Fotografía aérea: las maravillas del mundo natural vistas desde el aire

Desde la puerta abierta del helicóptero, la fotógrafa Lucia Griggi puede contemplar sin problemas las heladas aguas del océano Ártico a cientos de metros de altura. Sujeta mediante un arnés, la aventurera y especialista en naturaleza se asoma desde el interior del aparato, cámara en mano, para fotografiar desde el aire los glaciares y las plataformas de hielo que sobrevuela.

«Lo más gracioso es que me dan pánico las alturas», comenta Lucia, que lleva 10 años captando este tipo de imágenes. «Pero es lo que tiene la fotografía. Me gusta tanto que me concentro al máximo en el momento. Mientras sea capaz de conseguir la imagen que quiero, lo demás no me preocupa».

Lucia ha colaborado con marcas como Rip Curl, Billabong y Jeep, y sus imágenes han aparecido en National Geographic, Condé Nast Traveller y ESPN. En la actualidad, trabaja a tiempo completo en el sector turístico capturando imágenes de naturaleza, principalmente en las regiones polares.

Objetivos para fotografía aérea

Lucia suele utilizar objetivos zoom de Canon como el EF 16-35mm f/2.8L III USM y el EF 70-200mm f/2.8L IS III USM, pero siempre se decanta por objetivos prime en la medida de lo posible, y tiene en cuenta los aspectos técnicos y prácticos a la hora de decidir cuál utilizar.

«Si tengo que fotografiar a baja altura o desde una ventana, prefiero utilizar un objetivo más ligero para obtener un mejor ángulo, como el EF 24mm f/1.4L II USM de Canon», comenta. «Pero cuando lo hago desde la puerta abierta del aparato sujeta con un arnés, el EF 300mm f/2.8L IS II USM de Canon es perfecto para fotografiar plataformas de hielo o glaciares. Puedo fotografiar sin trípode y recortar la imagen para obtener una toma abstracta totalmente nítida».

Un delicado equilibrio de la luz

Uno de los principales desafíos de Lucia a la hora de fotografiar desde el aire es tratar de conseguir una buena iluminación. «Tienes que pensar desde qué dirección puedes fotografiar y utilizar el sol y las nubes como si fuesen una caja de luz natural», explica. «Fotografiar glaciares y plataformas de hielo puede ser todo un reto debido a la estampa blanca del paisaje. A diferencia de los ríos trenzados y sus vibrantes colores, los glaciares son completamente blancos, así que, para obtener una buena imagen, el tiempo debe ser idóneo. Debes captar algo distinto, un patrón con el que dibujar una imagen sin perder de vista esa visión abstracta. En los ríos trenzados es el color mientras que en los glaciares son sus formas».

Lucia recomienda utilizar los modos semiautomáticos para «no tener que preocuparte por los aspectos técnicos a la hora de fotografiar y centrarte más en conseguir un buen encuadre y en equilibrar la luz». En cuanto a la velocidad de obturación, lo ideal es no bajar de 1/1200 s para así mantener la nitidez. Con los valores de ISO sigue el mismo procedimiento y nunca supera los 200, pero si la iluminación no es la apropiada y la abertura es amplia, utiliza un valor de ISO máximo de 800. En condiciones de baja iluminación, utiliza un objetivo EF 85mm f/1.2L II USM de Canon para lograr una imagen nítida.

«La abertura depende de la iluminación», explica. «Si hay mucho sol, utilizo una abertura de f/8, pero cuando la iluminación es baja, por ejemplo al amanecer o al atardecer, empleo una de f/2,8. En la fotografía aérea no tienes que preocuparte tanto por las distancias, así que no necesitas ajustar la configuración. Es lo bueno de las cámaras de Canon: ofrecen el rendimiento perfecto para que solo tengas que centrarte en el encuadre y la exposición».

Pero Lucia no solo confía en sus cámaras. «A veces realizamos maniobras un poco arriesgadas, como sobrevolar muy de cerca la superficie helada o un muro de hielo de 15 metros». «Hago las fotos sujeta a un arnés. Tengo que confiar en el piloto. Si no, no sería capaz de dedicarme a esto».