradoras. Intenté hacer retratos de personas y captar la atmósfera, pero sentía que la fotografía no era suficiente».
El documental de nueve minutos se sitúa en la frontera entre la ficción y la realidad, la puesta en escena y la observación, y utiliza a habitantes de Skaland en escenas inspiradas en sus vidas diarias. Cuenta la historia de un pueblo envuelto por una oscuridad perpetua y se ha reproducido en el Museo de Arte Moderno de Nueva York.
A pesar de su éxito cinematográfico, Bieke no tiene planes de alejarse de la fotografía por completo. Tiene claro el poder de la fotografía a raíz de un encuentro que tuvo en Egipto. Nunca volvería a visitar a las personas a las que fotografió en sus series en Egipto, Estados Unidos y Rusia, pero hizo una excepción con Walla, una joven a la que fotografió en El Cairo en 2012.
Cuando volvió a la ciudad el año pasado decidió buscar a la familia de Walla y quedó estupefacta ante el impacto que había tenido su fotografía en ellos. «Había perdido sus nombres, su número de teléfono y su dirección», cuenta. «Solo tenía una idea de dónde vivían. Así que enmarqué [una impresión de] la foto, volví allí y los encontré. Nunca olvidaré el momento en que volví a verlos. Estaban muy felices de tener la fotografía y no tardaron en colgarla. Fue un momento precioso».