1. Domina los conceptos básicos
Una ciberseguridad sólida comienza con los conceptos básicos, pero a menudo son los más difíciles de dominar. Las tecnologías nuevas y emergentes, si bien son prometedoras, deberían complementar, y no sustituir, una base cibernética sólida.
Gracias a los modelos de trabajo menos centralizados, el acceso a los datos abarca más dispositivos y ubicaciones que nunca. Estos modelos de trabajo más flexibles y distribuidos han introducido nuevos desafíos de visibilidad, incluido un aumento de TI en la sombra no regulada.
Esto dificulta que los ITDM mantengan una visibilidad completa de los servicios, servidores y datos empresariales expuestos. Las investigaciones muestran que el 41 % de los empleados ya utilizan herramientas no autorizadas, y se espera que ese número aumente hasta el 75 % en 2025, lo que complica aún más la supervisión y aumenta el riesgo 2.
Estas brechas de visibilidad son precisamente lo que los atacantes siguen aprovechando. Aunque el volumen y el impacto de los ciberataques están aumentando, muchos siguen teniendo éxito al abordar debilidades conocidas, como sistemas a los que no se han aplicado parches, credenciales débiles y errores humanos.
Por eso vale la pena volver a centrarse en los conceptos básicos. Abordar algunas áreas de alto impacto puede reducir significativamente el riesgo y fortalecer la estrategia de seguridad general de tu organización. Destacan tres prioridades: