Durante décadas, las mujeres han sido la fuerza dominante en la pantalla en Nigeria, aunque las historias detrás de esas películas eran creadas por hombres. Sin embargo, en los últimos años, cada vez más mujeres se sientan en la silla de dirección, llevan la batuta de productoras y dan forma a narrativas como guionistas y cineastas. Están cambiando silenciosamente la faz del cine nigeriano y llevando las experiencias vividas de las mujeres a la conciencia pública.
Una de esas pioneras es Temitope Ogungbamila. En 2019, acudió a un taller Miraisha sobre cámaras réflex… De hecho, es mejor que ella continúe con la historia. «Fui a la formación pensando: "Oh, solo van a enseñar teoría". Pero luego me dieron una cámara que pude llevar a la comunidad. Fue tan empoderante para mí. Me encantó». Otra formación Miraisha en 2023 la ayudó a conocer las particularidades de la captación de las experiencias humanas auténticas, lo que conformó su comprensión del cine y su enfoque sobre este. Seis años después de ese primer taller, es una galardonada directora y cineasta que participa en Agbajowo Collective, que utiliza el medio como una potente plataforma para contar las historias de las mujeres en asentamientos precarios, como su hogar en Bariga (Lagos).
«Solía decir que no entré en el cine de la forma normal», comenta. «Básicamente, entré en él por las historias con impacto social que puedo crear. Por ejemplo, la gente suele mirar hacia otro lado en cuanto al poder de las mujeres en la sociedad y nosotras [Agbajowo Collective] nos inclinamos por una visión de las mujeres que luchan por sus comunidades. Queremos demostrar que las mujeres pueden hacer estas cosas».
Su película, La Leyenda de la Reina de Lagos, es la historia de una mujer, Jawu, que vive en un asentamiento precario construido sobre el agua, pero que tiene la determinación de trabajar duro y labrarse una vida mejor para ella y su hijo. Tras oír rumores de la construcción de un complejo de edificios que supondrá la demolición de su hogar y que la pareja se quede sin techo, ve a un policía corrupto que está enterrando un bolso lleno de dinero, que ella se lleva. La historia está llena de temas que son familiares para Temitope, que ha sufrido tanto la pobreza como un desalojo forzoso. «Sé lo que se siente, pero me sorprendió mucho cuando supe que esas cosas siguen pasando hoy en día y la gente no lo sabe».
Imagen cortesía de Temitope Ogungbamila
Imagen cortesía de Temitope Ogungbamila
Comprensiblemente, una historia de desplazamiento, resiliencia, empoderamiento femenino y esperanza tiene un atractivo que no se reduce simplemente a su país, por lo que no fue una sorpresa que La Leyenda de la Reina de Lagos fuera seleccionada para el Festival Internacional de Cine de Toronto en 2024. «Los problemas de la vivienda y las personas sin hogar son cosas con las que todo el mundo puede sentirse identificado», señala. «Por eso, aunque la película esté ambientada en Nigeria, las personas pueden conectar con los aspectos que suceden en sus propios países».
Sin embargo, hacer estas películas puede ser un desafío y Temitope está ascendiendo en una pronunciada curva de aprendizaje en cuanto al proceso de financiación y promoción. Debido a la naturaleza de su trabajo, sus repartos están compuestos principalmente por gente local de su comunidad, y esta «propiedad» que sienten todos los implicados es un punto central de su visión. «Me di cuenta de que mi forma de contar historias no se basa solo en contar con gente, quiero que esa gente me acompañe en el camino», explica. «Por eso, hay muchas capas en la película, porque hay muchas historias entre bastidores. Y como son parte de la visión, todos las sienten como propias».
No obstante, esto puede dificultar la búsqueda de inversiones, ya que la forma de llevar a cabo la producción y contar la historia no deja cabida a las concesiones. «He descubierto que tienes que hacer que la gente invierta en tu idea, y una buena manera de hacerlo es acudir a festivales de cine y la promoción», explica. Es algo que está aprendiendo mientras acude a talleres, asiste a festivales, establece contactos y recopila consejos por el camino.
Imagen cortesía de Temitope Ogungbamila
Imagen cortesía de Temitope Ogungbamila
Temitope es también inflexible en cuando a que el sentido de igualdad delante de la cámara se refleje también detrás de ella. «No hay muchas mujeres trabajando en los aspectos técnicos en el sector del cine en Nigeria», dice. «Por eso, es un placer estar en ese espacio y contar con la ayuda de personas como Nora Awolowo, la mejor cineasta de Nigeria en este momento, además de otras directoras». Cuando trabajó en el set en Nollywood, se dio cuenta rápidamente de que es una de las pocas ayudantes de cámara de Nigeria. Conocido más formalmente como «primera asistente de cámara», este cargo supone que tiene que ajustar con precisión los objetivos para cámaras para que el sujeto esté siempre bien enfocado durante una toma, especialmente cuando la cámara se mueve. De hecho, a este respecto, cree que, cuando está en el set, representa a todas las mujeres del sector, ya que: «No podemos negar nuestra biología, pero aunque algo nos duela, tenemos que trabajar diez veces más que nuestros compañeros, solo para demostrar que somos capaces».
Sin embargo, el trabajo duro y honrado de Agbajowo Collective ha tenido su recompensa y recientemente ganaron el premio a la mejor cinematografía en el equivalente nigeriano de los Óscar, los Africa Magic Viewers' Choice Awards. Como coguionista y codirectora, estaba comprensiblemente muy emocionada. «Teníamos esperanza, pero el reparto fue increíble. Cuando decían nuestros nombres, era como: "¿Qué?". Me quedé totalmente sin palabras. No podía poner en orden mis pensamientos. Fue una experiencia que me cambió la vida».
Temitope, que sigue estudiando, se ha marcado grandes objetivos y actualmente está trabajando en varios proyectos cinematográficos nuevos. Sin embargo, sigue siendo voluntaria en el programa Miraisha, donde graba contenido entre bastidores en talleres comunitarios e inspira a las estudiantes mientras lo hace. «Miraisha es tan necesario porque te permite ver que hay cosas más allá de los muros de esta comunidad». Y sobra decir que Temitope, junto con otras muchas jóvenes, está ayudando a mostrar a las estudiantes lo que es posible.
Obtén más información sobre el trabajo de nuestro Programa Miraisha.
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