¿Te ha sorprendido el Peach Fuzz de Pantone? Piensa como un artista

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Miles de círculos de confeti de color melocotón brillante cubriendo toda la imagen.

Probablemente "atrevido" no sea la palabra que asociarías con el color melocotón pastel, pero es muy apropiada para la decisión de lanzar lo que solo se puede describir como la cúspide de los colores suaves y delicados en un mundo que es, bueno… no es exactamente un lugar encantador ahora mismo. Y aparentemente esa es la clave.

El color en cuestión es, por supuesto, el color del año 2024 de Pantone: Peach Fuzz (también conocido como PANTONE 13-1023, para los entendidos). Es un salto muy grande del «magentaverso» del año pasado y la reacción inmediata en las redes sociales, como era de esperar, fue de sorpresa y confusión. Los ecologistas lamentaron la falta de verde, otros se sintieron decepcionados porque Pantone no aprovechó lo que aparentemente era una oportunidad de oro para dar un golpe sobre la mesa con el color. Pero la pregunta que todos se hacían era, sobre todo: «¿qué diablos hacemos con el melocotón?».

Y con razón.

Se sabe desde hace mucho tiempo que es complicado trabajar con este color. Lo que podría ayudar a explicar por qué este año Pantone ha hecho un esfuerzo aún mayor por ofrecer ejemplos de su uso en una amplia gama de escenarios. Predominan los interiores y la moda, como cabría esperar según la descripción de Peach Fuzz, en la que Pantone lo considera «un melocotón suave y aterciopelado cuyo espíritu envolvente enriquece la mente, el cuerpo y el alma». Pero dado que este anuncio anual tiene importantes repercusiones con respecto al color en una serie de sectores, ¿qué puede transmitir el melocotón, más allá de suavidad y tranquilidad?

Carta de muestras de color plegable con tonos grises, melocotón y topo, que se oscurecen en tonos marrones, naranjas y negros.

Ya sea de una manera atrevida o equilibrada, Peach Fuzz es más versátil de lo que podría parecer en un principio.

Quien quiera estar a la vanguardia del color e introducir el melocotón en su mundo de una manera más atrevida y menos etérea tal vez pueda hacerlo siguiendo los pasos de los mejores artistas del mundo. Ni a Henri Matisse ni a Mark Rothko, por ejemplo, se les conoce por ser unos románticos, y su trabajo rara vez deja de impresionar, ya sea positiva o negativamente. Sin embargo, ambos introdujeron el melocotón en sus paletas durante tiempos turbulentos.

Así pues, son grandes ejemplos sobre cómo se puede aportar dramatismo a un color como el melocotón, que siempre se ha considerado «agradable». Así que vamos a dejar a un lado nuestra confusión (y nuestros círculos cromáticos) y vamos a intentar crear un nuevo acrónimo para los más creativos en 2024 con la pregunta QHMM: «¿Qué haría Mark/Matisse?»

Mark: ve contra las reglas

«El arte es una aventura en un mundo desconocido que solo puede explorar quien está dispuesto a correr riesgos», afirma Rothko. En lo que se refiere al color, no se puede decir que siguiera el protocolo. Él se guiaba por emociones, lo que le llevaba a superponer sus colores de tal manera que creaba una complejidad interesante, pero que también implicaba que no había dos partes del lienzo iguales. Esta superposición también crea un efecto de «velo óptico» fascinante y muy eficaz que permite que algunos colores puros, como el melocotón, se asomen y causen cierta impresión sin dominar el lienzo.

Matisse: encuentra el equilibrio

Los comentaristas señalaron que Peach Fuzz podría resultar un poco cargante si no hay nada más en el espacio que rompa el sinfín de sensaciones aterciopeladas. «Sueño con un arte de equilibrio», afirma Matisse en su ensayo de 1908 Notes d'un peintre (Notas de un pintor). Y mientras él escribía sobre su necesidad de pureza y serenidad (que Peach Fuzz transmite a mansalva), el equilibrio en todas las cosas es, sin embargo, un buen consejo. Incorporar colores complementarios y elementos de diseño estratégicos en tu trabajo puede proporcionar estabilidad, y el Pantone Institute no podría estar más de acuerdo. Ofrecen un surtido seleccionado de paletas de colores para complementar cualquier melocotón problemático.

«El color es algo que transmite un mensaje de compasión con su aspecto cálido y acogedor y cuya agradable sensibilidad une a las personas y enriquece el alma».

Mark: O no, si es lo que prefieres

«No me interesan la relación del color, la forma ni cualquier otra cosa», desafía Rothko. Así que olvídate del equilibrio, aumenta el contraste y canaliza lo inesperado. Serenidad con subcultura, pureza con punk. Lleva tu melocotón al límite jugando con las normas e introduciéndolo en estilos y géneros que podrían parecer un poco... raros. Piensa en las asociaciones de color y en los prejuicios típicos (como que los uniformes escolares son grises, la ropa de quirófano es azul o las batas de laboratorio son blancas) y utilízalos para intentar romper tu propia psicología del color, tal y como hizo Rothko.

Matisse: la precisión no es perfección

El melocotón tiene muchos feligreses. Y mientras te tomas un momento para leer y releer lo que posiblemente sea una de las declaraciones más surrealistas en lo que llevamos de año, deja que te lo expliquemos. Que Peach Fuzz sea el color del año de Pantone no quiere decir que no puedas jugar con otras versiones menos poéticas del color. Puede que un pequeño retoque no te saque por completo del microcosmos del color melocotón, pero sin duda podría ser la diferencia entre el yoga zen y un estilo retro. «La exactitud no es la realidad», afirma Matisse.

En última instancia, el color del año de Pantone consiste en poner el Peach Fuzz en las manos de la gente. Laurie Pressman, vicepresidenta del Pantone Color Institute, lo sabe mejor que nadie. «El objetivo del programa es ayudar a empresas y consumidores a comprender mejor el poder que puede tener el color», afirmó el día de la presentación del color de 2024. «Ya sea para crear una estrategia de diseño más exitosa que aumente la participación de los consumidores o para mostrar mejor tu propia identidad personal». Así que, por supuesto, Peach Fuzz no solo se basa en el poder del color, sino también en el de aquellos que lo utilizan. Así pues, el reto ha comenzado. ¿Cómo se verá en tus manos? ¿Y te preguntarás QHMM?

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