La conexión emocional está infravalorada
Causar una buena «primera impresión» es fundamental para empezar una nueva relación de forma positiva. En una fracción de segundo, nuestro cerebro decide cómo responder a esa primera toma de contacto con alguien que no conocemos. Por lo tanto, las marcas tienen que acertar en la comunicación con el cliente a la primera. Si un consumidor asocia una marca con una interacción negativa, será difícil hacerle cambiar de opinión.
Los consumidores modernos quieren sentirse reconocidos. Quieren sentir que una marca les conoce, así como sus intereses y necesidades, y que se comunica con ellos como individuos. Además, es bastante fácil acceder a esa información. Cada vez que alguien interactúa con una marca online, deja a su paso una serie de datos personales que nos ayudan a entender su forma de actuar.
Como explicó Colin Strong, responsable de Ciencias de la conducta en Ipsos, en Future Promotion Forum de Canon en 2020, todos somos conscientes de que el mundo está cada vez más «informatizado», por lo que no es la falta de datos lo que supone un obstáculo. Sin embargo, a menudo las marcas tienen dificultades para entender cómo interpretar mejor los datos. Así pues, en un mundo en el que la tecnología y los datos parecen ser el motor de las campañas de marketing, ¿cómo pueden asegurarse las marcas de captar la atención de los consumidores y conectar con ellos como individuos, no solo como clientes potenciales? La respuesta consiste en hacer que el marketing basado en datos sea más humano.